CAPÍTULO 16. Felicidad Interrumpida.

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Camino hacia la puerta del jardín con una sonrisa de idiota en los labios, no puedo creer que seamos novios.

Entro en la casa y me dirijo a la cocina.

– ¿Emma? Creí que estabas en tu cuarto.– la voz de María interrumpe mi camino.

– Amm... No, estaba en el jardín un rato.

Abro la nevera y saco una manzana verde y me siento en el comedor.

Miro el anillo en mi dedo y sonrió de nuevo luego muerdo la manzana.

– Casi me olvida la señora Angélica y el joven Frank ya llevaron.– me informa María.

– Oh ¿y hace mucho?.

– No tanto.– su atención vuelve a la cocina y yo muerdo una vez más la manzana en eso el timbre de la casa suena.

– ¿Quién llegaría?.– pregunta María mirando la puerta de la cocina.

– No te preocupes yo abro tu sigue haciendo eso.– digo levantandome de la silla y dejando la manzana en la mesa.

Me dirijo a la puerta principal y abro, al abrirla me sorprende encontrar a una hermosa chica con una cabellera negra ojos y un vestido del mismo color, su tomo de piel es blanca que hace verse muy atractiva.

– ¿Quién eres tú?.– su mirada recorre todo mi cuerpo y luego hace una mueca.– de seguro debes ser la nueva sirvienta... Aunque estas un poco joven, como sea.– entra chocando mi hombro bruscamente.

¿Y esta quién se cree?.

– Se puede saber ¿Quién eres? ¿Y que haces aquí?.– preguntó con seriedad.

– Me llamo Marcela... Ah y tráeme algo de tomar muero de sed.

Por mí que se muera está tipa yo no tengo por qué traerle nada a está estupida.

¿Marcela?... Ese nombre lo e escuchado, pero ¿Donde?.

Esperen un momento... Es la ex-novia de Frank ¿verdad?

Pero... ¿Que hace ella aquí?.

– ¿Marcela? ¿Que haces aquí?.– miro en dirección a las escaleras donde se encuentra Angélica mirando a la chica con confusión.

– Señora Angélica que gusto volver a verla. Solo vine a visitar a Frank un rato–. Dice con una sonrisa más falsa que sus uñas postizas.

– Está bien.–Angélica baja y se hace a mí lado.– te presento a Emma ella es mi hija.– ruedo mis ojos.

Marcela frunce el ceño mirándome.

– ¿Que? Y ¿Wendy dónde está?.

– Es una larga historia.– se limita a decir.

– ¿Marcela? ¿Tu qué haces aquí?.– la voz fría de Frank llega a mis oídos y inmediatamente lo encuentro bajado las escaleras.

– ¡Hola amorcito! qué bueno volver a verte.– dice dando pequeños saltos hacia Frank, sus brazos atrapan el cuello de él.

Fruncí el ceño.

– No tenías porque venir.

– Ya lo sé.– se separa de él.– vamos a tu cuarto.– ella agarra la muñeca de Frank y lo jala escaleras arriba.

Él me da una última mirada antes de desaparecer de mi vista.

No sé porque pero estoy molesta no se supone que debería sentirme así.

Vuelvo a la cocina y me siento, doy un mordisco a mi manzana bruscamente odio sentirme así.

Él puede hacer con su puta vida lo que quiera, además no soy nadie para decirle que no haga lo que sea que vaya a hacer con esa tipa.

CONFUSIÓN AL NACER. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora