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Angeline

Para la mañana siguiente me sentía mucho mejor. Por un momento sentí que todo esto fue bueno, si, solo así volví a tener cerca de mi hermano. No se despegó de mi ni un instante, si por el fuese hubiese pasado la noche cuidándome, llegó muy temprano a ver como estaba y se quedó un rato hasta que empezaron las clases. Me dijo que volvería más tarde, después de su entrenamiento de quidditch.
Por suerte no estaba sola, mis amigos fueron a visitarme: Neville, Luna y los gemelos, llevándome flores y dulces.


—Creo que solo necesitaba estar aquí para que viniesen.

—Lo sentimos, hemos estado algo ocupados— Se disculpo por todos Neville, terminando de acomodar unas flores en la mesita junto a mi cama.

—Lamento que te sintieras abandonada —agregó Luna.

—Pero nos encanta que nuestra Edevane favorita este mejor— hablo Fred alborotando mi cabello, se notaba muy feliz de verme, incluso un poco más que el resto de mis amigos, al menos eso sentía.

—Gracias por los rosas azules chicos.

—Fred tardo un poco en conseguirlas —Revelo mi simpática amiga.

—Gracias Fredy —sonreí con un ligero rubor en mis mejillas, sus gestos siempre me causaban una hermosa sensación.

-—Freddy— me imito George —jamás vi que combinaras a la perfección con el color de cabello —se burló su gemelo, ganándose un golpe en la cabeza por parte de su hermano.

—No es nada, linda... —agrego en un susurro apenado, lo vi tan nervioso que me sentí alagada, no creía que existiera alguien con tuviera estos gestos tan lindos conmigo como Fred — Bueno, es hora de irnos, estos dulces no se venderán solos — tomo una enorme caja en sus manos — si necesitas una píldora de vomito para volver a saltarte clases, nos dices.

—Chicos por vigésima vez, no me enferme a propósito — los gemelos me abrazaron.

—Hay una cita pendiente —susurro Fred antes de irse junto con Luna y su gemelo.

—Neville —logre hablarle sin que los demás me escucharan, queria hablar con el tranquilamente, sé que mis amigos ocultaban algo —¿me quieras decir algo?

—¿So-sobre qué?

—No lo sé, te he notado distante. Dime ¿algo hice para molestarte?

—No, para nada Angeline es solo que... —empezó a ponerse nervioso, trato de ocultar sus manos temblorosas, sin embargo, las detecte escondida en los bolsillos de su pantalón, no podia dejar de moverlas —bueno, hemos formado un grupo Harry y...

—¿Un grupo? — entre cerré mis ojos— ¿de qué?

—De- de estudio, claro... —Me quede mirando fijamente a Neville él estaba más que nervioso, mi intención era intimidarlo con la mirada hasta que soltara todo, pero no siendo el caso, no me quedo de otra que entrar rápido en su mente.

𝐓Ú 𝐌𝐄 𝐇𝐀𝐂𝐄𝐒 𝐕𝐀𝐋𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora