Capítulo 10- ¿Por qué me odias?

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Caminé por el pequeño sendero que conducía a la puerta de entrada. Tenía los nervios de punta, sentía mis manos temblorosas y mis piernas flaqueaban pero aún así seguí caminando hasta quedar frente a la puerta de madera. Aún no asimilaba lo que estaba a punto de hacer, todo había sucedido muy rápido esta mañana. Hace apenas unos minutos recuerdo haber estado acostada en mi cama y de un instante a otro ya me encontraba frente a la casa de Liam ¿Cómo habías sucedido esto? Claro, la respuesta a todo este asunto la tiene mi tía Lou. Si no fuera por ella y su emoción de que compartiera tiempo con los chicos, yo estaría plácidamente durmiendo sin que los nervios me consumieran por dentro ¿Pero por qué estaba tan nerviosa? Ah claro, por culpa de un par de zafiros azules y una sonrisa que me saca de quicio. Alejé todos los pensamientos que rondaban en mi cabeza y me dispuse a llamar a la puerta, no podía ser tan difícil.

Estiré mi mano dispuesta a tocar la puerta pero al instante me arrepentí. Al parecer no era tan fácil como creía. Dios, solo debía golpearla con mis nudillos y asunto resuelto. Pero por alguna extraña razón no podía hacerlo. Mi cuerpo estaba congelado frente a la puerta. Respiré profundo y cerré mis ojos un momento tratando de controlarme. Volví a estirar la mano y esta vez, di tres toques leves con mis nudillos. Abrí los ojos y suspiré, lo había hecho. Y ya no había vuelta atrás. Esperé unos segundos hasta que la puerta se abrió dejándome ver una cabellera castaña.

-Kate- saludó él.

-Hola Liam ¿cómo estás?- dije con mi mejor sonrisa.

-Bien, me alegro que hayas venido. No sabíamos si llegarías.

-Pues aquí me tienes.

-Pasa- se hizo a un lado dejándome un espacio para entrar y así lo hice- Los chicos están en la parte trasera. Ven, te llevaré con ellos.

Lo seguí a través de un pasillo y cuando llegamos casi al final, pude ver un gran patio y a los chicos sentados allí. Liam pasó primero y todos pusieron su atención en él hasta que voltearon a verme.

-Hey Kate- dijo Louis acercándose a mí.

-Hola- saludé a todos.

-Estábamos esperándote- dijo Zayn- Únete- me hizo una seña para que me acercara a ellos pero antes me volteé hacia Liam.

-Oye Liam ¿podría usar tu baño?

-Claro. Hay uno justo al lado de la puerta de entrada.

-Gracias.

Volví a adentrarme a la casa rumbo hacia la entrada. Lo que me sorprendió fue no encontrar a Niall junto a los demás ¿Será que no había venido? Un sentimiento de decepción me inundó al pensar eso.

Llegué hasta la puerta y justo como me había dicho Liam, el baño estaba justo al lado. Me acerqué dispuesta a entrar pero una luz que sobresalía por la parte inferior de la puerta llamó mi atención. Al parecer estaba ocupado. Escuché como abrían el abrían el grifo y el sonido del agua que corría. Me recosté en la pared cruzando mis brazos sobre mi pecho mientras esperaba a que la persona que estaba dentro se dignara a salir. Luego de un rato, escuché el seguro de la puerta y luego esta se abría. Me incorporé y me acerqué para entrar pero un cuerpo chocó contra el mío.

-Hola- murmuró él bastante cerca de mi rostro. Bajé mi vista intentando no prestarle mucha atención a sus azulados ojos- Me alegra verte- sonrió.

-¿Me dejas pasar Niall?- pregunté ya que aún seguía frente a mí bloquenado mi camino.

-Claro, lo siento.

Por fin se movió y entré rápidamente al baño cerrando la puerta con un leve portazo. Me acerqué al espejo e intenté peinar mi cabello con mis dedos. Estuve un rato ahí dentro y al salir me sorprendí al ver al mismo chico rubio recostado en la pared como si estuviera esperando algo.

-Al fin sales- dijo sonriendo.

-¿Qué haces aquí? Pensé que ya te habías ido con los chicos.

-Decidí esperarte- contestó encogiéndose de hombros- ¿Vamos?- extendió su mano ligeramente pero la ignoré y comencé a caminar dejándolo atrás.

Sentí como rápidamente se ponía tras de mi y colocaba una mano en mi espalda como si estuviera guiándome. Me separé levemente de él evitando haciendo que su mano se alejara de mí pero igual volvió a ponerla donde estaba.

Llegamos al patio y los chicos al vernos, sonrieron ampliamente con una pizca de picardía en sus sonrisas. Me senté en una silla que Liam había apartado para mí, un poco incómoda por la forma en que los chicos nos miraban a Niall y a mí.

Ellos comenzaron una conversación, todos menos Liam quien había ido en busca de comida y bebidas. De vez en cuando Harry o Louis se acercaban a mí para hablar, haciendo que la idea de no encajar con ellos se esfumara.

-Oigan chicos- gritó Liam llamando la atención de todos- ¿Me ayudan con las bebidas?

-Yo voy- dijo Zayn levantándose y dedicándole una mirada al rizado y a Louis.

-Creo que deberíamos ir a ayudar Harry- le dijo Louis y el rizado lo miró con confusión.

-Pero si ya van Zayn y tú ¿por qué debo ir yo?- preguntó y Louis lo golpeó disimuladamente en la cabeza- Oye ¿por qué hiciste eso?- se quejó.

-Vamos a necesitar mucha ayuda Harry- dijo Zayn entre dientes. Apuntó con la cabeza a Niall y luego me dedicó una mirada a mí. Harry pareció más confundido hasta que pareció entender algo.

-Ohh si- dijo- Ahora voy.

Los tres entraron rápidamente a la casa dejándonos a Niall y a mí, solos. De nuevo. El rubio arrastró su silla hasta posicionarla junto a la mía.

-Y... ¿la estás pasando bien?- preguntó rompiendo el incómodo silencio.

-Si- contesté.

Volvimos a quedar en un silencio que iba creciendo y se volvía cada vez más incómodo. Comencé a juguetear con mis dedos y a mirar a los lado en busca de algo que me llamara la atención y que me mantenga lejos de su mirada. Pero no había nada. Absolutamente nada. Escuché como él suspiraba pesadamente y se acomodaba en su asiento.

-¿Puedo preguntarte algo?- inquirió volviendo a romper el silencio.

Le dirigí una mirada y asentí con la cabeza sin decir nada. Abrió la boca y formuló una pregunta que no me esperaba. Ni siquiera sabía si podría contestarla.

-¿Por qué me odias?

A Promise ||Niall Horan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora