ｏｎｅ ｓｈｏｔｓ ||ｌ.ｓ||

m y p l a c e

Llega a casa, dejando su abrigo gris luego de un estresante día de trabajo.

Piensa en un té. Uno de esos deliciosos té que Louis hace con todas esas especias raras.

Termina de cerrar la puerta y se encuentra con una escena que, a cualquier otra persona, le parecería tierna. A él, le parecía desagradable.

— Stan, quítate.— Reía ruidosamente el ojiazul al ver como su novio besaba toda su cara.— Hola, Hazz.— Saluda con simpatía su castaño favorito al notar su presencia.

— Hola, Rizos.— Su rubio amigo lo imita, saludando cortésmente.

Stan solo levanta su cabeza en forma de saludo.

— Hola, todos.— Finge una sonrisa mientras mueve su mano.

Se sienta a un lado Niall, quien sabe perfectamente que no está pasándola bien. El rubio hace una mueca intentando reconfortarlo.

Louis se encontraba en el regazo de Stan, su actual novio, siendo mimado por el mismo.

Harry miraba todo eso con rabia, tristeza y una increíble cantidad de celos.

Y cuando digo una increíble cantidad de celos es una increíble cantidad de celos.

Ese es su lugar.

Suyo.

El debería estar besando todo el muy bello rostro de Louis.

Y en cambio, ahí estaba ese imbécil invadiendo SU lugar.

Niall, a su lado, sintió como sus poros irradiaban furia y odio hacia Stan. Lo codeó para que se tranquilizara.

El rizado miro al falso rubio un momento y decidió ir al baño para intentar calmarse.

Lavo su cara un millón de veces, repitiéndose "Es tu mejor amigo y está feliz con ese imbécil".

Apoyo sus grandes manos a los bordes del lavamanos de mármol blanco que se posaba en el baño del departamento que él y Louis compartían.

Peino sus rizos hacia atrás, sintiendo como una rebelde gota de agua salada intruía su mejilla para hacer un lento tour en ella, y al final caer al vacío, o el piso del baño.

Soltó un pequeño y doloroso sollozo.

¿Ya había dicho que ese es su lugar?

Sintió dos toques en la puerta, los cuales interrumpieron sus pensamientos masoquistas.

— Hazz, estás bien?— Escucho la melodiosa voz del chico que lo traía loco desde los quince años.

Sonrió al escuchar el sobrenombre.

Hazz.

Era increíble cómo esa simple palabra de cuatro letras hacia que su corazón diera veinte vueltas hacia atrás en un segundo.

— Sí, pequeño. Estoy bien.— Maldijo al no poder evitar que su voz se cortara en la última palabra.

Louis abrió cuidadosamente la puerta del baño y vio su rostro empapado en lágrimas.

— Hey, qué pasa?— Hablo con suavidad el castaño, pasando sus brazos a cada lado del cuerpo del rizado.

El ojiverde lo imitó y no pudo evitar volver a sollozar.

Así estuvieron, abrazados al otro hasta que el menor logró calmarse.

— Ahora me dirás qué pasa, cariño?— Se para de puntitas para limpiar las mejillas del más alto.

— Es solo que el trabajo me estresa. El estrés me superó hoy, sí? No te preocupes, Enano.— Finge una pequeña sonrisa, rogando que el castaño creyera esa excusa.

Louis hace una mueca, la cual demostraba totalmente que no le había creído una mierda.— No soy estúpido, Hazz. Cuéntame, qué pasa?— Acaricia la mejilla del más alto.

Harry sonríe al tacto. — Es solo...— "A la mierda" pensó en ese momento. Ocho años habían sido suficientes. — Es solo que ese debería ser yo. Y él está ocupando mi lugar. Mi lugar, Louis.— Suspiró y escondió su rostro en el cuello del castaño.

— ¿De qué hablas?— Pregunta suavemente mientras acaricia sus rizos.

— De Stan, Lou. Ese es mi lugar. Yo debería estar ahí abrazándote y besando tu rostro.— Murmuró con una mezcla de vergüenza y enojo.

El silencio invadió la sala por unos minutos.

— ¿De qué hablas?— Repitió un Louis confundido.

Harry se alejó solo un poco, junto sus frentes.— Te amo, Lou.— Para finalizar, dejo un pequeño y casto beso en sus finos labios.

El ojiazul se veía más que sorprendido. No lograba reaccionar o procesar la información que estaba en ese momento recibiendo.

El rizado, desilusionado, suspiró.— Lo siento, sí? Sé que estás feliz con Stan, pero yo solo no pude evitarlo. Es así desde los quince años. Entiendo si ya no quieres vivir conmigo. Puedes decirle al imbe- a Stan que venga aquí. Yo me quedaré unos días con Niall hasta que consiga un lu— No logró continuar, pues unos labios se presionaron contra los suyos.

Ahora era él quien estaba sorprendido y no podía procesar la información que recibía.

Sonriendo, tomó suavemente las mejillas de su mejor amigo, buscando intensificar el beso.

Siente como las manos del chico viajan hasta su nuca, enredándose allí.

Se alejan jadeando con tímidas sonrisas en sus sonrojados rostros.

— También te amo, Hazz.— Murmuró el más bajo besando nuevamente sus labios.