Louis tiene examen de física la mañana siguiente.
Él es realmente un asco en física y ni siquiera ha tocado el libro de aquella materia en todo el año.
Lleva puestas sus pantuflas con peluche azul, lo que significa que está decidido a estudiar.
Tiene al menos siete libros de física a su alrededor. Toma uno a su izquierda porque su portada le parece bonita.
Coloca sus lentes encima de su nariz, acomodandolos más de doce veces antes de empezar a leer.
El ojiazul no podía creer la atención que le estaba prestando al texto que intentaba leer. Literalmente, pasaba alguien por el frente de su casa y dirigía su total atención a esa persona. Con las moscas pasaba lo mismo.
Malditos bichos molestos, siempre volando por ahí creyéndose mejor que uno porque tienen alitas.
En fin, Louis no entiende una mierda. Pasa a otro libro.
Sorprendentemente él logra entender las primeras palabras de éste.
Y ahora está llorando de emoción. Louis llora por prácticamente todo, no lo culpen.
La semana pasada comenzó a llorar porque Niall, su mejor amigo, le robo su lapicero favorito.
Seca sus lágrimas y vuelve al libro.
De repente, comienza a escuchar música. ¿Despacito? Creía que así se llamaba la canción que sonaba. Aunque dicho por sus labios sonaría "Despacichou".
Digamos que no le iba muy bien en clases de español.
La música no venía de su casa, claro que no. Él no escuchaba ese tipo de música. Eso era cosa del diablo.
Él solo escuchaba Britney Spears y Lady Gaga, como su madre hacia de pequeña.
Oh, Louis ya sabe de dónde viene esa música demoníaca. El nuevo vecino.
Este se había mudado hace una semana y el ojiazul ya había hecho el ridículo frente a él.
Iba pasando frente a la casa del nuevo, tenía su carpeta de apuntes de la secundaria en la mano izquierda, y, con la derecha, batallaba con el paquete de gomitas que acababa de comprar.
Era uno de esos paquetes nuevos, imposibles de abrir.
Él no sabe bien cómo paso, solo sabe que terminó en el suelo con todos apuntes y gomitas esparcidos a su alrededor. El nuevo vecino estaba regando el patio delantero y se mofó de él.
Para su desgracia, él se instaló en su colegio, causando que deba verlo todos los días. Iba a un curso más adelantado que el castaño, por lo que suponía que tenía dieciocho años.
Bueno, la música había cambiado mientras pensaba estupideces, pero no dejaba de ser música del diablo. Estaba licuandole el pequeño cerebro que poseía.
Decidió que iría a pedirle que bajara el volumen de su música. Así, de paso, podría presentarse.
Ni siquiera pensó en cambiar sus pantuflas, por lo que se pone un abrigo con pelo de alguna criatura desconocida -obviamente artificial, Louis es vegano y le tiene fobia al daño hacia los animalitos- y un short de Adidas.
Camina siendo la paz personificada, manteniendo su cara de "Soy un vecino amable".
Toca la blanca puerta dos veces con idea saludarlo mega cortésmente.
Un rizado con una remera de Britney Spears abre la puerta. Pero ya era muy tarde para dejar de gritarle.
— ¡¿PUEDES BAJAR TU MALDITA MUSICA DEMONÍACA?! ME ESTAS DEJANDO SORDO Y TRATO DE ESTU- oh por dios tienes una camiseta de Britney. ¿Me la regalas?— El chico lo mira entre boquiabierto y divertido.
— Nope, es mía.— Niega con una mueca de maldad pintada en su rostro de recién nacido.
Louis abre la boca sorprendido. La cierra y pone su mejor cara de negociador.— ¿Me la das a cambio de mi inexistente virginidad?— Cruza sus brazos esperando su respuesta. Todo lo que escucha luego son carcajadas e intentos de conseguir aire.
— Tú— Suelta una última risa contenida.— casi haces que me haga pis.— Hace un puchero.
Ahora es Louis el que ríe desesperado.
Seca una lágrima inexistente y lo mira suspirando.
— Deberías casarte conmigo.— Menciona mientras entra a la casa del rizado sin ningún tipo de permiso, aunque él no se ve muy afectado por ello.
— Sí, debería hacerlo.— Cierra la puerta detrás de él para seguidamente tirarse al sofá.— ¿Qué decías antes de casi tener un infarto por mi camiseta?— Palmea el sofá a su lado, invitandolo a sentarse.
— Ah, que le bajarás a la música porque tenía que estudiar.— Se sienta y toma una papa de encima de la mesita que se encontraba al frente de ellos.
— ¿Tenías?
— Si, ya me resigne. Voy reprobar la materia.— Encoge sus hombros.
— Oh.— Siete segundos de silencio, Louis los contó.— ¿Quieres que ponga a Britney?— El rizado mira a Louis.
Louis mira al rizado.— Sabes mi respuesta.— Le brillan los ojos al ver como el aparente ojiverde camina hacia los gigantescos parlantes y comienza a sonar la voz de la famosa rubia.
— Hey, no me has dicho tu nombre.— Se sienta a su lado nuevamente.
— Es que temía que me secuestraras o algo así. Igualmente, si me das tu remera, puedes secuestrarme, matarme, lo que quieras. Ah, y mi nombre es Louis Tomlinson.— Come otra papa, mirando con deseo la ropa del rizado.— ¿El tuyo?
— Styles. Harry Styles.— Dice en una mala imitación de James Bond.
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Básicamente, lo que pasó durante esas tres horas en las que estuvieron juntos, hablaron de estupideces, cantaron toda la discografía de Britney Spears y comieron muchas papas.
Ya eran las 04:34 AM, y Louis debía dormir si quería llegar a clase.
Bosteza con muy poco disimulo.— Bueno, Harry. Moriré si no duermo. Y sé que llorarás demasiado si muero, no quiero eso. Así que debo irme.— Hace cara de superioridad.
El ojiverde hace una mueca.— ¿No quieres dormir aquí? Vivo solo, nadie te dirá nada.— Forma un puchero en sus gruesos labios.
— Todavía no llegamos a esa fase. Cálmate, Styles.— Dice con fingida indiferencia.
Ve cómo Harry se debate algo en su cabeza. Arruga su nariz.— Hey, emm...crees que pueda acompañarte al colegio mañana? O hoy, porque ya son las cuatro y media y técnicamente— El rizado para de hablar al ver cómo Louis mira divertido cómo él divaga. Carraspea.— Eh, quieres?— Pone su mejor cara de ruego.
Harry estaba nervioso. Louis pensaba que él se veía lindo y gracioso cuando se ponía nervioso.
— Claro. Te espero a las 07:30 en la puerta de mi casa. Ahora, si me disculpas y si no también, iré a disfrutar mis dos horas y media de sueño.— Se levanta para tomar su bolso. Luego recuerda que no llevó bolso.
Camina hacia la puerta con un rizado pisándole los tobillos. Este abre la dicha puerta para él.
— Hasta dentro de tres horas, Harry.— Se pone de puntitas para dejar un beso en su mejilla y sale de la casa con pasos ligeros.
Louis camina con sus pequeñas piernas, viendose adorable.
Harry chifla hacia Louis.
Louis le saca el dedo del medio con un gran sonrojo.
Harry está enamorado.
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N/A: Perdonen si hay algún error de ortografía, acabo de terminarlo, estoy re dormida y lo quiero subir ahora bc me gusta cómo quedó.
All the love.
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one shots ||l.s||
RandomNot sexual content, sorry :D. One Shots basados en la hermosa relación entre Harry Styles y Louis Tomlinson.