Capítulo 2- Pasado Pisado

2.4K 173 7
                                    

Fotos, viejos videos, cartas, de todo. Había pasado horas en mi habitación revisando mi viejo baúl, hace años que no lo abría ya que no sentía la necesidad de hacerlo. Además, su contenido me traía recuerdos, pero no todos eran buenos. Había pasado años sin abrirlo, años sin revisarlo, pero ya era tiempo de hacerlo. Aunque ya sabía todo lo que me encontraría dentro, lo abrí igual. Todos mis recuerdos del pasado estaban guardados en ese viejo baúl, aquel baúl que hace algunos años significaba todo para mí y ahora apenas me acuerdo de el.

Entre las millones de fotos que habían, una fue la que llamó mi atención. La tomé entre mis manos y los recuerdos llegaron a mi mente al instante. Recordé cada momento que pasaba junto a él, recordé todas las palabras que me decía, y recordé esa promesa.

"-Siempre estaré contigo, te protegeré cuando lo necesites, nunca te lastimaré o te dejaré"

Y yo como la niña inocente que era, creí en sus estúpidas palabras. Pero no me juzguen, era solo una pequeña de 6 años que aún creía en el conejo de Pascua. Si alguien me decía que me quería, yo lo creía. Si me decían que les importaba, yo lo creía. Y si me prometían algo, yo esperaba a que lo cumplieran. Nunca me di cuenta de que la gente solo habla por hablar, piensan que una "promesa" no significa nada, pero para mucha gente, escuchar las palabras "te lo prometo" puede ser el comienzo de una ilusión. Una eterna ilusión que nunca podrán cumplir.

-Kate- dijo alguien mientras escuchaba la puerta abrirse. Volví a guardar rápidamente aquella foto. Me giré hacia la puerta y pude ver a mi tía Maura.

-¿Qué pasa tía?

-Tu madre quiere que bajes, necesita hablar contigo- dijo, asentí y ella salió de mi cuarto.

Me levanté del piso, guardé las demás fotos y até la bolsa donde estaba toda la basura que ya no necesitaría. No tiré nada de mi baúl, aunque esas cosas me recuerdan el daño del pasado, al fin y al cabo son recuerdos que no pienso botar. Además no todos son malos, hay algunos que me recuerdan momentos felices de mi infancia. Salí de mi cuarto y bajé las escaleras para ir a la sala donde estaban mi mamá y Maura. Mi madre hablaba por teléfono con alguien mientras mi tía Maura estaba junto a ella con una mirada un tanto preocupada. Fruncí el ceño y me acerqué a ellas, cuando mi madre me vio, automáticamente colgó el teléfono.

-¿Sucede algo?- pregunté.

-Siéntate hija- dijo mi madre haciendo un espacio en el sofá.

-¿Qué pasa?

-Hija, tu padre acaba de llamar- murmuró esta vez- Y dijo que tu abuela está mal.

-¿Qué le pasa? ¿Está enferma?

-Al parecer sí- dijo- Está grave y necesita varios cuidados. No sabemos si podrá sobrevivir.

-¿Qué?- dije con mis ojos aguados- Pero ¿podemos hablar con ella aunque sea?

-No es seguro que muera pero tampoco que sobreviva. Pero aún así, tu padre quiere pasar tiempo con ella para poder cuidarla y ayudarla con sus medicamentos- explicó.

Sentía mis ojos cristalizarse, no quería perder a mi abuela. No la veo muy seguido pero aún así ella es una parte de mí, una parte muy importante que no quiero perder. Sentí una lágrima caer por mi mejilla y un sollozo se escapó de mis labios. Mi madre me abrazó fuertemente mientras acariciaba mi cabello y mi tía Maura tomaba mi mano acariciándola con su pulgar.

-Tranquila Kate- dijo mi tía Maura.

-No quiero perderla- dije en un susurro.

-Y no lo harás, ella es fuerte ¿recuerdas? Además nos tendrá a nosotros junto a ella, para poder apoyarla y cuidarla todo el tiempo- dijo mi madre.

-¿Nosotros?

-Kate, tu padre necesita verla, él también está muy dolido por todo esto. Por lo tanto nos necesita a nosotras para que lo ayudemos.

