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No había vuelta atrás. He estado intentando protegerlos a todos de mi pasado, de Ethan, pero no funciona y no sé qué hacer ya... Estoy perdida. Se que es la hora de sincerarme, de sacarlo todo fuera. De confiar en que me entiendan, por lo menos Yugyeom. Bambam lo entendió y me apoyó, pero no puedo esperar lo mismo de todos. Además ahora... Ahora no puedo perderle. Terminaría por romperme del todo si eso ocurre.

Cuando Yugyeom me pidió sinceridad era lo mínimo que podía hacer. Después ya veríamos juntos como protegernos.

Me acomodé en la cama y Yugyeom a mi lado.

- Tienes razón.- le dije. - Te lo contaré todo. Al menos lo intentaré. Espero... Que no te vayas después.

El iba a replicar algo pero le frené. No quería que prometiese nada si no estaba seguro de poder cumplirlo.

- Cuando era pequeña y mi madre empezó con su adicción al alcohol yo me quedé sola. Ya sabes esa parte. Mi padre viaja mucho y mi madre no estaba en casa casi nunca. Tenía que hacer yo todo lo de la casa y mis necesidades. Yo no sabía cocinar. Solamente lo básico. Comía sobras o comida preparada hasta que empecé a coger dominio en la cocina. Eso me creó un desequilibrio alimenticio. Siempre he estado más regordeta que las demás chicas, con más curvas, más muslo y si a eso le sumas mi altura... Eso me convirtió en un blanco fácil. Fui la diana de todas las burlas. Gorda, bola, ballena, ¿De cuánto estás? Solo tenía siete años. Me cerré. Para todos menos para mi padre. Yo le decía que en el cole tenía un montón de amigos, que cada día jugábamos a un juego distinto. Tenía muy poco tiempo para disfrutar con él, así que, ¿qué iba a hacer? ¿Decirle que su hija se tomaba el desayuno del patio en el baño del cole para que nadie la viese llorar? ¿Que se sentaba en la última fila y no levantaba nunca la mano por vergüenza? No podía preocuparle. Quería disfrutar el tiempo con él y que el lo disfrutase conmigo sin que pensase en nada más.

"Esto continuó hasta el instituto... Siempre la marginada. Me dejé el flequillo largo para que me tapase casi toda la cara y no ser objeto de burla. Me pusieron aparato. Más insultos. Dejé de comer. Solo desayunaba un vaso de leche y comía un filete. Ni una comida más al día. A los 15 años Ethan entró a mi vida. "

Vi como Yugyeom se tensaba a medida que mi historia salía por mis labios. Intentaba no mirarle a la cara por...¿vergüenza? ¿Miedo? No se.

- En esa época mi madre había conseguido dejar un poco de lado la bebida y estaba más tiempo en casa. A mí me quitaron el aparato y saqué fuerzas de pedir la sala de música en los recreos para poder bailar y cantar. En las clases dibujaba y no prestaba atención porque iba adelantada al resto de la clase. Ethan se sentó en la última fila y yo tuve que sentarme en la de delante suya.

"El tampoco hablaba con nadie y en clase participaba con algún comentario gracioso o para retar a los profesores. Tenía toda la oreja agujereada y un pircing en el labio. Yo pasaba de el como el resto de la clase. Sin embargo, un día, empezó a intentar hablarme. Yo no le contestaba y en el recreo volvía a la sala de música. Un día unas chicas me siguieron y empezaron a insultarme diciendo que una gorda nunca podría dedicarse a nada de esto. Las dije que me dejaran en paz. No contentas con los insultos me agarraron y empezaron a pegarme para dejarme tirada en el suelo y tirándome un yogurt por la cabeza. Me quedé allí tirada, sin poder levantarme. Hasta que Ethan llegó. Para mi sorpresa me ayudó. A partir de allí nos hicimos amigos y los insultos cesaron. Nadie se volvió a meter conmigo.

Entré en su círculo de amistades donde estaba Esther y muchos más. Empecé a salir más y a soltarme. Al tiempo Ethan y yo empezamos a salir. Lo que no sabía era lo que vendría después.

Según iban incluyéndome más me di cuenta por qué cesaron los insultos. La gente nos tenía miedo. Ese grupo de amigos se dedicaban a pegar a los demás si se veían amenazados. Se regían por amenazas y puñetazos. Era la ley del más fuerte y ellos estaban en la cúspide. Cuando me enteré quise dejarlo con Ethan pero se obsesionó conmigo y no dejaba de acosarme. Me llamaba, me seguía a todos lados, no dejaba que nadie se acercara a mi. Tiempo después se metieron en negocios más turbios. Pasaban droga y hacían carreras de coches ilegales. Le dejé a pesar de sus amenazas. Ese fue mi error. "

Paré un momento a coger aire. No podía seguir diciendo nada más. Esa noche no sabe nadie lo que pasó, solo Bambam y con eso de momento era suficiente.

