Después de la batalla de los Arcobalenos, algo nuevo sucede en la vida de Sawada Tsunayoshi al tener 18 años. Donde conoce una hermosa mujer Goruden Aruko, lo ayudara a dominar un nueva habilidad que adquirió junto a las aventura que les aguarda ell...
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Estados Unidos es una de más grandes potencias del mundo y uno de los principales productores de diferentes mercancías para el comercio mundial, pero eso solamente es un mascara, bajo esa mascara de "El sueño americano" se encuentra el submundo más vil y escalofriante que puede existir; prostitución, tráfico de blanca y droga, fábricas de metanfetamina, proveedores de armas entre otros profesiones que puede haber en el bajo mundo.
Como en cualquier organización criminal, existen jerarquías y los que son la cúspide de todos los seres despreciables llamados humanos por su forma biológica, era lo que llamados Cerberos. Los tres más poder y tenían a su disposición seres del otro mundo, pero eso no era lo que importa realmente. Entre ellos esta Clarise Blake, llamada Seth.
Solamente faltaba una hora para hacerle frente a esa mujer, la encarnación del mal en un solo ser, en un taller de mecánica se encontraba ocho personas.
-Bien chicos es el momento. –hablo Alex. –Deben de saber que esto es un suicidio seguro y lo más seguro es, si nos agarra vivos nos tortura hasta que no haya ninguna sangre en nuestras venas.
-Es un buen discurso de motivación, Alex. –le hablo Tsuna, con una camisa azul algo pegada y unas botas negras de militar igual que su pantalón, a su lado estaba Aruko aferrada de su brazo, recostaba su mejilla en el antebrazo.
-La psicología inversa es lo mejor. –le sonrió, los otros dieron un suspiro, seguía siendo un niño a pesar del alboroto que harán en los próximas horas.
-Siguiendo lo que había dicho Alex, es muy peligroso lo que haremos. –Aruko se separó de Tsuna y fue por unas tazas de sake que las pasó entre todos. –Una vez que yo me encargue de Clarise, ustedes serán libres por completo. –miro su taza blanca de sake un momento.
-Crees que nos iremos una vez que termine esto. –hablo el proveedor con una sonrisa burlona. –Nos iremos contigo, a la mafia.
-Después de todo es muy difícil encontrar trabajo con nuestros currículos. –el ladrón pelinegro sonrió con superioridad.
-Y es muy divertido, me encantaría hacer más mi trabajo. –Hacker, como un niño mostrando sus dibujos.
-Ya nos escuchaste, joven. –el experto y gigolo a la vez, son su mirada seductora levanto una ceja.
-Me lo imagine. –Tsuna dio un suspiro, Aruko le agarro de la mano. ¿Cómo era posible que cada vez que conoce a personas, siempre lo siguen? –Asique los invitare a comer cuando termine esto.
-Estas tan seguro que ganaremos ¿verdad? –el estafador por pocas veces dijo una verdad.
-Ustedes fueron que me dieron la oportunidad y confiaron en mí. –les sonrió Tsunayoshi, haciéndolos parpadear a todos. A pesar de vivir con él y convivir tantos meses, no se acostumbraban a esa sonrisa sincera y pura, completamente contraria la de cierto demonio. -¿Crees que me rendiré y se los entregare en bandeja de plata a esa mujer? –y una de las miradas más escalofriantes capaz de superar a la de Clarise. –Por supuesto que no. –se desvaneció.
