La guardia (Saga la Donante #4)

Capítulo 27

―La prueba de velocidad será en una semana. ―Liel hace una pausa para mirarnos a todos, que nos encontramos en una fila ordenada delante de él―. Espero que hayan aprovechado este tiempo para mejorar.

"Este tiempo", han sido 3 semanas de su ausencia y aunque no esperaba un encuentro demasiado emotivo, apenas entró pidió que dejáramos de entrenar combate porque debía darnos un anuncio importante.

Liel me hace sentir un poco confundida y a diferencia de la confusión del resto, no tiene que ver directamente con la prueba. Creo que esa conversación con Fabien me hizo pensar demasiado en lo que existe entre ambos.

¿Es necesario definirlo? ¿Cambia algo darle un nombre?

No debería.

―¿No se suponía que tendríamos más tiempo? ―pregunta Bek expresando lo que todos pensamos.

―Esa es la cuestión. No disponemos de mucho tiempo, ya no, así que tendremos que acelerar las cosas.

―¿Qué tanto? ―inquiere Fabien, quien no parece muy contento. Aparentemente él tampoco sabía sobre los ajustes.

―Deben estar listos en 6 meses. ―Su afirmación eleva murmullos y algunas cejas―. Escuchen con atención ―interrumpe, haciendo que todos guarden silencio―. Tal como lo han estado haciendo, por la noche continuaremos probando su resistencia y velocidad, y en una semana haremos la prueba.

―¿Qué ocurre si alguien no lo logra? ―Karam nos lleva ventaja, así que me sorprende sea quien lo inquiera.

―Podrán continuar, pero si al final no cumplen con lo esperado, serán reasignados.

―¿Eso es definitivo? ―Asim pareciera esperar que haya un cambio de planes, pero Liel es todo negocios. No puedo culparlo, todos estamos sorprendidos porque esperábamos tener más tiempo.

―Si. Durante el día continuaran con el combate. Reduciremos un poco las horas de descanso, pero son vampiros, no es indispensable dormir ―expresa volviendo su atención a Fabien y otro de los guardias, con quienes parecen intercambiar algunas palabras mentalmente.

―No sé si estoy listo ―me hace saber Asim, con un poco de tensión en el rostro. Algo no tan propio de él.

―Creo que no tenemos muchas opciones.

―No te ves preocupada. ―Me encojo de hombros.

―Eso es porque estoy más que preocupada ―farfullo, consiguiendo que sonría. Desde luego que me preocupa, pero estoy determinada. Volverme hábil y poder ser útil es mi meta.

Es cierto que hemos mejorado, pero definitivamente Liel tiene razón en algo, no solo se trata de ser más rápidos sino de aprovechar nuestras habilidades. Y si sumamos que no tenemos mucho tiempo, debemos ganar destreza, puesto que en teoría tenemos la fuerza.

―Quedan un par de horas antes del amanecer, ¿quieres que comiencen hoy? ―escucho decir a Fabien.

―No. Continúen con el entrenamiento, a partir de mañana estaremos cambiando la dinámica. ―Tras decirlo, simplemente abandona la sala de entrenamiento.

Ni siquiera me ha mirado o al menos dirigido un "nos vemos después".

Trato de ocultar un poco mi sentir, pero la mirada atenta de Fabien no ayuda mucho. Me siento torpe, pero me obligo a continuar, especialmente cuando vuelvo a encontrarme frente a Karam.

―¿Conseguirás golpearme en el ojo hoy? ―Sus palabras son un claro reto, que acepto con gusto, olvidándome un poco de lo demás.

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