32

19 2 0
                                    

Yugyeom

Joder.

Eso es lo único que podía pensar en ese momento. Después de que se alejara de mí fue contoneándose hasta su dormitorio.

Era demasiado. No sé como pude haber aguantado tanto teniendo en cuenta lo mucho que me pone. En cuanto ella desapareció por la puerta fui hacia allí detrás suyo.

Al entrar la vi de espaldas a mí. Se estaba girando para mirarme. Tenía la picardía pintada en la cara. Me acerqué a ella y le recorrí la cintura con las yemas de mis dedos, despacio, saboreando cada segundo. Ella echó el cuello hacia atrás dejándolo expuesto. Joder... Mis manos se tensaron y se clavaron en sus caderas sin poder evitarlo. Mi boca buscó su cuello y lo llenó de besos y pequeños mordiscos mientras mis manos intentaban deshacerse de su camiseta. Me sobraba.

Cuando me deshice de la prenda me separé para observarla bien, igual que ella había hecho conmigo. Los vaqueros se ceñían a sus caderas y se empezaba a ver la piel de su cintura. Miré sus curvas y más tarde su pecho, cubierto únicamente por un sujetador negro. Eso también sobraba. Dios... No podía más.

Me acerqué a ella y vi que estaba roja. Tal vez le diese vergüenza exponerse así. No quería que estuviese incómoda. Me mordí el labio sin poder frenarme. Ella lo vio y no le pasó desapercibido. Terminé con el espacio que nos separaba y me agaché hasta su oreja.

- A mi también me gusta lo que veo... Aunque te sobran cosas.

Su cara hizo ebullición y me empujó contra el colchón. Yo me dejé llevar. Ella se subió encima mía y se acercó a mi cuello.

-Callate.- dijo antes de morderme.

Mis manos se cerraron en torno a sus caderas acercándola a mi. Ella seguía besándome el cuello y jugando con su lengua hasta que hizo que se me escapase un gruñido.

La agarré el culo con fuerza. Joder, todo eso me iba a matar. Le desabroché el sujetador y se lo quité tirándolo fuera de mi vista. Ella se incorporó y fue mi oportunidad. Le cogí de las caderas y la empujé para ponerme encima. Le desabroché los vaqueros y quitándoselos también. Cuando solo le quedaba la parte de abajo de la ropa interior me volví a demorar mirándole. Era perfecta. Al menos yo la venía así.

Su piel blanca y surcada por millones de pecas y lunares, suave, que no me cansaría nunca de tocar. Sus pechos, sus piernas, todo...

-Estas tremenda Natt... No sabes lo que me haces sentir solo con mirarte...

Esta vez fue ella la que me desabrochó los vaqueros a mí mientras atrapaba mis labios con los suyos.

La ayudé y me deshice de mis pantalones mientras sus manos se enredaban en mi pelo. Quería ser delicado. Borrar a Ethan de su piel del todo, que no volviese a recordar su contacto, solo el mío.

Le acaricié los costados, el vientre y las piernas. Le besé el cuello y fui bajando por la clavícula, el pecho, el vientre... Alternando besos y mordiscos. Despacio le quité lo que le quedaba de ropa. Sentí como se tensaba bajo mi mirada, como se ponía roja y nerviosa.

Yo estaba absorto con su belleza. Seguí mi camino de besos y caricias hasta acabar entre sus piernas. Ella estaba tensa pero a medida que le acariciaba y besaba suavemente se fue relajando. Cuando estuvo relajada empecé a jugar con mi lengua. Ella me agarraba el pelo mientras echaba la cabeza hacia atrás y se mordía el labio intentando silenciar los gemidos. La humedad iba llegando y yo me incorporé despacio volviendo a su cuello con una ristra de besos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 19, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Begins. YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora