SINOPSIS
Mullingar- Irlanda (2000)
-Vamos Niall- decía aquella niña mientras subía rápidamente las escaleras para ir a su cuarto.
-Ya voy- le dijo el niño con cabellos de oro y ojos color cielo.
Los dos niños entraron a la habitación de la pequeña, el pequeño rubio se sentó en la cama mientras veía curiosamente a su amiga quien revolvía su baúl inquietamente.
-¿Qué buscas?- cuestionó el niño mientras la pequeña seguía buscando.
-¿Recuerdas que te dije que mamá me compró una nueva película?- preguntó la niña con su dulce voz, el rubio la miró confundido pero finalmente asintió.
-Si.
-¡Aquí está!- exclamó la pequeña mientras sostenía entre sus pequeñas manos la película que su madre le había comprado.
El rubio se acercó a ella y le arrebató la película de las manos, inspeccionó la portada y luego la miró mientras alzaba una de sus delgadas cejas.
-¿La princesa y la plebeya?
-Quiero que la veas conmigo- dijo la niña con una sonrisa mientras le sacaba la película a su amigo, el niño negó rápidamente con la cabeza mientras volvía a sentarse en la cama- Por favor Niall.
-Ni lo sueñes, Kate- dijo, la pequeña se cruzó de brazos y lo miró con el ceño fruncido- No veré una película de niñas.
-¿Por qué?- cuestionó la niña sentándose junto a su amigo- ¿Qué tiene de malo?
-No tiene nada de malo, pero esas películas son muy aburridas.
-Niall por favor, hazlo por mí ¿si?
Miró a su amigo tiernamente mientras hacía un pequeño puchero, sabía que Niall no podía negarse, tarde o temprano aceptaría su propuesta. El niño soltó un largo suspiro y asintió levemente con la cabeza. La niña le sonrió y lo abrazó efusivamente, se separó de él y fue a su televisión para poner la película. Volvió y se sentó en la cama junto a su amigo mientras él recostaba su cabeza por la cabecera.
La pequeña prestaba atención a cada detalle de la película, siempre le gustaron las princesas y los cuentos que trataban sobre éstas. El rubio desvió su vista hacia su amiga y esbozó una leve sonrisa al verla tan concentrada.
-Mira Niall- exclamó la niña mientras apuntaba con su pequeño dedo hacia el televisor- ¿No crees que son unas princesas muy bonitas?
-Si, las dos son bonitas- dijo pequeño sin darle mucha importancia al asunto.
-Cuando sea grande quiero ser como una de ellas- dijo la pequeña ilusionada y con un brillo en los ojos.
-¿Como cuál de las dos?
-Mmm...- la niña puso su dedo en su barbilla mientras pensaba un momento- Quiero ser como la morena.
-¿La morena?- preguntó el rubio incrédulo- ¿No te gustaría ser como la rubia?
El pequeño niño no podía creer la respuesta de su amiga, todas las niñas de su edad preferían a las perfectas rubias antes que a una simple morena. Pero lo que él no sabía era que su amiga no es como las demás niñas, ella piensa diferente a las demás.
-¿Qué tiene la morena de malo?- preguntó la pequeña frunciendo el ceño- Ella es igual de bonita que la otra, todas las princesas son bonitas Niall.
-Pero ¿no que las rubias siempre tienen al príncipe más lindo?- preguntó confundido.
-No- respondió la niña negando con la cabeza- Todas tienen príncipes lindos, en este caso la morena tiene a uno rubio... Como tú.
El pequeño dirigió su vista al televisor, su amiga tenía razón. El príncipe era igual a él, mismo cabello dorado, mismos ojos azules... y misma princesa.
-Y la princesa se parece a ti- dijo el rubio.
La niña desvió la vista del televisor para mirar a su amigo. Inspeccionó su cabello castaño y comprobó lo que el pequeño decía, los dos niños se parecían a los protagonistas de la película. Tanto él como ella. La pequeña Kate se acercó a Niall y lo miró fijamente a los ojos.
-Eres mi príncipe ¿no?- el pequeño asintió ante la pregunta de su amiga- Entonces estaremos siempre juntos ¿cierto?
-Claro que sí Kate- afirmó el rubio mirando los ojos mieles de su amiga- Siempre estaré contigo, te protegeré cuando lo necesites, nunca te lastimaré o te dejaré... Por que siempre serás mi princesa.
Los ojos de la pequeña se iluminaron ante las palabras de su amigo, esbozó una pequeña sonrisa y tomó una de las manos de Niall.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.