Los chicos entraron a los camerinos para que les maquillasen y les diesen el vestuario. Mientras mi padre me dio la cámara y me dijo lo que quería transmitir con la sesión de fotos de los chicos. Poco después salieron listos para las fotos.
No fue muy complicado encontrar el sitio adecuado para las fotos. Fueron pasando uno por uno posando como yo les decía o de forma libre. Después de unas horas terminamos.
Aun no era la hora de comer y yo seguía con la conversación de la noche anterior en la cabeza.
-Ey, Natt-dijo Mark-vamos a comer, ¿te vienes?
No quería preocuparles con mis problemas y si iba con ellos iba a estar súper distante y no se lo merecían.
-Hoy no. Gracias Mark.-dije sonriendo.
-¿Por qué?-dijo Youngjae.
-Porque tengo que hacer unos recados. Además luego tenemos clase. Os veré igualmente.
-Cierto-dijo- Bueno pues luego te vemos.
-Claro. Adios-dije y me despedí de ellos.
Me fui de allí antes de que me viese Bambam o Yugyeom que se habían ido a beber agua. Así no me retendrían.
Empecé a caminar por la calle sin un rumbo fijo, y acabé en el hotel. Entré y decidí comer en el restaurante del propio hotel para después subirme a la habitación a ver si podía descansar un rato.
Después de comer me subí a mi habitación. Que ganas tenía de descansar cinco minutos aunque fuese. Me tumbé en la cama y mis ojos no tardaron en cerrarse. Me despertó el móvil que se había puesto a sonar.
Lo cogí aun medio dormida y descolgué.
-...¿Si?...-dije restregándome los ojos.
-¡Natt!
Ese grito me hizo dar un pequeño bote.
-¿Qué?¿qué pasa Bambam?¿estáis bien?¿ha pasado algo?-pregunté preocupada.
-¡Si! ¿Por qué te vas sin avisarnos ni al maknae ni a mi? Nos has entristecido.
-Lo siento peque, pero es que si os avisaba ibais a intentar convencerme de quedarme y tenía que hacer cosas.
-Más te vale recompensarnos. Si no cosquillas.
-Ni se te ocurra.
-Avisada quedas.
-No es justo.
-Haberlo pensado antes. Ahora te dejo que me llaman los chicos.
-Vale, hasta luego.
-Chao.
Colgó y yo empecé a levantarme. Me volví a peinar y apunté en mi móvil los sitios a los que tenia que ir para hacer los recados. Abrí mi armario y cogí una chaqueta. Ahí estaba la de Yugyeom, tenía que devolvérsela. Al día siguiente se la daría.
Salí del hotel y me puse los cascos para ir por la calle y entretenerme un poco. De vez en cuando mi mano iba de forma instintiva a la púa que pendía de mi collar. Sólo lo tenía de apenas tres días y ya me había hecho a tenerlo.
Sin darme cuenta llegué a la tienda de arte. Compré demasiado. Las cosas artísticas me pueden. Después de meter todo lo que pude en mi mochila para no ir cargada con tantas bolsas me dirigí a la siguiente tienda.
No quedaba lejos el local que me había dicho Yugyeom donde se había comprado los pendientes. Esperaba encontrar algo.
Entré en la tienda y me sorprendió. Era un local bastante chiquitito que vendían gran variedad de objetos. El que estaba en el mostrador era un señor mayor con aspecto humilde y agradable. Empecé a mirar los estantes y los corchos. Había pendientes, anillos, pulseras, collares... De todo. Me paré delante de un par que me enamoraron. Eran pequeños aros de los que colgaban unos atrapasueños de plata y pequeñas plumas azules. Eran pequeños, pero preciosos.
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Begins. Yugyeom
RomanceEmpiezo de cero. Nueva ciudad, nuevo país, nueva vida. Eso pensaba Natt, pero no la iba a ser tan fácil. Lo que se tornaba posible resultará ser más complejo de lo que pensaba. ¿Quién es el chico misterioso del avión? ¿Quién la está siguiendo? ¿Qu...