-A ver, déjame ver si entiendo- dije acomodándome en el sofá- Nosotros iremos a ver a la abuela con papá- mi madre aintió- Pero ella no vive aquí en Irlanda, lo que significa que...

-Nos mudaremos a Londres- dijo interrumpiéndome.

Mi boca se abrió ligeramente ¿Mudarse? ¿Londres? ¿Lejos? Bueno, la verdad no tiene nada de malo. Las clases ya acabaron y no tengo muchos amigos o conocidos aquí, así que por mi parte no hay ningún problema. Además, todo es por mi abuela.

-¿Cuándo nos mudamos?- pregunté luego de unos minutos de silencio.

-¿Estás de acuerdo con todo?- preguntó mi madre- ¿Quieres mudarte a Londres?

-Claro, por mi no hay problema. Además quiero ver a la abuela, hace tiempo que no hablamos.

-Me alegra escuchar eso Kate- dijo mi madre con una sonrisa.

-Así que ¿cuándo partimos?- volví a preguntar.

-En estos días, creo que en menos de una semana ya estaremos en Inglaterra- respondió.

-¿Cuánto tiempo nos quedaremos?

-Hasta que tu abuela se mejore, y si nos va bien tal vez nos quedemos un tiempo más.

-¿Y compraremos una casa en Londres?- pregunté.

-No será necesario, la hermana de tu padre nos ofreció quedarnos con ella este tiempo- respondió.

-Bien- dije y solté un suspiro- Creo que iré a mi habitación a ver que cosas llevaré y comenzar a empacar.

-Está bien- dijo mi madre y me dio un beso en la frente.

-Bien, creo que ya debo irme- dijo mi tía Maura levantándose del sofá.

-¿Tan pronto?- dijo mi madre.

-Si, es que Greg nos visitará con su esposa y debo hacer la cena.

-Está bien, nos vemos Maura- dijo mi madre mientras le daba un beso en la mejilla.

-Adiós tía- dije acercándome para abrazarla.

-Adiós cariño- dijo besando mi mejilla.

-Bueno, voy a mi cuarto- dije subiendo los primeros escalones.

Mi madre asintió, volví a despedirme y comencé a subir las escaleras hasta que mi tía Maura habló.

-Por cierto Kate, ya que irán a Londres, podrías volver a ver a Niall- dijo y paré en seco.

-¿Qué?- pregunté girándome.

-Si es cierto- agregó mi madre- Él vive en Londres, creo que podrían reencontrarse ¿no crees?

Sentía un nudo en mi garganta que me impedía hablar y mi estómago daba vueltas. Me quedé parada a mitad de la escalera sujetándome fuertemente del barandal.

-Si... c-claro- tartamudeé, sentía mis manos sudar y mis piernas temblaban.

-Sería maravilloso- dijo mi tía Maura y mi madre asintió- Podrían volver a verse, y volver a salir como antes, y también...

-Si, podríamos hacer muchas cosas- dije interrumpiéndola- Pero no creo que nos volvamos a ver. Digo, Londres es una ciudad muy grande y además él está ocupado haciendo lo que hace.

-Pero yo podría darle tu número y...

-No tía, no es necesario- volví a interrumpirla- Creo que ya voy a empacar. Adiós tía, mándale saludos a Greg y dile que estoy feliz por el bebé. Adiós.

Subí las escaleras casi corriendo antes de que pudieran decir algo más. Entré en mi cuarto rápidamente y cerré la puerta. Largué un suspiro y me tumbé en la cama, colocando una almohada sobre mi rostro para ahogar mis gritos ¿Volver a ver a Niall? Si claro, prefiero tirarme de un puente o que me pise un elefante a volver a encontrarme con ese. Necesito calamarme, saqué la almohada de mi cara y me giré hacia la ventana.

Las posibilidades de encontrarme con él son escasas. Es decir, Londres es una ciudad enorme con millones de personas y miles de lugares diferentes. La probabilidad de que dos personas prácticamente desconocidas y que no hablana hace más de 10 años se encuentren en la gran Inglaterra, son de una en un millón. Así que no hay chance de encontrarme con él, y si eso llegara a pasar, no creo que hablemos. Él es mi pasado, y el pasado es pisado ¿no?

A Promise ||Niall Horan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora