—¿Qué estás diciendo?—Preguntó Spencer, claramente confundido—Brendon, no te entiendo.
—Spencer, es simple—Habló el más bajo—, solo necesito nuevos guantes ¿Entendido?
—¿Pero por qué unos nuevos guantes? ¿Qué tienen de malo los otros?... Brendon ¿Qué hiciste? ¿Perdiste los guantes?
—No los perdí, ambos estás guardados—Se cruzó de brazos.
—¿Entonces...?
—... Es que uno lo tengo yo, y el otro-
—¡¿No lo tienes?! ¡¿Qué hiciste, Brendon?!
—¡No grites, tranquilo!—Se quejó Brendon, posicionando ambas manos en los hombros de su contrario—Sí, tengo solo uno, el otro lo tiene alguien más.
—¿Quién lo tiene?
—Uhm... El líder de una banda criminal.
Silencio. Notó la mirada de Spencer, trataba de aguantarse el grito.
—¿Estás...? ¿Estás de broma?
Brendon sonrió y negó con la cabeza. Bueno, esa sonrisa era más bien nerviosa.
—¿Cómo que le diste uno de tus guantes a-
—Ya, luego te cuento ¿Sí?—Interrumpió Brendon—Solo necesito nuevos guantes y ya.
Spencer miró un poco a su contrario, y asintió con la cabeza tras suspirar.
—Gracias—Murmuró el más bajo de los dos, mientras seguía con su camino, dejando al más alto detrás por unos segundos.
Pero Spencer no podía dejar de estar preocupado por su amigo, pues siempre se metía en problemas, problemas grandes, que más de alguna vez habían jugado con su integridad y salud física, y, claro que el que Brendon le hubiera dado uno de sus guantes al líder de una banda criminal no sonaba de lo más seguro. Si bien, Spencer también acompañaba a Brendon con la máscara y la pistola de vez en cuando, nunca se metería en algo tan peligroso como en lo que su amigo estaba metido. Una banda criminal, si hacía algo mal, podrían descuartizarlo y tirarlo al río.
Pete inspiró profundamente antes de hablar.
—Oye—Dijo—, Dallon.
Hacía mucho tiempo que Pete no se dirigía a Dallon por su primer nombre, entre ambos ya era obvio que cuando lo hacía, es que algo le preocupaba. El más alto volteó a ver a su contrario, algo extrañado al ver la seriedad en su rostro.
—¿Qué pasa?
—Mira, sé que ya empezaste con esto, y todo, pero, como uno de tus mejores amigos, te aconsejo que pares—Habló mientras se cruzaba de brazos.
—Ah... ¿De qué hablas?—Preguntó Dallon, encogiéndose de hombros.
Pete bufó algo molesto ante tal comentario.
—No te hagas el imbécil ¿Sí? Te conozco, Dallon, desde hace mucho tiempo, y por tanto, sé que esto va a terminar mal. Bien sabes de qué hablo.
Dallon se quedó en silencio, de inmediato su expresión relajada fue reemplazada por una seria, fría y tal vez hasta autoritaria. Daba miedo, esa expresión en el rostro de Dallon causaba verdadero terror.
—No, Pete, no se va a quedar así y ya—Respondió Dallon, hablando tranquila y secamente—, él ya es parte del equipo, te guste o no, no lo voy a echar, va a quedarse, además, ya te he recalcado muchas veces el porqué es útil para el equipo.
—¡Usas sus habilidades como una excusa! ¡Tú y yo sabemos que lo uniste al grupo porque-!
—Porque es útil, y lo sabes, np hay otra razón que esa—Interrumpió el más alto—, ahora cierra la boca de una vez y lárgate de aquí.
—Dallon, te repito, por favor, para con esto ¿Sí? No solo vas a dañarte a ti, también vas a dañarlo a él y a más gente.
Silencio.
La mirada de Dallon se volvió menos firme durante tan solo una fracción de segundo, pero luego volvió rápidamente a ser tan autorotaria como hasta hacía menos de un segundo. Miró sus propios pies, y luego volvió a mirar a Pete, ya mostrando que estaba molesto, muy molesto. Pete temió por su integridad física al ver aquella mirada en los ojos de Dallon, mirada que había visto más de una vez, pero a la que nunca le había temido tanto como en esos momentos.—Lárgate—Habló, de forma casi agresiva, sin llegar a gritar—, deja se hablar tonterías y lárgate.
—Pero-
—¡Que te largues!—Gritó, ya perdiendo la compostura, su voz se rompió un poco ante el repentino cambio en su tono de voz.
Al ver aquella mirada de preocupación que tenía Pete hacia él, aclaró la garganta, peinó su cabello hacia atrás con una mano y arregló su chaqueta, básicamente recuperando la compostura y la formalidad que lo había caracterizado los últimos años -Que no era del todo propia de él, según Pete-. Aún así ninguno dijo nada, solo aguardó a que su contrario se retirara. Y eso pasó, Pete se fue de la habitación con la mirada gacha.
—¿Cómo te fue?—Preguntó Josh, al ver a Pete llegar con ambas manos en los bolsillos y con la cabeza gacha.
Pete suspiró y negó con la cabeza. Obviamente negando su triunfo en lo propuesto.
—No quiere escucharme, Josh—Respondió—, perdió totalmente la cabeza.
—Debe de haber algo que podamos hacer, Pete, esto-¡Esto no está bien, y Dallon no quiere escuchar!
—Sé que no quiere escuchar ¿Okay? Lo sé, y lo acabo de presenciar.
—¿Y qué se supone que haremos?
Pete se llevó las manos a la cabeza, y bufó.
—No lo sé, no tengo idea. Ya no sé nada.
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Bonnie y Clyde [Brallon]
FanfictionLa historia de dos amantes del crimen. ----------------------------------- Advertencia: Este Fanfic contiene altos niveles de violencia.