- Después de una noche corté todos los lazos con el grupo y les bloqueé. Me cambié de instituto y me mudé a un apartamento con mi padre. Borrón y cuenta nueva. Pensaba que todo había acabado. Pero él me avisó Yugyeom, me avisó y no le creí. Me dijo que nunca se iría, que me buscaría y que volvería a ser suya. Si no lo conseguía iría a por mi familia y amigos cercanos. Pensaba que no teniendo amigos en España y mudándome aquí todo acabaría por fin. No esperaba que viniese a buscarme. No creía que todo esto fuera a pasar... Yo... Lo siento... - me derrumbé. Las lágrimas comenzaron a salir y no era capaz de mirar a Yugyeom a la cara. - Tal vez podría haber intentado algo para pararlos, para que dejasen de hacer esas cosas pero en ese entonces no sabía qué hacer y tenía miedo. Y ahora, por mi culpa estáis en el punto de mira de Ethan. Solo lo sabía Bambam. Era mi único apoyo. Mi padre no sabía nada, era inocente de todo y ahora está en el hospital.

Ya está. Le había contado todo menos aquella noche. Ahora estaba en todo su derecho a irse de mi lado, a huir, a ponerse a salvo, y no le culparía.

- Entendería que no quisieras...-no pude acabar. Yugyeom me abrazó. Protegiéndome de todo y haciendo que me fuese de allí, dejándome desconectar de todo aquello.

Me aferré a su camiseta como si de un chaleco salvavidas se tratase.

- Estoy aquí Natt y no me iré. De lo único que me arrepiento es de haberte conocido ahora y no antes. Podría haber sido tu otro apoyo y haberte ayudado. Pero ahora te aseguro que no volverás a estar sola.

Me deshice en llanto. Todo lo que llevaba dentro desde hace tanto tiempo empezó a salir. El abrazo de Yugyeom me drenó, sacó todo lo malo, todo mi pasado. El sabe hasta que punto estoy rota y aún así sigue aquí y se que no se irá.

- Lo siento... Intentaba protegeros.

-Deja de disculparte Natt. Ya te lo he dicho, ahora no volverás a estar sola. Apóyate en nosotros. No me ocultes más cosas por favor, y menos por querer protegerme. Yo también te contaré todo. Tu no tienes la culpa de que este capullo sea así. No vas a volver a afrontar nada de esto tú sola.

- Gracias Yugyeom... Pero hay una cosa que no te he dicho pero no puedo...

-Lo se. Pero ahora mismo con lo que me has dicho me puedo hacer una composición de lugar.

Me acariciaba el pelo mientras me hablaba y yo me sentía una niña pequeña de nuevo. Indefensa, pero no tenía miedo. En el fondo sabía que yo no era la chica asustadiza de mi pasado. He cambiado y puedo afrontar lo que me venga, porque se que no estoy sola.

-Natt...- dijo Yugyeom rompiendo el abrazo. - Cuando te he visto en el suelo llamé a los chicos. Bambam y JB estás al corriente de lo que le ha pasado a tu padre y Bambam sospechaba de Ethan, he tenido que contarles lo de las llamadas pero nada más.

-Lo entiendo...

-Tranquila, los demás no saben lo de tu padre. Les he dicho que no se lo digan.

-Gracias.

-No me las des. Mañana salimos a Corea.

- ¿Todos? No quiero que os quedéis sin vacaciones...

-Tranquila, solo vamos tu y yo.

- Vale... ¿Puedes...Puedes quedarte aquí esta noche?

- No te dejaría en este estado sola Natt, no hacía falta que me lo pidieses. Pero necesito ir a por mi pijama.

-Claro... Yo te espero aquí.

Yugyeom me dio un beso en la frente y se fue de la habitación llevándose la llave para que yo no me tuviese que levantar a abrir. Me puse mi pijama y entré en la cama. Todo esto me había dejado hecha polvo, pero me alegraba que Yugyeom no se hubiese ido de mi lado. No me iba a volver a quedar sola. Las lágrimas volvieron a salir recordando aquella noche en mi casa... Aquella que no me había atrevido a decirle en voz alta... Si hubiese actuado de otra forma... Sin darme cuenta me quedé dormida con la almohada empapada en lágrimas.

Begins. YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora