Atrapados.

9- Baile

Al día siguiente después de desayunar tome un taxi y fui de compras a buscar un vestido largo para la noche. Recorrí varias tiendas y no podía encontrar un vestido que me gustara tan siquiera un poco; después de unas horas me probé un vestido azul, como azul cielo pero pálido, tenia un escote con forma de corazón que no mostraba mucho, y en la cintura un cinturón con brillos que hacia que resaltara mi cintura, y de ahí para abajo era, suelto hasta el piso.
Fue el que más me gustó y como ya no tenía ganas de seguir buscando y probando vestidos, decidí comprar ese.

Después de tanto buscar, salí de la tienda por fin con un vestido largó, tacones y un antifaz; caminé viendo las distintas tiendas mientras buscaba un taxi desocupado para regresar a mi departamento, cuando me detuve frente a un salón de belleza y comencé a pensar en ¿cómo rayos me iba a peinar? Sin pensarlo mas de dos veces entré a ese salón para que ahí me hicieran algo.

Cuando llegue a mi departamento la noche se acercaba cada vez más, y yo ya estaba casi lista, en el salón de belleza también me habían maquillado. La hora se estaba acercando, así que rápido y cuidadosamente me coloque mi vestido y mis tacones. Inhale hondo y me acerque al espejo lista para ver como me veía y, wow, que cambio, hasta podría decir que me veía.. bonita, el vestido era como de una princesa, ese color hacia que mi piel se mirará mas pálida de lo normal y mi cabello más oscuro, lacio y ondulado, con un pequeño recogido de los lados que me habían hecho. Enseguida borre esos raros y femeninos pensamientos de mi mente y después de ponerme labial rosa, tome mi pequeña cartera y el antifaz para ir al taxi que me esperaba.

James me había dejado el boleto en la mañana antes de irme de compras, así que cuando llegue al salón donde sería el evento, en la entrada solo di mi boleto. Cuando entré me puse mi ridículo antifaz y la música inundo mis oídos, pues, en el escenario había una orquesta tocando piezas clásicas, y en la pista mujeres con vestidos y hombres con trajes bailando al ritmo de la música. Me sorprendí al ver esto, nunca pensé que esto sería un baile así, bueno, nunca había asistido a un baile pero esto era muy diferente a todo.
Caminé alrededor de la pista buscando a James, pero como todos llevaban antifaz y traje no los podía distinguir, que estupidez esto de llevar antifaz.

Para poder distinguir mejor los rostros me adentré un poco a la pista, disimuladamente observaba a los hombres, uno estaba de espaldas a mi y yo podía mirar que dejaba de bailar con una chica para dársela a otro hombre, justo cuando observaba su cabello muy parecido al de James él giro y se encontró con mi mirada, yo lo mire sin hacer nada, ¿era él?
Él hizo una reverencia, me tomo fuertemente de la cintura y de la mano, y comenzamos a bailar. Ni yo ni él habíamos dicho una palabra, pero después de darme una vuelta me acerco más a él.

-¿Buscabas a alguien?- No pude distinguir muy bien su voz debido a la música, pero algo me decía que me había equivocado y este hombre no era James. Me di cuenta de que era más alto y su cabello era un poco más oscuro que el de James y me sentí una completa tonta por haberlo confundido. Al darme cuenta de que estaba bailando con un desconocido no sabía que hacer, así que continuamos bailando y la verdad no se como no tropezaba, era como mi cuarta vez bailando con un hombre. Cuando terminó la pieza vi que el chico me sostuvo con más fuerza de la cintura y lentamente me acercaba más a él y se acercaba más a mi ¡PARA BESARME!, lo pude ver que miraba mis labios y estaba decidió a besarlos, en ese momento supe que definitivamente no era James. Lo empuje con mucha fuerza y me aleje de él enojada..

-¿Qué te pasa, idiota?- Algunas personas de alrededor me veían sorprendidos por mi lenguaje, pero no me importo, me fui de ahí lo más rápido posible y seguí caminando por la pista, ¿Qué tal si no quería besarte y solo fue tu imaginación? se burlo una parte de mi, pero me da igual, si no me conocía no tenía por qué haber bailado conmigo; sentí el tacto de alguien en mi hombro y eso hizo que me detuviera en seco. Me giré rápido y enfadada y mire a un hombre igual que todos los que hay en este maldito salón, con traje y antifaz. La música comenzó de nuevo y todos comenzaron a bailar menos yo y él que nos mirábamos.