CAPITULO 6. Conociendo a Frank.

26 3 5
                                    

Hoy recibí la noticia de que mañana conocería a Frank mi supuesto "hermano", me dijeron que me caería bien pero eso mismo dijeron de Alex y no fue verdad, el me cae como una patada en el culo.

No creí que fuera tan pronto pero que más da. Estoy nerviosa no, ansiosa por verlo tampoco, tengo curiosidad tal vez si.

Lo único que espero es que no sea un idiota o un presumido eso sí sería muy molesto.

Ya a pasado cuatro días desde que hablé con mi apuesto vecino y lo mejor de todo es que gracias a mi bella amiga me sé su nombre. Enrique, es tan lindo. Cuando le conté a Camila lo que había pasado esa mañana se puso como loca diciendo que el estaba enamorado de mi, quería creerlo pero no lo sé, algo en el fondo me decía que no me ilusionara, y es mejor así.

En el instituto a veces me sonreía y me saludaba con la mano y cómo siempre estoy con Camila, ella me daba esos bellos y hermosos codazos en las costillas que hacían que me retorciera del dolor, y siempre de me decía "vez, está enamorado de ti, Emm".

Pero sé que no es así porque ni siquiera nos conocemos, solo hemos hablado dos veces y eso es nada, para llegar a la conclusión de que está enamorado de mí. Triste realidad, si, lo sé.

— Emm... ¡Niña despierta!.— escucho el gritó de Camila que me hace volver a la realidad.

—¡¡No tienes que gritarme!!.— grito aún más fuerte recibiendo miradas de los demás. Pasando pena.

—Te estaba hablando y tú ni por ahí me escuchabas.— se cruza de brazos mirándome molesta.

—Hola chicas.— esa voz es irreconocible, es él.

— Holaa Enriquee.— Canturrea mi amiga sonriendo.

— Hola.— digo negando ante la actitud de Camí.

— ¿Puedo sentarme?.

— Claro, aunque no creo que sea buena idea, podrías perder popularidad si te ven con nosotras.— levantó una ceja retandolo.

Sonríe y ignora mi comentario y se sienta al lado mío, algunos de su grupo de amigos lo miran con sorpresa pero él los ignora. ¡Me encanta!. Digo... cool.

— Entonces... ¿Que hacen?.— dirije toda su atención a mí y eleva una de sus cejas, yo hago el mismo gesto y el sonríe, luego se acerca y entrecierra los ojos y pasa su lengua humedeciendo sus labios. Sin poder evitarlo mi ojos bajan a sus labios carnosos.
Siento mis mejillas teñirse de rojo. Buena jugada.

Diablos mis bragas... Digo... Este... Oh un pajarito.

Apartó la vista y miro a Camila que sonríe como idiota.

—Nada.— logro decir después de unos segundos.

— Ok... Ah estaba pensando si hoy podemos ir a comer helado.

—Hoy no puedo, lo siento.— miento, en realidad no tengo nada que hacer, aunque probablemente Angélica no me dé permiso para salir.

—Mmm... ¿Y mañana?.

— Tampoco puedo.

— ¿Segura?, O estas evitando salir conmigo.

Mierda.

—No, claro que no, solo que mañana tengo cosas que hacer.

— Está bien, pero como te dije no te salvarás de mí.

****

— Señorita, Emma.— levanto la mirada de la laptop al escuchar a María llama a la puerta.

— ¿Si?.

CONFUSIÓN AL NACER. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora