❝No solo son tus ojos, es tambien como me miras...❞
Estos sentimientos ocultos me estan matando por dentro...
Pensar en su rostro, susurrar los Te amo entre suspiros, repetir su nombre es un castigo.
El fue y siempre sera mi bella casualidad.
ー❈❀◤Fa...
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Después de haber terminado el examen de matemáticas mire a Kumeko.
Ella soltó el lápiz y me sonrio, ya acabo. Alzó el pulgar de su mano en forma de positividad.
—Bien, se acabó el tiempo.
Todos entregaron sus exámenes.
Esta vez espero poder al menos sacar un ocho en el examen, normalmente los repruebo o aveces saco seis, pero es distinto ahora. Estudie con Kumeko, ella me ayudo, así qué está bien.
—Nos vemos la siguiente clase chicos.—Dijo el profesor antes de salir.
Suspire pesadamente pensando en el examen. Me acerque a mi amigas y me senté al lado de ellas. —¿Cómo les fue?
—Más o menos.—Afirmó Nyoko.
—Bien, ¿Y tú?
—Solo espero aprobarlo esta vez.—Sonrei bobamente.
—Normalmente eres una inútil qué siempre reprueba, pero ahora qué estudiaste tal vez lo apruebes.
—No soy inútil.—reclame con voz ronca.
—Tranquila, no eres una inútil, al menos sirves de mal ejemplo.—Afirmó mi otra amiga.
—No me jodan...
—Solo falta qué repruebes y manden a llamar a tus padres.—Carcajeo Kumeko.
—Pero yo no tengo padres...—Puse una cara triste.
—¡Por eso!—Después de decir eso comenzó a reírse demasiado fuerte.
—¡Cállate, no es gracioso!—Rezonge gritándole en la cara y golpeando el pupitre con las palmas de mis manos.
Ella no paraba de reír, eso solo me alentaba al llanto.
—De verdad....—Murmure.
No fue qué paro de reírse cuándo vio qué estaba llorando.
—¡Lo siento, lo siento, lo siento!—Se disculpo, yo aumente mi lloriqueo.—¡Deja de llorar, lo siento, no era mi intención!
Me talle los ojos tratando de parar de llorar.
—Es qué tu... —Me limpie el moco que escurría de mi nariz con la manga de mi sueter.—Te burlas de mí cómo si fuera tan gracioso.
—Ella tiene razón.—Gracias Nyoko por ayudarme.—Te burlas sin siquiera saber lo qué siente.—Me abrazo.
—¡Ay, perdón!—Volvió a disculparse, está vez revolviendome el cabello.
—Muerete, maldita zorra.
. . . 💐💐 . . .
El mar....
Siempre había sido mi sueño conocerlo. Recuerdo qué hace mucho tiempo, mi madre y yo, vivimos en un pequeño pueblo cerca del puerto.
