Era un día venerdì por la mañana cuando el Marqués entra al auto acompañado de su hija, quien parecía tener un buen estado de ánimo. En su interior el vampiro estaba nervioso, porque ese sería el día que las cosas comenzarán a cambiar para todos. Durante todo el trayecto se fue mirando por la ventana en vez de leer los papeles que tenía que chequear para un negocio. Aurora nota que su padre estaba intranquilo, pero prefiere no preguntar mucho debido a que podía ser algo del Consejo Imperial que lo estaba incomodando. Al llegar a Starsoul nota que el auto no se dirige al estacionamiento privado del director, sino que estaba en dirección a la entrada principal del edificio administrativo, esto alerta a la joven.
- Papá, ¿qué sucede? ¿Por qué vamos en dirección de la entrada principal?
- Porque desde hoy quiero que todos vean que eres mi hija y te den el respecto necesario. - Esa respuesta la confunde.
- No entiendo.
- He oído que siguen haciendo comentarios malintencionados sobre tí. No quiero que eso siga pasando. - La mira con ojos preocupados.
- Pero de está manera todos van a saber quién soy, inclusive los vampiros. ¿Eso no va contra las reglas con los corregidores?
- No, porque aún te estoy dando una vida humana.
Aurora no podía comprender ese cambio y de que haya decidido algo tan drástico de la noche a la mañana, entiende de alguna manera que llevaba un buen tiempo pensándolo. Al llegar a la entrada del edificio su padre le toma la mano y la aprieta suavemente para que no se preocupara. Éste baja del vehículo, pero la joven se queda congelada en su asiento, su respiración estaba un poco agitada por el nerviosismo. Su padre dice su nombre y le sonríe, entonces ella decide bajar. Cuando lo hace y sigue a su padre por la entrada del edificio muchos se quedan expectantes y sorprendidos de que eso sucediera, si bien muchos humanos sabían de su familiaridad con el director los vampiros no, por lo que son ellos los que más impresionados quedan. La joven siente todas las miradas en su espalda y al entrar al edificio se detiene.
- Papá, ¿estás seguro de que sea bueno que los vampiros sepan de mi existencia? Muchos de mis compañeros de clase creen que soy una mascota para tí, pero los vampiros puede que malentiendan el hecho de que yo aparezca de esta manera.
- Tranquila, todo estará bien.
- No entiendo este cambio tan repentino y de que este sea el momento cuando pudo haber sido en mi primer año en el colegio. - Éste se acerca a su retoño y le pone sus manos sobre sus hombros y baja un poco la cabeza para quedar de la misma altura.
- No es repentino, llevo pensandolo mucho tiempo. No lo hice en aquella época porque creía que esa era la manera en la que podías ser humana. No obstante, me di cuenta que tu amistad con Trinity era más pura que muchas de las relaciones que has tenido con los humanos.
- Pero...
- Sé que tienes a Tomasia, pero ahora sé que los vampiros quizás no representan un verdadero peligro para tu vida humana. Creo que esto podría hacerte crecer como persona. Así que quédate tranquila y ten la cabeza erguida de orgullo por ser mi hija.
- ¿Pero si sucede algo?
- Nada sucederá, nadie se atrevería a atacar a mi hija. Te lo prometo. - La abraza ante la atenta mirada de algunos estudiantes que estaban hablando con maestros o con administrativos. - Te lo prometo, así que quedate tranquila mi luz.
La joven se hunde en la calidez de su padre, pero pronto suena el timbre para que se dirija a su edificio. Se despide y sale camino a su clase. Todos seguían observando, pero había alguien en particular que quedó muy confuso ante dicho cambio de acontecimiento, Albert se preguntaba qué pasaba por la cabeza del Marqués. En los pasillos los rumores se extendieron rápidamente y al entrar a su salón Tomasia va corriendo hasta donde estaba ella para averiguar qué era lo que había sucedido. Aurora simplemente le dice que su padre estaba cansado de esconder el secreto de quién era ella para la sociedad vampírica, porque al parecer había estado recibiendo presiones. Albert entra detrás de ella y se detiene para saludarlas, su profunda mirada buscaba respuestas, las cuales obtiene de Tomasia, quien estaba muy ansiosa por lo que había pasado. Las chicas populares de su clase la miran con envidia y superioridad, ante esto la joven recuerda las palabras de su padre y camina hasta su puesto con seguridad. Al sentarse respira profundamente y saca sus libros para la primera clase.
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Pacto de Sangre [En Pausa]
RomanceEl destino muchas veces juega con las almas de aquellos que juraron volver a encontrarse luego de hacer un pacto a las puertas de la muerte. ¿Guerra, intrigas, obsesión y muerte podrán acabar con el amor eterno de dos amantes? ¿Qué sucederá cuando e...