Clubes (3/3)

5 1 0
                                    


Layla

Miré mi horario nuevamente. Tenía otra vez que ir al club de lectura alternativa. Realmente en ese club hacen de todo menos lectura alternativa. Algunos aprovechaban y estudiaban allí, otros se tiraban los trastos delante de todos y luego estábamos un pequeño grupo que simplemente observábamos el ambiente de la sala e incluso a veces comentábamos con quien del club se iba a intentar liar Tana, una de las tres chicas que siempre iban criticando a todo el mundo.

Entonces noté como mi móvil vibraba 

Carlos: ¿DONDE SE SUPONE QUE ESTAS?

Layla: Estoy en mi club de la universidad.

Carlos: Pues sal de ahí ahora mismo, estoy en tu casa, VEN YA

Cogí mi bolso con los libros y salí corriendo de la sala. Cuando me dirigía a la salida vi a Mary correr hacía la enfermería, no paraba de sangrar, detrás de ella había varios chicos que parecían estar mas nerviosos que ella. Me asusté mucho al ver como sangraba, tanto que olvidé que tenia que ir con Carlos.  Corrí tras ella a la enfermería.

-MARY- grité al entrar- ¿ESTAS BIEN?

Mary estaba sentada en una de las camillas y se levantó al verme entrar.

-Claro que sí.

Después se acercó a mí, me cogió de uno de los brazos y me obligó a darme la vuelta.

-Layla- me dijo susurrando- tráeme ropa limpia, por favor.

La miré de arriba abajo, estaba toda ensangrentada.

-Parece que has hecho una matanza- le dije mientras la miraba.

-Que no se te olvide Layla.

Salí de la enfermería, me dirigí hacía mi coche y conduje hasta mi casa. En la puerta estaba Carlos y entonces recordé la conversación.

-Carlos- le dije al salir del coche- había un trafico terrible y no he podido llegar antes.

-Me da igual- me dijo clavando la mirada en mí- te lo voy a pasar por esta vez, pero espero que no vuelva a ocurrir.

-Claro...-le dije cabizbaja- ¿quieres pasar?

-No y menos si hay dentro alguna de tus estúpidas amigas.

-No hay nadie, la casa está vacía.

-No me importa sinceramente- me dijo cortante.

-Entonces, ¿a que has venido?

-A recordarte que estoy aquí, a que recuerdes que cada misero segundo de mas que viva tu padre es por mí y a decirte que se ha enfermado y ha preguntado por ti.

-Déjame verlo, me ha recordado.

Un atisbo de esperanza cruzó mi corazón en ese instante.

-Lo hizo, pero ya no te recuerda otra vez, lo siento pequeña pero las cosas son así. No lo olvides nunca.

Después de decir eso, Carlos guardó su móvil y se marchó. Las lagrimas inundaron mis ojos y empecé a llorar desenfrenada mente. Entonces recordé lo que Mary me había pedido y entré a casa, abrí su armario y cogí unos pantalones, una camisa y una rebeca.

Cuando llegué a la universidad me dirigí a la enfermería y en la puerta estaban todos los chicos que iban detrás de ella cuando la vi. Me dirigí a la puerta y justo cuando iba a entrar un chico muy alto y con melena me lo impidió.

-No puedes entrar- me dijo mientras atravesaba su brazo ante mí.

-Soy amiga de Mary, vengo a traerle la ropa.

-La enfermera nos ha dicho que no puede entrar nadie en un rato, por eso estamos esperando aquí.

-Bueno...Entonces esperaré con vosotros- les dije.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nunca te voy a dejarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora