Aurora estaba en su habitación descansando un poco antes de que las preparaciones para la noche iniciarán, pero prontamente tocan a su puerta y entran junto a Cordelia un grupo de cinco estilistas para arreglarla. La joven mira a la ama de llaves con algo de nerviosismo, porque con la llegada del grupo el evento se hacía más real. Todo su cuerpo se tensa y su estómago comienza a doler un poco. El estilista principal era un vampiro de doscientos años que parecía un ángel de cabellos dorados, éste iba acompañado de cuatro asistentes, tres vampiros y una humana. Esta situación sorprende a Aurora, porque no era común para ella ver a humanos trabajando tan de cerca con vampiros, es por ello que observa con cautela la situación. Pero prontamente sus pensamientos son interrumpidos por el estilista mayor.
- Por los cielos, eres bellisima, como una obra de arte creada por los Dioses. - Se arrodilla y le toma la mano para besarla en señal de buenos modales. - Mi nombre es Abel Rose, soy el mejor estilista de la ciudad y de todo el Imperio. - Le guiña el ojo y se levanta para comenzar a mirarla de arriba a bajo; luego le toma el largo y liso cabello café claro para olerlo y mirar detenidamente las puntas. - Tienes un aroma natural tan atractivo y dulce que de seguro capturaras la atención de muchos.
- ¿Atención?
- Así es, no solo por el hecho de ser la hija del gran Marqués de Ivory, sino que también por la belleza natural que tienes. Superas con creces a muchas de mis clientas, que son nobles de altos rangos. - Ante sus palabras la tensión se acrecienta en ella, si era como él decia toda la noche no podría encontrar un momento para descansar junto con Trinity.
- Debe estar tranquila, Señorita. - Le dice con un gran tono maternal Cordelia.
- Eso es cierto, mi querida Señorita. - Concuerda Abel. Éste se gira para ver si sus asistentes habían terminado de ordenar todos los instrumentos para el trabajo y poder comenzar cuanto antes. - Bien, mi querida Señorita, es tiempo de que comencemos.
Abel chasquea sus dedos para que sus asistentes se pongan en posición, entonces ordena a la humana que acompañe a la joven al baño para que lave, exfolie e hidrate su cuerpo; esto hace que las mejillas de Aurora se tornaran rojas, porque no estaba preparada para que alguien trabajara en su cuerpo. El vampiro se acerca a ella y la abraza para susurrarle que no tenga miedo, que ellos estaban allí para hacerla la más bella. Cordelia rápidamente se para al lado de ellos y mira muy seriamente al vampiro, quien inmediatamente deshace el abrazo y suelta una risa para relajar el ánimo. Como Aurora estaba aún más nerviosa tras el abrazo decide que la acompañaría mientras una de sus mucamas vigilaba que no sucediera nada en la habitación mientras ella no estaba. Al entrar al baño la mujer intentó quitarle la ropa a la joven, pero ésta la repele y Cordelia le dice que ella la ayudaría; la mujer baja la mirada en señal de disculpa por su falta. La ama de llaves mira a la heredera y le guiña el ojo para que se sintiera segura. Mientras se preparaba mentalmente para quitarse el delicado vestido blanco invierno la mujer llenó la bañera y puso unas bombas de burbujas que tornan el agua de un color celeste claro. Aurora se quita la ropa y Cordelia le da la mano para que pudiera entrar a la bañera con cautela. Mientras la asistente lavaba su espalda, brazos y piernas con un paño exfoliante la joven meditaba que quizás por esa razón la trajeron, para que ella estuviera más tranquila y que no se sintiera observada. Luego comienza a lavar el cabello de la joven con productos especiales que nunca había visto, esto la relaja un poco, porque cuando acariciaban su cabello todo su cuerpo se sentía más en calma. Al cabo de unos treinta minutos en el agua la mujer le dice que puede salir, es por eso que antes de que se levantara Cordelia puso una toalla como pantalla para que la asistente no pudiera observar el cuerpo de la Señorita; Aurora se levanta y el ama de llaves la envuelve con la toalla para luego darle una para que se pusiera en el cabello y se secara ella misma para que estuviera más cómoda. Cuando terminan la asistente le da una bata de seda para que se pusiera antes de salir y ésta se va a un rincón para quitarse la toalla.
ESTÁS LEYENDO
Pacto de Sangre [En Pausa]
RomanceEl destino muchas veces juega con las almas de aquellos que juraron volver a encontrarse luego de hacer un pacto a las puertas de la muerte. ¿Guerra, intrigas, obsesión y muerte podrán acabar con el amor eterno de dos amantes? ¿Qué sucederá cuando e...