22

33 3 0
                                    

Cuando llegamos al hotel estamos muertos por la paliza de todo el dia en la playa, pero no podemos hacer mucho por descansar ya que hemos quedado para cenar todos junto con los padres de Marck y más tarde nos quiere llevar a una discoteca que él solía visitar a menudo.

Al llegar cada uno va a su habitación a prepararse y por supuesto yo hago lo mismo. Mi idea era ponerme algo para la cena y luego cambiarme para la discoteca. Así que cogí los dos conjuntos y los puse sobre mi cama para tenerlos listos. Entré al baño y puse el móvil a cargar, mientras el reproductor estaba a todo volumen y yo me desganitaba cantando la canción de Torm de Natalie Imbruglia. Soy consciente de que es una canción que ya tiene sus años, pero es una de mis preferidas. Me recuerdan a los viajes en coche que hacía con mi padre. Siempre ponía los mismos Cds y entres sus canciones estaba esta y muchas otras como Never ending story o Bohemian Rapsody. Crecí escuchando grandes canciones. Creo que de ahí viene un poco mi afición a la música.

Salí del baño ya duchada y con la toalla en el pelo. Todavía quedaba mucho para que fuesemos a cenar así que me lo tomé con calma, además el baño estaba lleno de vapor y el cristal se había empañado. No podía hacer mucho todavía. Mientras se quitaba el vaho del baño me puse a secarme el pelo en la habitación. Me gustaba mucho mi pelo rizado, pero si me lo secaba con secador se encrespaba y parecía un león, pero ese día no me importaba porque iba a plancharlo.

Saqué la plancha del pelo y el maquillaje. Empecé a peinarme y a dejar mi pelo liso y de todo el calor que desprendía la plancha empecé a sudar. Menos mal que aun no llevaba el vestido ni me había maquillado. Después de que estuviese completamente liso me eché un poco de fijador para que no se me volviese a rizar si sudaba y empecé a maquillarme. Fui al baño con mi arsenal, ya que ahora se podía ver mejor en el espejo. Me puse sombra de color azul pastel y la oscurecí con azul oscuro poniendo la zona del lagrimal de color blanco con algo de purpurina. Me puse eyeliner y rimel y en el parpado de abajo puse más sombra azul encima del nacimiento de las pestañas y lapiz negro. Me puse brillo de labios para no ir demasiado recargada.

Me quité la toalla del cuerpo y empecé a vestirme. Me fui al baño para comprobar como quedaba todo. El vestido azul se ajustaba al pecho y después caía hasta los tobillos. Era de colores azules con flores y mandalas pintados. Me miré en el espejo y sonreí. Estaba... Feliz. Muy feliz. Me veía guapa y hacía mucho que no me veía así. Cogí mi bolso y empecé a guardar mis cosas. Por último cogí el móvil para guardarlo y vi que llegaba tarde.

-Mierda.

¿Como era posible? Siempre me pasaba lo mismo. Me pusiese a la hora que fuese siempre terminaba llegando tarde. Nunca lo entendería. Intenté avisar a Bambam pero mi móvil se apagó. Al parecer no se había cargado la batería.

-Joder. De verdad que suerte tengo.

Cogí todo y salí de mi habitación. Todos deberían estar ya abajo. Me subí al ascensor y pulsé el botón de la primera planta.

-Vamos, vamos, vamos...-decía para que se cerrasen las puertas de una vez y bajase.

Para mi desgracia el ascensor paró otras tres veces antes de llegar, haciendo que se llenase y que yo quedara aprisionada en una esquina.

Por fin sonó el pitido que indicaba la primera planta. Todo el mundo salió y detrás yo. Intentando no pisarme el vestido con las plataformas de esparto. Los chicos estaban en mitad del recibidor. Yugyeom estaba de espaldas a mi y vi como se llevaba el teléfono a la oreja. Entonces Bambam me vio y todos los demás siguieron su mirada menos Yugyeom que seguía absorto en su tarea. Todos me miraban ojiplaticos cosa que me hizo sonrojar. Yugyeom terminó girándose al ver que los demás no le hacían el menor caso. Casi había llegado junto a ellos pero ninguno reaccionaba. Por fin Bambam se acercó a mi y me dijo lo bien que me quedaba el vestido.

Begins. YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora