Cristal Clear

Cap XVII

Raven caminó intranquilo hacia su casa por dos razones. No podía dejar de pensar en Crimson, estaba preocupado por él y por dejarlo con el odioso omega que lo había fulminado con la mirada. Y segundo, porque quería saber que sucedía con su Rae, ella nunca se había comportado de esa forma con nadie y mucho menos alguien como Crimson ¡vamos! No entendía como alguien podría odiarlo.

Abrió la puerta de su casa aspirando el olor a comida que emanaba y caminó a la cocina con curiosidad, preguntándose si allí encontraría a Rae. Bufó sonoramente al no encontrarla por allí y observó como su madre lo observaba y le daba una sonrisa de bienvenida.

Hola Raven ¿cómo estuvo?-. Sabiendo que Raven había visitado a su amigo aquella tarde-.

Estuvo bien, aunque después se tornó algo incómodo-. Murmuró lo último más para si mismo. Su madre lo miró cuestionante y el simplemente negó con la cabeza sin ánimos de contar la extensa historia.

Me alegro mucho por ti cariño-. Miró su reloj con el ceño fruncido y se mordió el labio preocupada-. ¿Has visto a tu hermana? La he estado esperando desde la tarde pero parece que se escapó de nuevo-. Raven rodó los ojos frustrado y se cruzó de brazos molesto. Rae tenía la típica rebeldía alfa que lo hartaba, quería hacer lo que quería cuando ella quería y era demasiado impulsiva en sus acciones. Siendo que el era un omega nunca entendió ese tipo de comportamiento tan... primitivo pero supone que es típico de ellos.
Aunque lo que lo hartaba más era el desesperante comportamiento de sus padres hacía ella, solo por ser alfa muchas de sus travesuras, como ella solía llamarles, eran olvidadas rápidamente porque ambos sabían que ella estaría bien, que sabía protegerse, pero nunca le habían puesto un alto definitivo.

¡Demonios!-. Gruñó.

Vocabulario Raven-. Hizo un mohín rodando los ojos.

Justo hoy que quería hablar con ella-. Bufó y su madre lo vió con la ceja alzada.

¿Se puede saber que es lo que le quieres decir?-. Mencionó en tono sugestivo.

No.-. Le sonrió de forma seca-. No es nada importante, me arreglaré con ella cuando la mire mañana.

Dile que avise para la próxima-.

No entiendo porque yo tengo que decirle-. Tomó una manzana de un bowl al sentir su estómago rugir y se dirigió hacia su habitación intentando no sonar tan irritado como lo estaba en ese momento.

¡Porque yo lo digo!-. Escuchó un grito desde la cocina y grito una afirmación a regañadientes antes de entrar en su habitación y cerrarla de un portazo.
Como gemelos, su hermana y el compartían un lazo, no como el de parejas destinadas pero si lo suficiente para poder percibir las emociones de uno y estaba seguro que esa sensación de enojo e irritabilidad no venían de el. Su hermana estaba así desde aquel día pero hoy se había intensificado hasta tal grado que incluso el estaba siendo afectado.
Se cambió de ropa decidido a dormir para quitarse esa sensación pero un portazo hizo que se levantara rápidamente de su cama. Se colocó sus zapatos y abrió la puerta curioso. Observó como su hermana entraba roja de la rabia sin saludar a su madre y se dirigía hacia su habitación como si tuviese fuego en los pies haciendo que cada paso resonara fuertemente por el pasillo.
Raven se alejó de la puerta y miró a todos lados sin saber que hacer por lo que retrocedió un par de pasos antes de que su puerta se abriera de golpe y entrara su hermana.

Hola-. Le sonrió nervioso.

Justamente lo que faltaba-. Añadió molesta olfateando un poco-. Estuviste con Crimson ¿verdad?-. El omega la miro incrédulo ¡su hermana estaba loca! Asintió y se encogió de hombros. Se removió un poco al escuchar el gruñido lobuno que salió de su hermana y se obligó a si mismo a mantener la postura.