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El sol que se filtraba por la ventana me despertó, eso y un pequeño ronroneo. Abrí los ojos y vi a la gata de JB en mi cama durmiendo pegada a mi. Sonreí con ternura. Cuando me moví esta se despertó y empezó a estirarse como yo.

-Buenos días. -le dije a la gata tocándole entre las orejas. Esta se dejó acariciar y yo me lo tomé como un "Buenos días a ti también".

Finalmente me terminé levantando. Me dirigí al baño y me lavé la cara. Sorprendentemente las ojeras no se notaban mucho. Había sido una noche movidita, plagada de pesadillas. Terminé saliendo de mi nueva habitación y para mi sorpresa no había mucho movimiento. Parece que los únicos que danzabamos por el salón eramos Coco y yo, así que decidí hacer el desayuno para todos como agradecimiento.

Cuando empecé a mirar que podía hacer de comer una mano se posó en mi cintura. Yo pegué un saltito sorprendida. Me giré y ahí estaba Yugyeom con el pelo alborotado y con cara de haberse levantado hacia relativamente poco.

-Buenos días.-me dijo sonriente.

-Buenos días. Me has asustado.

Él se rió.

-¿Qué tal has dormido?

-Bueno... Bien ¿y tu?

-¿Por qué no has dormido bien? ¿Otra vez pesadillas?

Asentí.

-Anoche volvieron a llamarme...

-Natt, ¿por que no me lo dijiste?

-Fui a buscarte, pero estabas dormido. No queria despertarte. Además no descolgué el teléfono.

-Hoy nos vamos a ir a comprarte un móvil nuevo. No quiero saber que ese tipo puede contactar contigo en cualquier momento. 

-Está bien, ¿pero, tu has dormido bien o no?

-Sí...La verdad...-resopló y se pasó la mano por el pelo. Por un momento me imaginé acariciándolo yo.- La verdad es que he dormido muy bien, estaba tranquilo porque sabía que estabas a salvo. 

Yugyeom se acercó a mi y me quedé atrapada entre él y la encimera. 

-No pofría soportar que te pasase algo malo. Nunca me lo perdonaría. 

-Pero no sería culpa tuya. Siempre me pasarán cosas malas y cosas buenas, igual que a ti. Así es la vida.

-Se que no podría culparme si caes enferma o si tienes un accidente, pero igualmente lo haría. Me daría mucha impotencia. Sobre todo con todo esto que te está pasando ahora, si llega a pasar algo malo y yo no estoy ahí o no puedo hacer nada... No me lo perdonaría jamás.

-Ey-le dije levantándole la cara por la barbilla.-Ya lo haces. Haces mucho más por mi de lo que te piensas. Los chicos y tu sois mi único apoyo aquí, sobre todo Bambam y tu. Eres el único que lo sabe y me ayudas en todo lo que puedes, no te reproches nada.

El sonrió y yo le devolví la sonrisa. Su cara se acercó a la mía y me dio un tierno beso en la mejilla.

-Eres increible Natt.

-Nos parecemos en algo entonces.

-Natt, yo...

-Buenos días.-dijo Bambam entrando por la puerta mientras se estiraba.

-Buenos días marmota.

-Habla por ti, ¿estáis haciendo el desayuno?

-Sí. Era un desayuno sorpresa.

-Has estropeado la sorpresa.-dijo Yugyeom.

-Bueno en ese caso me iré a la cama otra vez, cuando esté listo me avisáis.

Begins. YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora