CAPÍTULO 15. ¿Novios?.

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~Enrique~

Sus hermosos ojos se abren en sorpresa y mirándome confundida.

Y la entiendo nunca pensé que tendría el valor para decirle que me gustaba y mucho menos pedirle que fuera mi novia, pero no pude aguantarme más y se lo dije.

- ¿Que?.- es lo único que expresa cosa que me hace sonreír.

- ¿Quieres ser mi novia?.

Sus ojos se abren aún más no creyendo mis palabras, su mirada se desvía de la mía y viaja a suelo, como tratando de procesar lo que deje.

La verdad es que desde que la conocí le tome mucho cariño sin darme de cuenta, nunca fui de esos chicos que se enamoran de la chica perdidamente solo conseguía chicas por pasar el rato y sin compromiso, lo sé antes era una porquería de persona, pero al conocer a Emma algo cambio en mí quise protegerla, hacerla reír en todo momento, amarla y hacer hasta lo imposible por ella. Nunca me había sentido así, bueno si pero fue cuando me enamoré por primera vez fui tan jodidamente idiota me rompieron el corazón y como un estúpido fui a buscar varias veces a buscar a la mujer que me había hecho tanto daño pero luego caí en cuenta que ella no sentía nada por mí así que la deje de buscar y me propuse no volver a enamorarme, pero rompí mi promesa.

Su mirada vuelve a la mía y sonríe.

- Si... Si quiero ser tu novia.

Una alegría enorme y un alivio inmediato se esparce por todo mi cuerpo y sin poder evitarlo uno nuestros labios es un beso cálido y suave, ella lo responde inmediatamente y sin protestar.

¡Joder es mi novia!.

Me separó de sus labios por la falta de aire y la miro con atención.

- Gracias Emma no sabes cómo me siento en este momento.

Sonríe.

- No tienes que agradecer suena como si te fuera echo un favor.- hace un puchero.

Por que tiene que ser tan tierna.

- Ok.

Me acuesto en el piso y ella pone su cabeza en mi pecho yo la abrazó por la cintura.

- Oye ¿sabes? tengo curiosidad por saber cómo fue que me viste o sabias que estaba en el jardín.- dice levantando ligeramente la cabeza para mirarme.

Oh mierda.

- Pues es una historia muy larga y chistosa no creo que quieras saberla.

Quedaré como un acosador si le digo que siempre estoy pendiente de su casa y si sale o no, bueno son pocas las veces que sale al jardín y cuando lo hace yo me quedo como idiota mirándola sin que se de cuenta. Lo sé necesito ayuda.

- Oh vamos dime sabes que odio rogarle a una persona.

- Bien.- digo a regañadientes.- ves esa ventana...- señaló la ventana que está más cerca y que efectivamente se puede ver el jardín de su casa.- esa es la de mi habitación y pues... Yo te vi obviamente no te estaba espiando solo pase por ahí y vi que estabas acostada, y ya.- mierda de verdad que soy malo mintiendo.

- Ajá.- entrecierra los ojos.- no lo sé pero algo me dice que me estás diciendo mentiras.

¡Mierda!.

- Yo no sería capaz de mentirte.

- Está bien.- su cabeza vuelve a mí pecho y suspira.

- Oye le dirás a Camila sobre... ya sabes... Nosotros.- solo espero que no me ataque como la otra vez que quise besar a Emma casi me mata literalmente.

CONFUSIÓN AL NACER. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora