CAPÍTULO 10. Invitación Inesperada. | Parte 1.|

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- ¿Un... Teléfono?.- pregunte.

- Así es, ¿Te gusta?

- Si, pero...

- Solo quería dártelo para que veas que no somos malos y... Pues para que podamos comunicarnos contigo, si hay alguna emergencia, solo quiero que no trates de hacer locuras con este teléfono, se que quieres comunicarte con ellos, pero será en su debido momento ¿si?.- sonrió.

- Esta bien, pero ¿Cuando podré hablar con ellos o poder visitarlos?.- pregunte con un poco de esperanza.

- Pues la verdad podrás hablar con ellos pero... Visitarlos no lo creo.

- Mira prometo no escaparme ni nada por el estilo solo quiero saber como están, como esta mi hermano, solo eso, hasta puede ir Angélica si no confías en mí, ella estará pendiente, Por favor.

- No lo sé, tendría que pensarlo y hablarlo con ella.

- Bien.- dije entre dientes.

- Puedes mientras tanto disfrutar tu teléfono ¿No creés?.- suena muy tentador.

Mire el teléfono y sentía como si el me llamara pidiendo que lo recibiera. Lo sé, suena raro.

- Esta bien, pero ¿No me lo quitaran verdad?.

- Eso depende de ti y de tu comportamiento.

- Esta bien.

Se despidió y se fue, ya dentro de la habitación abrí por completo la caja y con cuidado saqué el teléfono. Demonios era hermoso y tenia para desbloquear con huella dactilar, ¡Me encanta!, lo que más me emocionaba era que podría hablar con mis padres y claro con Enrique y Camila.

****

- Me imagino que estás feliz con tu nuevo teléfono.

Me encogí de hombros.

- Estoy normal.

- A mí no me engañas Emma.- comentó Frank, entrecerrando los ojos.

- No te estoy engañando.- miento, obviamente estoy más que feliz por mi teléfono, Duh.

- Ajá si claro... Oye hermanita que te parece si salimos un rato por ahí.

- ¿Como dices que dijiste?.- preguntó confundida ante su invitación inesperada.

- Lo que escuchaste... Bueno si quieres.- se encoge de hombros.

- No lo sé, ¿Tus padres si me dejaran salir? No vaya a ser que piensen que escaparé.- si pudiera lo haría.

- Yo me encargo de arreglar ese problema para que podamos salir los dos.

- Si no fueras mi "hermano".- hago comillas con los dedos.- diría que me estás invitando a una cita.

Sonríe de lado.

- Tal vez si, no lo sé.

- Mmm... Esta bien acepto tu invitación.

- Muy bien yo me encargaré de que nos dejen salir sin escolta también.

- ¿Sin escolta?.- pregunto.

- Si, mis padres y los que trabajan en las empresas están obligados a tener escolta, también los hijos de los trabajadores ya que ellos pasan a trabajar en la empresa, también es una cuestión de seguridad ya sabes.

- Ok gracias por la información.

- Yo te avisaré cuando podemos irnos.

- Bien... ¿A donde me llevarás?.

CONFUSIÓN AL NACER. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora