CAP 4 - "Uno más de tus amigos"

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Gerardo estaba en la barra, se le veía muy mareado y fuera de sí, oímos como botó un vaso lleno de vodka.
Con mi mirada le señalé a Sean de quien se trataba.

-¿él es? ¿Enserio?
+jaja que ¿porqué?
-Lo vi llorando hace rato jaja.
+¿de verdad?-dije algo preocupada.
-que... ¿te importa? Pensé que él era el culpable de que todos sepan lo que pasó en esa fiesta con él como protagonista.
+No es que me importe, solo que ¿llorar en una fiesta? Me parece algo penoso, nada más.

Hubo una pausa muy corta.

-cierto, ¿sabes donde está mi prima?

CARAJOOO, NO LE PUEDO DECIR QUE ESTÁ CON CARLOS ¿QUÉ DIGO? PIENSA WEBONA.

+mmm no, de seguro está en el patio de adelante.
-¿me acompañas a buscarla?

LA PUTAMADREEEE, ¿QUE MIERDAAA HAGOOOOO?

+mmm, okas vamos, pero sabes cómo es Alisson, a ella no le gusta que la controlen.
-tal vez está en su habitación, se estará maquillando.

Por mi mente solo pasó el "NO DEJAS QUE VAYA A LA HABITACIÓN".

+No creo, yo fui hace rato y no estaba.
-ptm, tengo que encontrarla.

Era la primera vez que lo escuchaba decir una lisura.

+jaja, a laaa, que maleducado ah.
-jaja, olvide que era tu profesor por un par de segundos.

Me quedó viendo, mientras yo tomaba un sorbo, de esa extraña combinación que hizo aquel chico.
Destaco que él, como la mayoría de la fiesta, estaba algo mareado.

-¿quieres bailar?

Se había olvidado de "la búsqueda de Alisson", estaba en una situación no planeada.
"Entre la espada y la pared", la espada era decir "NO", lo cual haría que siga con la "búsqueda", hasta encontrar el paradero de Alisson que sería el torso de Carlos y la pared que resultaba más atractiva era el "SÍ", que bailara con mi profesor, aparte de estar ambos mareados, tendría que estar muy cerca de ese cuerpo, que me hacía desear acariciar su rostro y besar esos labios, agregando que yo no estaba nada incómoda si bailara con él. Recalco, estaba con los efectos del alcohol.

+¿ahora?
-jaja ¿tú que crees?
+podríamos bailar en el instituto también jaja

Agarró mis manos para acercarme a él y por consiguiente poner sus manos al rededor de mi cintura, para eso momento, el trago que mi mano derecha tenía, habría desaparecido al dejarlo en la mesa y ser bebido gustosamente por Tatiana, que con rapidez, se sirvió más y después pasar a retirarse, sin antes mandarme una mirada de "BIENN CTMMM, TE HICISTE UNAA".
Obviando la explicación de a donde fue mi trago, continuamos con la imagen de Sean y yo, antes de proceder a bailar; mientras él disponía a poner esas manos que ahuyentaban el frío en esa zona, yo no me quedaba atrás, mis manos sabían perfectamente qué hacer. No había alguna gota de nerviosismo.
Entrelacé mis dedos en esos rulos, con los que tanto quise jugar, recorriendo todo su cabello, hasta llegar a su cuello y dejé caer mi cabeza en su pecho, tal cual enamorada.
En ese momento olvidé completamente la idea de "él es tu profesor", ahora o al menos en ese escenario, era uno más de tus amigos.
El Dj, no ayudó mucho, repentinamente cambió el tema "Baby boo de Cosculluela" por ...

LA UTOPÍA DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora