ｏｎｅ ｓｈｏｔｓ ||ｌ.ｓ||

s t r a n g e r

Louis había conseguido una cita.

La palabra emoción quedaba chica su lado.

Alan, un morocho de ojos negros y sonrisa encantadora, el chico de sus sueños, el que lo traía loco desde los quince años.

Le había parecido algo raro que aceptara una cita con él, ya que creía que Alan era hetero.

Lo había visto con chicas antes, podía asegurar que tres de ellas fueron sus novias.

Quizás era bisexual, quién sabe?

La cita se llevaría a cabo el viernes. Lo que quiere decir que faltaban tres días.

Lo raro de el asunto es que Louis ya había empezado a organizar el atuendo de aquella noche. Él quería lucir bonito para Alan.

La elección entre su pantalón rojo o un jean normal se le estaba haciendo eterna.

El castaño sabe que el pantalón rojo resalta su culo*, pero quizás Alan piense que es un regalado al verlo con ese pantalón. 

Tenía un jean en cada mano y giraba su vista de uno a otro, revisando los pros y contras de cada uno.

Se tira a su cama de espaldas.

— Esto tardará un largo rato.— Bufa para si mismo.

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El ojiazul se dirigía al restaurante en el que había quedado con Alan.

Luego una cantidad exagerada de horas, Louis se decidió por una camiseta negra rayada horizontalmente por el color blanco, un pantalón blanco y unas Vans negras.

Las manos le sudaban y estaba a punto de desmayarse, pero eso no impedía que una sonrisa de emoción se mantuviera en su rostro.

Habían acordado reunirse a las 10:00 PM.

Bueno, el castaño quizás había llegado unos minutos antes.

Revisa su celular. 09:45.

O muy temprano.

Se sienta en una de las mesas que permiten la vista hacia afuera e inmediatamente un chico vestido de negro acompañado por una carta forrada en cuero se le acerca.

— Buenas noches. ¿En qué puedo servirle?— Pregunta el chico con una linda sonrisa de cortesía.

— Buenas noches igualmente. Estoy esperando a mi cita, así que en nada por ahora. Gracias.— Le devuelve la sonrisa.

— Aw, una chica afortunada.— El mozo le guiña el ojo.

Louis ríe un poco.— Un chico, en realidad.

— Oh, un chico afortunado entonces.— Forma una sonrisa de disculpa.— Bueno, debo retirarme. Si quieres algo, me llamas.— Agrega dirigiéndose a otra mesa para atender a una pareja.

El ojiazul se acomoda en su asiento y vuelve a checar su celular. 09:50.

Suspira feliz.

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Cuarenta minutos habían pasado desde que el castaño llegó al lugar.

No había rastro de Alan.

Toma un sorbo de el vaso de agua que el mozo se había tomado el trabajo de llevarle.

Luego de minutos debatiendoselo, decide escribirle a Alan para verificar si se encontraba bien.

De: Louis
Para: Alan💕

¿Estás bien?

Pulsa el botón de enviar con el rostro cargado de preocupación.

Siente como su hombro es tanteado. Sube su mirada, intentando averiguar quién era el dueño de ese toque.