Arthur Pendragon is The type of...

~T~

Arthur es el tipo de...

Es el tipo de maestro con el cual tienes un Crush.
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Te sentías nerviosa y frustrada.

Habías escrito una nota anónima, en la cual citabas a tu enamorado a verse en el patio del instituto. Te habías animado a regalarle unos chocolates y de paso decirle tus sentimientos.

Pero las cosas no habían salido como lo habías planeado.

Te encontrabas escondida tras un árbol, viendo como el blanco de tus sentimientos amorosos era rodeado por varias chicas.

-Arthur sensei. Acepte estos chocolates, por favor!- gritaban aquellas chicas hormonadas.

Si. Era 14 de febrero, Día de San Valentin.

Y, Si. Tenías un Crush con tu maestro de historia, Arthur Pendragon.

El problema es que no eras la única con aquel problema del "flechazo".

Veías como el de cabellos anaranjados trataba de calmar a todas aquellas estudiantes a su alrededor, sin existo alguno, pero en ese momento, a su rescate llego, Merlín. La hermosa maestra de Química.

Ante la imponente y hermosa figura de la mujer, el grupo de adolescentes se sintió intimidado.

-El receso esta apuntó de terminar- dijo mientras sonreía y se cruzaba de brazos- por favor, regresen todas a sus salones.

Y así el grupo de chicas se disperso.

-Muchas gracias, Merlín. Nunca se como enfrentar este tipo de situaciones- expreso mientras reía nerviosamente.

-Pues es momento de que aprendas- lo regaño- solo tienes que ser honesto- le dijo para luego irse. No sin antes mirar de reojo a la pequeña acosadora tras el árbol.

-Debería darle los chocolates ahora- pensaste.

Pero en ningún momento se movió.

Su cabeza se había llenado de inseguridades en el último momento.

Arthur, el cual se había recostado de una pared, miro de reojo en tu dirección.

Él sabia que te encontrabas en aquel lugar desde hace un rato, había reconocido tu letra en la nota anónima y en cuanto llego no dudo en buscarte, ansiosamente, con la mirada.

Pero cuando se iba a acercarse a ti, fue emboscado por aquel grupo de chicas.

Suspiro y seguido de esto se acercó a paso lento a tu encuentro, pero estabas tan metida en tus pensamientos que ni siquiera notaste su cercanía.

-Hola, tn-chan- te saludo con aquella sonrisa amable- por qué te escondes?

Sentirlo, de manera repentina, tan cerca de ti hizo que dieras un brinco, para luego mirarlo con un gran sonrojo en tu sorprendido rostro.

-Arthur sensei?!!!- gritaste en un ataque de pánico, para luego esconder el regalo tras de ti- q-q-que esta haciendo aquí?!

Él sonrió con ternura ante tus expresiones.

-Solo tomaba un descanso- mintió- Entonces... Que haces tu aquí? El receso término hace unos minutos.

Mirabas tus pies, mientras tocabas la pequeña caja tras de ti, con nerviosismo.

-Que tienes ahí?- indagó tratando de que lo miraras.

-Yo... Chocolates... Regalo...- balbuceabas en voz baja, tratando de hablar con normalidad.

Respiraste profundamente y luego le extendiste aquel detalle a tu maestro.

Él te miro.

Tus ojos estaban fuertemente cerrados, tus lindos mofletes estaban pintados de un intenso color rojo y tu cuerpo temblaba un poco debido a los nervios.

Te veías realmente adorable.

-Es para mi...- susurro con una sonrisa al verte de esa manera- Los acepto. Muchas grascias, tn-chan.

Al tomar la caja, él toco tus manos. Tu lo miraste sorprendida y sin poder evitarlo empezaste a tartamudear.

-S-S-Sensei... Usted a mi... Yo...- antes de que pudieras terminar de hablar, el se había acercado y posado sus labios en tu frente.

Callaste al instante.

-También a mi... Me gustas, tn-chan- dijo con una tierna sonrisa y un pequeño sonrojo en sus mejillas.