Capítulo 32

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En el cuarto oscuro de una habitación que iba en un avión volando alguna parte del mundo, un hombre estaba más que fascinado ante la bella dama que lo acompañaba.

-Por dios. -sonreía el hombre como si hubiera obtenido la lotería o cazado a la presa que estuvo intentando cazar por años, décadas al fin tenia en sus manos y no deseaba tocarla para no ensuciarla, aunque después de contemplarla no le importaría cometer el pecado de hacerlo.

- ¿Quién eres?

-No es mala educación preguntar cuando no te has presentado.

-Dudo mucho que seas alguien estúpido en tomar a alguien sin siquiera saber quién es. -respondió Aruko.

-Es cierto, Elizabeth. -lo dijo de manera como su tuviera un dulce en la boca. -Me gusta mas ese nombre que el de ahora. Es tan ridículo.

-Vaya, que caballeroso de tu parte. -dijo molesta Aruko. -Mi nombre significa Arconte, que es un ángel asique me tomes como un ángel ridículo es algo molesto.

-No te molestes mi princesa. No quiero que tu hermoso rostro se arrugue. -el hombre se sentaba en una silla al revés para no separarse en ningún momento de ella. -Adema, tu no eres un ángel, eres una diosa. Cámbiennos tu nombre ¿Qué te parece?

-Ya no hablare. -tomo su silla y le dio la vuelta para darle la espalda.

Realmente le molesto que digiera eso, de una manera elegante la estaba insultado, pero ni Tsunayoshi que tenia el derecho de hacerlo no lo hacía, bueno él tampoco tenia el derecho de hacerlo, pero Aruko se lo permitía.

-Perdóname por favor. -se escuchaba la silla que se arrastraba para estar enfrente de ella nuevamente. -No quería hacerte sentir incomoda o hacerte enojar, hermosa. -la mirada del hombre podía verse la desesperación de tenerla enfrente, hablar con ella.

Sin duda estaba con alguien que estaba obsesionado con ella y eso le incomodaba porque si estaba obsesionado con ella y teniendo la edad que calculaba que tenía. Podía deducir que estaba enamorado de su madre.

-Cedric. -al decir el nombre pudo notar un odio en su mirada confirmando la teoría que estaba pensando. -Ya veo.

-Eres tan inteligente, igual de hermosa.

-Te enamoraste de mi madre sin embargo ella nunca te hizo caso y tu deseo por ella creció. -al decir lo primera oración, pudo notar que el parpadeaba recordando algo. -Josef, es tu hijo, un hijo que haría lo que fuera para tener la atención de su padre.

-Oh.

-Hace años el apareció en el hospital donde estaba instalado mi esposo y me proponía casarme con él. En ese momento pensaba que quería tener el liderato de los Chess, pero ahora me doy cuenta que estoy equivocada.

-Primera vez que te equivocas. -le decía el hombre que seguía venerándola. -Pero sigues siendo esplendida, dedujiste todo eso con solo unos segundos. Ninguna estúpida de mis amantes o inservible esposa podrían haberlo hecho mejor. Y me daría gusto que me digieras lo que quiero a ahora. -pregunto sonriéndole como un gato.

-Me quieres en tu cama, y formar una familia.

-Correcto. -se paro de su silla. -Todos quieren tener el liderato de los Chess, quieren el poder, la supremacía. Pero tanta avaricia puede hacer marchitar a las mas hermosas flores, las únicas que pueden haber sido arrancadas del Edén.

-Conocías a mi madre.

-Si, yo fui uno de sus seguidores, la que más amo, quería darle el mundo. -pero su mirada se volvió fría. -Pero Cedric con solo un dedo, me la arrebato. -movió su dedo índice. -Todavía lo recuerdo tan perfectamente, yo solo era un adolescente que observaba la ceremonia de elección, las gemelas rubias estaban arrodilladas enfrente de una alcoba, Cedric que estaba entre las sombras y mujeres lo rodeaban dispuestas a complacerlo. Y vi como movió su dedo señalando a su derecha, donde estaba mi amor.

Nuovo Amore (Katekyo Hitman RebornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora