Primera parte: "Ansiedad"

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En los lares de la pequeña ciudad de Forest Town  , más allá de las casas de los suburbios, ni tan cerca de los cuantos pequeños supermercados, bares rústicos y locales apenas existentes. Aún más lejos del cerro de las casas más lujosas de las familias más adineradas. El lugar al que me refiero está más cerca del frondoso y tosco bosque, que enriquece a la ciudad con belleza natural. Solo céntrate es su interminable majestuosidad intranquila, estando lejos de los oídos del pueblo y la civilización. Camina aún más adentro, lo suficiente para que tus gritos no sean escuchados. Al adentrarte lo suficiente, encuentras un lago, una corriente constante natural de agua. Su paisaje es de árboles altos, donde dominan los alcornocales, hermosos pinares y unos abetales que sobresalen entre las lomas. Estás numerosas arboledas parecen "infinitas". El silencio que guarda el alrededor es tranquilo y la vez inquietante, solo se escucha el agradable chapoteo del riachuelo, junto con sonidos de aves y zumbidos sutiles de insectos. El lago brilla en tonos de azul y verde. A la puesta del sol los colores adoptan reflejos dorados y plateados que tocan los pedruscos que lo rodean a la distancia. El lago recorre más de cien metros y es considerablemente profundo.

Hace unos segundos, un grupo de cuatro amigas, acaban de llegar a aquel lugar, dispuestas a disfrutar de la refrescante agua, poner música a alto volumen y beber lo que puedan costear. Dejaron el auto en la carretera, que por cierto no está muy cerca del lago. Esta estacionado justo al lado de un inquietante cartel medio oxidado, que avisa incómodamente "No adentrarse al bosque". Jóvenes dispuestas a romper la ley solo para divertirse. Pero no estarán solas por mucho tiempo, al parecer quedaron en encontrase con otro grupo y al parecer la fiesta apenas inicia.

Todas cuatro llevan de debajo de su ropa, bikinis. Al instante, después de colocar música de un equipo de sonido que funciona con baterías, las cuatro empiezan a desvestirse en el borde del lago; deslizan por sus tersas piernas sus mini shorts, mientras ríen se ven entre ellas, y a solo a algunas se le paso pensamientos lujuriosos y pequeños trozos de envidia. Luego se despojan de sus blusas con un solo movimiento de sus brazos. Dejan al descubierto bellos cuerpos, cubriendo sus partes más íntimas con trajes de baño que van a la moda.

--¿Es seguro bañarse en esa agua? —pregunta una de ellas.

Una chica rubia, tímida y primeriza en el grupo, que antes era de tres. Y es la primera vez que ve aquel lago.

--Si, lo es, confía en nosotras—contesta otra chica, una más morena, de cabello negro, pómulos agraciados y cuerpo de porrista, su sonrisa guarda cierto maleficio.

-- Creo que deberías entrar tu primero, ¿o tienes miedo? —dice una de las otras, esta es pelirroja. Su voz era desafiante y un poco amistosa. En su piel tiene algunos tatuajes, uno de los más sensuales es una mariposa que tiene en su espalda baja, arriba de sus glúteos.

-- Si, creo que tiene miedo--añade una de ellas, una joven de rasgos asiáticos, de dulce sonrisa y rostro sensual. 

La chica rubia duda un poco, las miradas estaban en su hombro, juzgándola. Era nueva en el grupo y no quiere quedar mal delante de ellas, las "populares". No quiere volver a sentarse en la mesa de los "perdedores". Desea con ansias que la vean de otra manera. Así que, esas vagas motivaciones, la impulsan a introducir uno de sus pies en el agua, que siente algo fría al comienzo, pero se va adaptando a ese frió agradable, después de la ola de calor. Sus pies tocan la tierra del lago a unos centímetros. Al estar segura, de un impulso nada hasta el centro del lago. Solo escucha en el fondo las voces de sus "amigas" que la alientan y animan.

El agua le llegaba hasta el pecho, haciendo flotar un poco sus senos. Aún sus pies pueden tocar el suelo, pero están algo empinados. Aunque no le es suficiente, desliza sus piernas para introducir lo que resta de su cuerpo. Va introduciendo su cabeza poco a poco en el agua, sin dejar de ver hacia la dirección donde se encuentran sus amigas, que se hallan aun sonriendo. Al final se deja llevar y termina de meter su cabeza, completamente, hasta el fondo. Su cabello rubio se hace uno con el agua, allá abajo no existió más nada, solo el agua y su cuerpo flotando, siendo abrazado por el roció. En unos cortos, pero eternos segundos su cabeza empieza a sobresalir poco a poco. El agua nubla un poco su vista, así que retira el resto al pasar su mano por su rostro. Después del rato de opacidad, ve claramente a sus tres amigas, estaban ahí de pie, contemplando el agua desde la tierra, pero algo detrás de ellas estaba pasando, era algo turbio, aterrador y alarmante. Su corazón empezó a latir espantado, sintiéndose casi impotente.

Rumiaciones ObsesivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora