14. Sin Miedo a Nada

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Si la vida es un sueño,

No quiero abrir los ojos.

Si el sueño es esperanza,

Siempre soñaré... sin miedo a nada.


Yo no quiero reprocharte tu silencio, ni tu olvido

Ni tampoco recordarte que te quiero de verdad

No me digas lo que has hecho,

Ni me digas donde has ido

Solo quiero contemplarte y olvidar mi soledad.

Volver a verte, volver a verte

Saber que vives en realidad

Mirar tus ojos, besar tu frente.

Volver a verte... y nada más.

Volver a verte. Rocío Dúrcal.


Stear miraba fijamente la silueta de Patricia descansando, envuelta entre los edredones de la cama de latón antiguo que una vez le perteneciera solo a él. La luz del nuevo día se reflejaba en sus anteojos, el cabello revuelto caía simpáticamente sobre sus sienes. Arrebujado en el sillón, contempló extasiado el amanecer, los rayos del sol filtrándose entre el portal, las hojas haciendo remolinos en el viento suave que apenas las levantaba unos milímetros del suelo, la brisa que empañaba los cristales y corría en finos hilos transparentes.

Le parecía que no solo era un nuevo amanecer, sino una nueva vida... ¡Vida!... años hacía que no sabía lo que esa palabra significaba, pues todo lo que le daba sentido le había sido arrebatado en un instante... en solo minutos.

SEIS AÑOS ATRÁS

Alistair analizaba cuidadosamente un mapa amarillento y algo roto, con pesadez limpió sus anteojos y una gruesa gota de sudor escurrió hasta su cuello, miró de reojo a sus compañeros y no pudo evitar notar su pesadumbre, todo en aquel campo olía a muerte. Contempló la verde campiña que se extendía ante sus ojos, las flores amarillas rebosaban por doquier, las violetas, las margaritas se explayaban en todo su esplendor hasta donde su vista se perdía... y sin embargo, nada disminuía la sensación de sangre, gritos y soledad que lo invadían persistentemente.

Reflexionó un poco, la Triple Alianza representada por Alemania, Austria-Hungría e Italia hacía pender de un hilo a la Triple Entente, pues aún cuando Inglaterra, Francia y Rusia eran aliados fuertes, el peligro del Plan Schlieffen para derrotar a los franceses era inminente. Indudablemente, su creador, el Conde Alfred Von Schlieffen era un gran estratega, pues a pesar de ser ex jefe del Estado Mayor Alemán, su capacidad y experiencia pesaban como lastre, si lograba su cometido primero caería Francia y Rusia le seguiría los pasos.

Tampoco podía dejar de notar que gran parte del problema residía en las deficientes comunicaciones entre Cuarteles, la desorganización y la creciente agitación entre los soldados minaba fuerzas.

Patty... espérame... - susurró para sí

¡Eh! ¡Cornwell! – gritó una voz con acento francés - ¡muévete! Tenemos órdenes de avanzar...

¿Hacia dónde nos dirigimos ahora Jean?

Marne.

La respuesta dejó helado al chico.

¡Nos utilizarán como carne de cañón! – pensó

¡Cornwell! ¿no me escuchaste? ¡muévete!

Stear asintió mecánicamente. La armada francesa invadió Alsacia-Lorena, los alemanes avanzaron sobre Bélgica y el norte de Francia, eran los primeros días de septiembre. El enfrentamiento en el Río Marne estuvo a punto de inclinar la balanza a favor de Alemania, sin embargo, el frente francés logró rehacerse y detuvo al enemigo evitando la toma de París, dejándolo en medio de los aliados franceses y rusos, quienes ganaban terreno hacia Prusia.

Sin Miedo a NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora