ｏｎｅ ｓｈｏｔｓ ||ｌ.ｓ||

p r e t t y

— ¡¡HARREEH!! ¡¡VAS A MORIR!!— Grita la pequeña niña palida que Harry tenía como hermana, casi tirando la puerta al entrar.

El rizado no le prestó demasiada atención y siguió con su tarea de pintar sus uñas desprolijamente.

Sonrió. El color celeste le quedaba bien.

A los segundos tiene a su hermana encima suyo y poco después una linda y colorida corona de flores se presenta frente a sus ojos, haciendo que estos tengan un brillo extra.

— oh...— Sonríe marcando sus distintivos hoyuelos.— Es preciosa, Gemma.— La toma entre sus manos, analizandola con su tacto.

— Yo misma la hice.— Chilla la pequeña con emoción, haciendo que sus dos coletas se muevan a la par.

— Pues, es muy linda.— Tararea en aprobación.

— ¡¡Pontela!!— Sugiere hacia el chico de rulos.

Él solo asiente y la posa sobre sus desordenados rizos.

Observa cómo Gemma sonríe orgullosa.— Te ves bonito, hermanito.— Ríe feliz de que su oración rimara.

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— Nos vemos, Ma.— El rizado cierra la puerta para luego darle un mordisco a su manzana.

Harry tenía diez años, por lo que aún iba a preescolar. Y allí se dirigía; a su escuela.

Esta no quedaba muy lejos, así que su madre dejaba que fuera solo. Aunque, antes de dejar que el niño se fuera, le repetía veintiocho mil veces que se cuidara bien.

A Harry se le hacía algo molesto, pero entendía que su madre se preocupara por él.

Acomoda la corona en su cabeza, casi causando que su fruta cayera al suelo.

Ríe por su torpeza y sigue caminando.

Su corona de flores. Él realmente amaba su corona de flores.

Desde que su hermana mayor se la regalo -hace un poco más de dos años- él no había dejado de usarla.

Estaba un poco dañada por el paso del tiempo, pero amaba ver los verdes ojos de su hermanita brillar en felicidad al ver que llevaba la corona.

Su padre decía que era muy femenino. Decía que el pintarse las uñas y usar accesorios con flores era para niñas.

Harry no le daba mucha atención a ese tipo de comentarios. Él pensaba que se veía bonito con ese tipo de cosas. Le gustaba verse bonito.

Dobla a la izquierda en dirección a una calle, de la cual no era capaz de recordar el nombre, y ve a lo lejos su colegio.

Había un gran alboroto allí. Se veía un círculo de gente rodeando algo en específico.

Rueda los ojos. Seguro Brittany estaba haciendo de las suyas.

Pasa al lado del montículo de personas y escucha un "Es muy bonito, me gustan sus ojos.", lo cual captó su atención.

"Bonito" Definitivamente no se trataba de Brittany.

Muerde su labio. Podría seguir caminando hasta encontrar a sus amigos. O podría meterse en el lío de niños y averiguar quién es bonito.

Luego de unos segundos, se decide por la segunda.

Agarra su mochila con fuerza y se dirige hasta el círculo de gente, decidido a averiguar lo que pasaba.

Avanza dificultosamente entre la multitud, dándole a sus ojos una de las mejores imágenes que pudo guardar en su memoria.

Un pequeño castaño de ojos azules riendo junto con sus compañeros de clase.