-¿Qué ha pasado Natt?- me dijo Yugyeom preocupado y un poco alterado. Era normal. No debía entender nada.
-Yo...-me llevé las palmas de las manos a los ojos pero me paré. Estaban llenas de cortes. Bajé la mirada. Las rodillas igual. Era idiota.
-Natt... Cuentame...-dijo insistente.
-¿Estáis bien?-preguntó Bambam desde el salón.
Yugyeom iba a hablar pero le tapé la boca, cosa de la que me arrepentí porque mis heridas tocaron sus labios y por muy suaves que fuesen las heridas escocían. Me mordí el labio y me trague las lágrimas.
-Si, estaba bebiendo agua y Yugyeom me ha asustado. Por su culpa he roto un vaso. -mentí y lo odió con cada palabra pero no quería volver a preocuparle.
Yugyeom me miraba con los ojos abiertos juzgando. Aparté la mirada y la mano.
-Luego le pegamos. -Respondió Bambam.
Al ver que no entraba en la cocina solté todo el aire que había estado aguantando sin darme cuenta. Miré a Yugyeom y vi que le había manchado de sangre. Me apresuré a limpiarle pero el me paró.
-Ni se te ocurra movertr.-me dijo serio. Yo me quedé quieta.
Vi como el se limpiaba la sangre y recogía los cristales del suelo y mi móvil. Me lo tendió. Habían colgado pero la pantalla estaba rota y se había mojado. Tenía que comprar uno nuevo.
-Voy a curarte-me dijo.
-Yugyeom...no.
-¿No? ¿Cómo que no? Estás sangrando.
-No, es decir si. Pero aquí no. Llevame a mi hotel por favor.
Sin decirme nada mas esperamos a que no hubiese nadie cerca de la puerta para poder marcharnos sin ser vistos. Yugyeom cogió mis cosas y yo fui detrás suya intentando ir lo más rápido posible.
Yugyeom abrió el maletero del coche del grupo y metió mi mochila atrás. Se subió en el asiento del conductor y me abrió la puerta del copiloto.
-¿Por qué le has mentido, Natt?
-Yo... No puedo decirlo...
-Sabes que no está bien.
-Lo se. -dije casi gritando. Me giré para mirarle a la cara.-Se que no está bien y me ha dolido muchísimo tener que hacerlo. Pero prefiero eso a preocuparle a lo tonto y descentrarle de sus obligaciones. No puedo volver a su vida y aportarle problemas. Solo quiero que sea feliz y si para eso tengo que guardarme mis problemas es lo que haré.
El me miró callado y no volvió a decirme nada durante todo el trayecto.
Cuando llegamos a mi habitación me dijo que me sentase en la cama mientras el iba a por las cosas de primeros auxilios. Mientras buscaba las cosas yo me tuve que quitar los pantalones para que pudiese limpiar bien las heridas de mis rodillas. Fue más difícil de lo que pensaba. Las heridas de las manos me ardían. Intenté no gritar pero las lágrimas empezaron a salir solas. Por fin me deshice de ellos y me puse los de el pijama que eran cortos y anchos. Cuando Yugyeom llegó y me vio con la cara empapada de lágrimas se preocupó.
-Estoy bien... Solo... Duele.
-Lo se pequeña. Pero estoy aquí. Te voy a curar, ¿vale?
Asentí.
Primero me limpió las palmas de las manos echandome agua oxigenada y dando pequeños toques con una gasa para que no se pegase a la herida. Eso no dolía mucho. Después hizo lo mismo con las rodillas. Si se dio cuenta de que tenía los pantalones del pijama no dijo nada.
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Begins. Yugyeom
RomanceEmpiezo de cero. Nueva ciudad, nuevo país, nueva vida. Eso pensaba Natt, pero no la iba a ser tan fácil. Lo que se tornaba posible resultará ser más complejo de lo que pensaba. ¿Quién es el chico misterioso del avión? ¿Quién la está siguiendo? ¿Qu...