Maratón 1/2
-¿Y bien?- preguntó mi tía Lou impaciente.
Le había contado todo lo que pasó la noche anterior con Niall. Luego de decir todo lo que pensábamos, quedamos en volver a empezar, se podía decir que ahora éramos amigos de nuevo.
-Le di otra oportunidad- dije- Y ahora supongo que somos amigos.
-¿Supones?
-Sí, bueno, solo han pasado unas horas así que creo que nuestra amistad todavía no ha avanzado mucho.
-Espero que vuelvan a ser como antes- dijo sonriendo sinceramente- Todo mejorará, ya verás.
-Eso espero.
Si quería que las cosas vayan mejorando, quería que volvamos a ser inseparables, debía admitir que en el fondo extrañaba los viejos tiempos. Extrañaba poder compartirle todos mis secretos, extrañaba los fines de semana viendo películas toda la tarde y extrañaba nuestras conversaciones sin sentido pero que al mismo tiempo valían mucho.
Me pregunto cómo será desde ahora en adelante. Estando él en la banda más grande del planeta, con millones de fans y cámaras siguiéndolo a todos lados. Me pregunto cómo será salir con él por el parque o simplemente a tomar un café, definitivamente no sería lo mismo que hace unos años atrás.
El timbre de la casa sonó, mi tía Lou fue hacia la puerta mientras yo decidí quedarme en la cocina. No vi necesario ir a atender ya que no esperaba ninguna visita y no creía que vinieran por mí, pero ese pensamiento se esfumó cuando vi una cabellera rubia asomarse por el umbral de la puerta de la cocina, sonriendo de oreja a oreja.
-Hola- dijo con cierta emoción.
-Hey- lo saludé con el ceño levemente fruncido- ¿Qué haces aquí?
-Quise pasar a visitarte- contestó encogiéndose de hombros mientras se acercaba a mí dando saltitos para luego darme un efusivo abrazo.
-¿Por qué estás tan feliz?- pregunté levantando una ceja y a la vez riendo.
-No lo sé, me siento bien, me desperté sintiéndome así ¿Tú no te sientes así? Pues yo sí, me siento feliz- dijo tan rápido que se quedó sin aliento. Reí haciendo que su sonrisa se ensanchara aún más.
-Está bien.
-Estoy feliz de que volvimos a estar como antes, siento que recuperé una parte de mí.
-Oh, lo mismo digo- le sonreí- Es como en los viejos tiempos, aunque se siente... raro.
-¿Raro?- inquirió con el ceño fruncido.
-Sí, me refiero a que han pasado como 4 años, hemos crecido y no somos los mismos adolescentes que éramos antes. Siento que me perdí de muchas cosas que han pasado en tu vida.
-Sigo siendo el mismo- dijo mientras se acercaba al refrigerador tomando una manzana para luego recostarse por el fregadero.
-Sigues siendo el mismo hambriento de siempre, es como si llevaras tu alma de adolescente de 16 años en el cuerpo de un adulto.
-Para que lo sepas, estoy comiendo sano- aclaró mostrándome la manzana y dándole otra mordida.
-¿Si? Apuesto a que estás comiendo fruta luego de ¿cuánto? ¿Un mes?
-Tal vez dos meses.
Solté una carcajada al igual que Niall. Extrañaba poder tener este tipo de conversaciones sin sentido y reírme de todo con él. Se sentía bien tener a mi mejor amigo de vuelta.
-¿Qué harás hoy?- preguntó el rubio terminando de comer su manzana.
-Pues... nada. Me quedaré aquí.
-¿Te parece una tarde de películas?- sugirió.
-¿Como en los viejos tiempos?
-Como en los viejos tiempos- sonreí.
Le dijimos a mi tía Lou que prepare palomitas y algunos refrescos ya que Niall se quedaría toda la tarde, a lo que ella gustosa aceptó. Decidimos ir a rentar algunas películas ya que en la casa no había ninguna de nuestro gusto. Él iba manejando, la radio sonaba a un volumen moderado, no pasó mucho tiempo hasta que estacionó frente al lugar.
Bajamos del auto y entramos. Inmediatamente fuimos a la sección de comedia, eran mis favoritas al igual que las de Niall. Elegimos unas dos o tres que nos parecían interesantes y las llevamos. Algunas personas que se encontraban ahí miraban fijamente a Niall, como si lo reconocieran, me sentí aliviada al ver que nadie se acercó a pedirle una foto o un autógrafo, quería que la tarde solo sea para nosotros.
Regresamos a casa y fuimos a la sala, mi tía Lou ya nos había dejado las palomitas recién preparadas y algunos refrescos sobre la mesa. Fui a mi habitación en busca de unas mantas mientras Niall preparaba la primera película.
Nos sentamos en el sofá, en un momento recosté mi cabeza sobre su hombro. Y así pasamos toda la tarde, riendo de los diálogos de la película, la risa de Niall me hacía reír más que la misma película.
-Oye- dijo Niall haciendo que desviara mi atención de la pantalla.
-¿Si?
-¿Quieres acompañarme mañana al estudio?
-¿Puedo ir? ¿No sería molestia?
-Claro que no- negó- Sería bueno que vayas.
-Genial. Así paso más tiempo con los chicos, hace tiempo que no los veo.
-Ayer preguntaron mucho sobre ti- dijo- Estaban insoportables, no dejaban de curiosear sobre lo que pasó anoche- reí.
-Igual que mi mamá y mi tía.
-Entonces... ¿paso por ti mañana?
-Te estaré esperando.
Nos miramos y sonreímos. La segunda película ya había comenzado y otra vez mis risas se debían más por las tonterías de Niall. Fue una de las mejores tardes desde que llegué a Londres, ahora sentía que podía contar con alguien de nuevo. Recuperé a mi amigo, a mi mejor amigo.