Camino hacia la puerta del jardín con una sonrisa de idiota en los labios, no puedo creer que seamos novios.Entro en la casa y me dirijo a la cocina.
– ¿Emma? Creí que estabas en tu cuarto.– la voz de María interrumpe mi camino.
– Amm... No, estaba en el jardín un rato.
Abro la nevera y saco una manzana verde y me siento en el comedor.
Miro el anillo en mi dedo y sonrió de nuevo luego muerdo la manzana.
– Casi me olvida la señora Angélica y el joven Frank ya llevaron.– me informa María.
– Oh ¿y hace mucho?.
– No tanto.– su atención vuelve a la cocina y yo muerdo una vez más la manzana en eso el timbre de la casa suena.
– ¿Quién llegaría?.– pregunta María mirando la puerta de la cocina.
– No te preocupes yo abro tu sigue haciendo eso.– digo levantandome de la silla y dejando la manzana en la mesa.
Me dirijo a la puerta principal y abro, al abrirla me sorprende encontrar a una hermosa chica con una cabellera negra ojos y un vestido del mismo color, su tomo de piel es blanca que hace verse muy atractiva.
– ¿Quién eres tú?.– su mirada recorre todo mi cuerpo y luego hace una mueca.– de seguro debes ser la nueva sirvienta... Aunque estas un poco joven, como sea.– entra chocando mi hombro bruscamente.
¿Y esta quién se cree?.
– Se puede saber ¿Quién eres? ¿Y que haces aquí?.– preguntó con seriedad.
– Me llamo Marcela... Ah y tráeme algo de tomar muero de sed.
Por mí que se muera está tipa yo no tengo por qué traerle nada a está estupida.
¿Marcela?... Ese nombre lo e escuchado, pero ¿Donde?.
Esperen un momento... Es la ex-novia de Frank ¿verdad?
Pero... ¿Que hace ella aquí?.
– ¿Marcela? ¿Que haces aquí?.– miro en dirección a las escaleras donde se encuentra Angélica mirando a la chica con confusión.
– Señora Angélica que gusto volver a verla. Solo vine a visitar a Frank un rato–. Dice con una sonrisa más falsa que sus uñas postizas.
– Está bien.–Angélica baja y se hace a mí lado.– te presento a Emma ella es mi hija.– ruedo mis ojos.
Marcela frunce el ceño mirándome.
– ¿Que? Y ¿Wendy dónde está?.
– Es una larga historia.– se limita a decir.
– ¿Marcela? ¿Tu qué haces aquí?.– la voz fría de Frank llega a mis oídos y inmediatamente lo encuentro bajado las escaleras.
– ¡Hola amorcito! qué bueno volver a verte.– dice dando pequeños saltos hacia Frank, sus brazos atrapan el cuello de él.
Fruncí el ceño.
– No tenías porque venir.
– Ya lo sé.– se separa de él.– vamos a tu cuarto.– ella agarra la muñeca de Frank y lo jala escaleras arriba.
Él me da una última mirada antes de desaparecer de mi vista.
No sé porque pero estoy molesta no se supone que debería sentirme así.
Vuelvo a la cocina y me siento, doy un mordisco a mi manzana bruscamente odio sentirme así.
Él puede hacer con su puta vida lo que quiera, además no soy nadie para decirle que no haga lo que sea que vaya a hacer con esa tipa.
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CONFUSIÓN AL NACER. ©
Teen FictionElla tenía una vida normal, era una chica feliz, vivía con sus padres y su pequeño hermano, todo era normal, hasta que unos extraños aparecieron de la nada y dieron un cambio drástico en su vida, obligándola a ir con ellos y no volver con sus padres...