CAPITULO 4. Reencuentro.

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Maldito idiota, me las va pagar.

- Que lastima que ya se tienen ir.- dice cínicamente el idiota.

- Si lo sé, pero puedes ir a visitar a Emma cuando quieras ya que se llevaron tan bien.- comenta Angélica con una sonrisa.

- Yo no diría que, tan bien.- susurro torciendo los ojos.

- ¿Que dijistes?, Emma.- pregunta Angélica.

- Nada, no e dicho nada.- miro mal a Alex que me sonríe burlonamente.

Ash, pero que Idiota.

-Bueno te espero en la camioneta mientras te despides.- sonríe.

La observó alejarse hasta que se recarga en la puerta de la camioneta, me vuelvo hacía Alex.

- ¡Eres un idiota! Pude haber escapado y tu lo arrunaste ¡Ahh te odió!.- expresó furiosa, ganandomé algunas miradas.

- Tranquila, Emma.- dice mirando a su alrededor.

- Que tranquila ni que nada, tu no estas viviendo lo que yo, me separaron de mis padres y la única oportunidad que tenía de tratar de encontrarlos y volver con ellos era esta.- expresó con frustración.

- Oye, lo siento mucho, Emma.- dice con preocupación.

- Ya no importa ya no puedo hacer nada.- doy la vuelta para marcharme.- ah y gracias.- digo sarcásticamente.

****

Ya en la casa María me recibe con una sonrisa y agradeciendome que no hice ninguna locura. Si supiera que estuve a nada de hacerlo.

- Ya me entregaron tu mochila del instituto con todos tus cuadernos.- dice María buscando en el bolso.

Mi mochila, ya no me acordaba de ella... Esperen osea que fueron a mi casa y hablaron mis padres.

Me entrega la mochila y inmediatamente la abrazó con fuerza. Este bolso me trae recuerdos.

- Mañana tienes que ir al instituto.- comenta Angélica cómo si no fuera obvio.

- Si ya lo sé, me voy a dormir, adiós María.- no pienso despedirme de ellos. No lo merecen.

- Que descanse señorita, Emma.- asiento y subo las escaleras.

Ya dentro de la habitación abrí el bolso y revise todos los cuadernos, en uno de ellos encontré una nota de mis padres.

"Emma no te preocupes estamos haciendo todo lo posible para recuperarte, te amamos mucho no lo olvides nunca, eres nuestra hija a si no sea de sangre pero lo eres".

Pd: "Nos cambiaron los números de teléfono y no podemos comunicarnos contigo me imagino que también hicieron lo mismo contigo".

Te amamos no lo olvides...

Mi vista se cristaliza al leer la nota, odió esto, quiero estar con mis padres y poder abrazarlos.

Me doy una ducha y me pongo una pijama, me acuesto y vuelvo a leer la nota como toda una masoquista que soy hasta que comienzo a llorar.

****

María me había regalado un despertador, si un despertador hasta yo me río de eso, así para poder saber tan si quiera que hora era, así que puse el despertador temprano para ir al instituto.

Me bañé y me puse el uniforme, María me llamó para que bajara a desayunar así que baje sin antes ponerle seguro a la puerta de la habitación.

Desayuné y luego llegó Angélica para llevarme al instituto.

CONFUSIÓN AL NACER. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora