Típico día

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Después de ese día mi madre comenzó a llamarme "maldito bastardo" en lugar de sus típicos insultos para tratar de hacerme sentir mal, pero ya no surgía efecto al pasar de los años. No sentía nada cuando me insultaba o desataba su ira contra mi, para ella solo soy un saco de boxeo y ni tengo las fuerzas necesarias para hacer un cambio. Mi única elección es recibir sus golpes, recibir cada impacto cargado de furia que pintaba mi piel de colores violetas y con gruesas pinceladas rojizas que robaban el protagonismo opacando los tonos violáceos, sin embargo los últimos tonos no se daban por vencido y se multiplicaban aunque no eran tan llamativos como aquellas inflamadas y gruesas líneas rojas sobre mi piel. Yo sería el lienzo eterno que recibiría las furiosas pinceladas de la miserable artista hasta el fin de nuestra amargada existencia.

Una vez más el alcohol había hecho su trabajo, dejó inconsciente a la mujer con un río de lágrimas que pasaron violentamente sobre sus pálidas y consumidas mejillas. Su cuerpo estaba encogido abrazando la botella y reposando sobre una manta acomodada en el suelo, sus rubios cabellos estaban desarreglados y por lo seco que estaba dada la impresión que era un nido de pájaros. En su rostro se expresaba el dolor en su más alto punto a pesar que ella estaba en el mundo de los sueños, me pregunto si antes yo hacía esa misma expresión años atrás, me daba curiosidad pero esa respuesta sería imposible de descubrir pues nadie me lo diría y a mi me da pánico la idea de ver mi reflejo. Me juré a mí mismo que nunca dejaré que la curiosidad de ver mi rostro me invadiera, es algo que nunca debe suceder.

No tenía mucho que hacer pues había terminado de limpiar el desastre que había provocado mi madre, quería cocinar pero nos quedamos sin gas y la leña estaba afuera pero no podía ir a buscarla porque tenía estrictamente prohibido salir al patio trasero luego de la aparición de esa extraña mujer, según mi madre es porque me quiere matar pero ¿no es ella la que quiere matarme todo el tiempo? ¿acaso se volvió egoísta? ¿querrá ella quitarme la vida personalmente? No lo sé, y entrar a su cabeza no es algo que quería hacer lo único en que podía pensar era en comida, pero a mano solo tenía alimentos crudos y tratar de comerlos me daría ganas de vomitar.

Hoy sería un día más donde no comería nada y para no sentir el vacío en mi estómago me tomé tres vasos repletos de agua, así no sentiría el ardor pero en cambio tenía la sensación de ser un globo lleno de agua y creo que lo prefería antes de sentir el hambre gritar. Me merecía este castigo por ser un error de la naturaleza, sé que no pedí nacer en ningún momento y no encuentro justo todo el tormento por el que pasaba pero como soy un monstruo debo permanecer aislado de todos y mi destino es estar encadenado con una ebria. Mi futuro estaba escrito, moriría a manos de ella en esta casa que pronto caería en pedazos... O eso era lo que pensaba, al escuchar unos toques en la puerta principal supuse que era uno de los hombres que buscaban a mi madre, pero qué equivocado estaba. Quién estaba tocando era mi salvación, mi esperanza de poder eliminar mi castigo pero yo aún no lo sabía y por eso decidí ignorarlo y volver a acostarme en el suelo e intentar dormir. Si tan solo me hubiera levantado a tiempo mi historia sería completamente diferente desde antes.

Bastardo Sin ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora