―La primera prueba, es positiva. ―Koller sonríe animado por los resultados, yo solo me limito a permanecer quieta.
―¿Sería demasiado sugerir que soportes 3 días sin alimentarte? ―Miro con curiosidad a Kyla, considerando mi respuesta. No es algo que no haya hecho.
―Lo sería ―contesta Marine por mí, su negativa y disgusto más que evidentes en esa expresión que aparentemente parecía no decir nada. Tampoco estuvo de acuerdo en que me ofreciera como voluntaria para probar el que se supone actuará como un sustituto de sangre, pero no tuvo oportunidad de opinar y eso parece haberla enfurecido―. Especialmente porque ya se mata de hambre.
Estoy segura de que mi rostro se ruborizaría si pudiera hacerlo. Kyla me observa con interés, sin parecer sorprendida. ¿Acaso todo mundo sabe lo mucho que me disgusta alimentarme?
Me gustaría decirles que ya no lo hago, es decir, no como al inicio, pero opto por no debatir mis hábitos delante de ellos.
―En ese caso, habrá que pedir a alguien más que nos ayude con las pruebas, necesitamos saber con precisión la duración de sus efectos ―murmura pensativa, haciendo algunas anotaciones―. No parecen tener efectos adversos, así que por esa parte no hay riesgos en la ingesta.
―Puedo hacerlo...
―No ―negamos Koller y yo al mismo tiempo, cuando Marine comienza a ofrecerse.
―¿Qué? ―Nos mira con molestia.
―Siempre eres requerida y quien sea, tendría que permanecer aquí para poder monitorear sus reacciones ―explica Koller con calma, evitando que yo tenga que dar un argumento. No me he sentido mal, pero aún no es del todo seguro. Esto es prueba-error. Tal como ambos lo han explicado. Y si algo llegara a salir mal, no me gustaría que Marine resultara afectada.
―Lo haré yo. ―Todos observamos a Asim, quien entra al laboratorio, llevando una pequeña caja en las manos―. No tengo problemas con el tiempo, mi turno ha terminado y puedo pedir que me cubran en el siguiente.
Kyla y Koller intercambian una mirada, pareciendo considerarlo.
―Bien ―contesta ella, indicando donde puede dejar el paquete―. Iré por las muestras. Puedes sentarte ahí. ―Señala distraídamente una silla cercana a la mesa central, antes de entrar a otra de las áreas de los laboratorios.
El lugar es bastante amplio, a pesar de que solo ellos y un par de ayudantes se ocupan de todo.
Aunque con la destreza de Kyla, realmente parecieran no requerir de nadie más. No deja de asombrarme la soltura con que actúa y como no suele hacer distinciones entre humanos y vampiros, para ella es como si fueran una sola raza.
―¿Sabes que aún estamos en la fase experimental? ―pregunta Koller acercándose para inspeccionar la entrega. Probablemente alguna de las tantas cosas que piden todos los días y que solo ellos entienden.
―Lo sé. ―Asim luce totalmente relajado―. Ella no luce mal, supongo que no hay muchos riesgos. ―Me señala, sin dar un estudio que resulte incómodo. Son pocas las veces que hemos hablado, pero es alguien que me agrada.
―Aquí vamos entonces. ―Kyla entra con un par de frascos, como los que he bebido hace 24 horas―. Una toma y mediremos el tiempo que tardas en sentir de nuevo necesidad. Antes, ¿hace cuánto bebiste y cuanto sueles ingerir? ―Ella entra en modo científica, completamente volcada en sus registros―. Mihan es pequeña, así que hay que considerar tu altura y complexión como posibles factores de variación.
Koller asiente, dejándola manejar las cosas. He aprendido que ella es más de lo que su delicada persona aparenta. Es tan capaz e inteligente como Koller. Y en sus manos hay mucho que nos involucra.
ESTÁS LEYENDO
La guardia (Saga la Donante #4)
VampirgeschichtenLibro #4 de la Saga La donante. Una historia previa al inicio de la donante. Conoce un poco más sobre los guardianes silenciosos que custodian los muros de Cádiz... Historia previa a la donante, justo durante la guerra.