La guardia (Saga la Donante #4)

Capítulo 6

Las últimas tres semanas han transcurrido demasiado rápido, casi en un abrir y cerrar de ojos, algo muy distinto al anterior periodo de tiempo. Y básicamente se debe, a que muchas cosas han ocurrido, la más importante sin duda, es que por fin el sustituto parece funcionar. Tras dos intentos fallidos, Asim no ha necesitado alimentarse después de consumirlo y tanto Kyla como Koller parecen bastante emocionados, aun con todo lo exigentes que son. Sin embargo, algo que no es del todo bueno, es el hecho de que la guerra ha aumentado de intensidad. Hasta ahora estados unidos había sido quien atacara, enviando a su ejército, para tratar de controlarlos, pero las respuestas han comenzado a llegar y eso nos deja en una mala postura.

―Sinceramente me gustaría que su duración fuera mayor.

―2 semanas no es poco tiempo ―contesta Kyla, apartando la mirada de sus notas―. La sangre normal permite estar de 5 a 7 días sin tomar una nueva dosis.

―Lo sé ―Koller se frota la barbilla con aire pensativo, pronto tendrá que afeitarse ahora luce bastante desalineado―, pero si pudiéramos aumentar el tiempo a 6 o de ser posible hasta 10 semanas, reduciríamos 10 veces el tiempo que pueden estar sin alimentarse. Además, 100 litros de sangre solo permiten producir 1000 litros de sustituto. Siguen siendo cifras bajas, eso sin contar que la guardia ha aumentado sus dosis.

―Bueno, lo cierto es que con el tiempo limitado que tenemos, hemos avanzado bastante ―insiste ella cruzándose de brazos. Los últimos días ha sido esto, discusiones sobre las modificaciones y análisis de los resultados obtenidos, yo simplemente me limito a observar―. 100 litros permitirían 100 tomas por una semana. Tan solo con el tiempo estaríamos dando un plazo de dos semanas. Es el doble. Puede que no sea mucho, pero para comenzar parece buen inicio. Podemos mejorarlo más tarde, por ahora nuestra prioridad es terminar de desarrollar el bloqueador.

El bloqueador. Aun no tengo claro cuál es su función, hasta ahora ninguno lo mencionaba abiertamente, es algo que ni siquiera se me permitía saber.

―¿Qué función tendría el bloqueador? ―No es hasta que sus ojos se fijan en mí, que me doy cuenta de que he sido yo quien ha formulado la pregunta. No suelo entrometerme, nunca pregunto, soy más una especie de sombra y ayudante, pero dada la situación me gustaría entender porque han optado por ignorar lo que ocurre en la ciudad y centrarse en esa cosa.

Afuera todo es caos, aunque los ataques han entrado en una especie de pausa, no hay duda de que estamos en la espera de algo peor. Todos parecen haber elegido un bando y estar dispuestos a aniquilarse y aunque entiendo que para empezar la mayoría de los humanos ignora nuestra existencia, me cuesta creer que no estén pensando en hacer algo para ayudarlos.

"Los conflictos de los humanos, competen solo a los humanos. No somos humanos ya, no podemos interferir, solo observar y esperar". Eso es lo que ha dicho Marine, pero sigo sin entender, ¿Qué se supone debemos esperar? ¿Qué se exterminen? Es un hecho que, sin humanos, no sobreviviríamos.

El lugar parece más activo, el número de vampiros entrando y saliendo ha aumentado, he visto a muchos de la guardia marcharse, pero dudo que estén haciendo algo para frenar la guerra.

―Si tenemos éxito ―comienza a decir Koller―, el bloqueador les permitirá exponerse a la luz del sol.

―¿Qué?

Los miro completamente atónita. Desde luego que sería algo que ellos buscarían, pero...

―Lamento interrumpir ―Dala entra luciendo algo agitada―. Nos han pedido llevar a todos al salón de avisos.

―¿Qué pasa?

―El señor Regan están aquí.

―¿Henryk? ―Ella niega.