Los mellizos Edevane reciben su carta de Hogwarts para cursar su quinto año. Toda la vida han sabido que su familia tiene un linaje de sangre pura y para ellos el tema de la magia es lo más normal. Al llegar a Hogwarts se encontraran con las reglas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Angeline
Me coloque un listón negro que decoraba mi rubia cabellera, no estaba preparada para asistir a tal evento. Pero tal vez sería el último estando cerca de mis amigos, o al menos cerca de ellos haciéndoles creer que era alguien que tal vez nunca fui.
Estaba casi lista, solo faltaba cambiarme, me quite la bata de seda que cubría mi cuerpo desnudo, no me había detenido en mucho tiempo a ver mis cicatrices y recordar el rostro de Draco al mirarlas, incluso es imposible para mi creer que fui capaz de atentar contra mi propia vida. No podía borrarlas, me perseguirían para siempre recordándome mi peor momento de cobardía, tal vez en algún punto deje de mirarlas con vergüenza junto a la marca tenebrosa.
—¿Se puede?— pregunto mi hermano fuera de mi habitación dando tres toquidos a la puerta.
—Dame un segundo— Me apresure a cambiarme, me coloque mis medias, zapatos el vestido y finalmente mi abrigo— pasa.
Alarick asomo el rostro y yo asentí, invitándolo a entrar completamente, igualmente vestía todo de negro y su cabellera estaba perfectamente peinada y sujeta en una coleta.
Sentí una gran tristeza de verlo apoyado en un bastón que lo ayudaba a caminar, su pierna hasta el momento no presenta mejora.
—Te he dicho que así te miras más...¿interesante?—arquee una ceja, sonriendo levemente.
—Sí, búrlate de tu hermano lisiado.
Durante la batalla mi hermano fue herido, me conto el porque sucedió, pude entenderlo y al mismo tiempo la culpa volvía. No se pudo atender a tiempo era tan necio para dejarse ayudar y eso causo que su pierna quedara dañada, no le es fácil flexionarla, por tanto mantenerla siempre recta le causa malestar, supongo que con el tiempo aprenderá a soportarlo, mientras tendrá que acostumbrarse a utilizar el viejo bastón del padre de Ares.
—¿Crees que sea buena idea?— pregunte mientras rociaba algo de perfume sobre mi ropa.
—Es necesario —respondió.
—¿Algo que quieras decirme?— me acerque hasta él
—Esa noche en la torre de astronomía, yo...no lo se, supongo que solo entendí lo que quería o no lo sé...—no lograba poner en orden sus palabras— El punto es que Dumbledore se dio cuenta de nuestra presencia.
—¿Por qué lo dices? —mostré interés.
—Es difícil describirlo, solo es estúpido pero solo lo se, Dumbledore conoció nuestro padre, a nuestra madre ¿Crees que no sabía quienes éramos o de quien éramos hijos?