CONFUSIÓN AL NACER. ©

CAPITULO 8. ¿Comenzando A Enamorarme?

Estoy un poco feliz, ya que es estos tres días Enrique a estado la mayor parte del tiempo conmigo hasta me presentó a sus amigos del instituto, el dice que les caí bien pero ñah, no lo sé, aún no les tengo mucha confianza, además a venido a visitarme en las tardes a la casa y hasta hemos hecho los deberes del instituto juntos, tristemente no e podido convencer a María para que pueda entrar a mi habitación pero me conformo con que estemos en el jardín, a sido tan amable, tierno, comprensivo y claro coqueto.

Pero a quien quiero engañar, me encanta y a la vez me asusta lo que estoy comenzando a sentir por él, no quiero ilucionarmé y terminar con el corazón roto, tampoco quiero que se alejé de mí, ya que lo único que tengo es a Camí y a él. Eso es algo que no quiero perder, aunque él diga que nunca me dejara sola, las cosas pueden dar un cambio drástico.

Hoy a dicho que me tiene una pequeña sorpresa, estoy ansiosa por saber que es.

Me encuentro sentada en el sofá cosa que ya es algo un poco normal, gracias a Dios que Angélica y Esteban trabajan en las tardes y puedo salir con toda tranquilidad, no sé si ellos saben de Enrique pero no me importa no me pueden quitar a él también.

– ¿No me digas que hoy también viene ese tipo?.– pregunta Frank entrando a la sala con el ceño fruncido.

– Eso no te interesa.–contesté cortante.

– ¿No entiendo porque tiene que venir aquí?... ¿A casó es tu novio?.– pregunta molesto cruzando los brazo.

No contesto de todos modos a él no le importa.

– Emma contestamé ¿El es tu novio?.– su voz suena molesta.

– Eso no te incumbe.

Se acerca a donde me encuentro y me dirige una mirada aún más molesta.

– Pues para tu mala suerte si me incumbe.

– No entiendo porque te metes en mi maldita vida, yo no me meto en la tuya.– lo apuntó con el dedo. Se acerca quedando frente a mí.

– Lo hago por tu bien, para que no te lastimen.– se agacha quedando a la misma estatura que yo.

– El no me va a lastimar porque solo somos amigos.– desearía que fuéramos mas que eso, pero no.

Diablos en que estoy pensando.

Estas enamorandoté de él.

Te recuerdo que somos la mismas personas.

¡Mierda! Nos estamos enamorado de él.

– ¿Segura? Te e visto como lo miras.– dice con enojo.

Demonios ya no es Camila sin no que el también.

– Completamente, así que no te metas en mi vida.– me cruzó de brazos y me recargo en el espaldar del sofá.

Suspira y pone sus manos en mis piernas y al instante me tenso.

– Lo hago porque te amo, Emma.– no se si malpensarló o no de seguro es un amor de hermano... ¿Verdad?.

– No me interesa tu amor de hermano.– hice énfasis en lo último.

Frunció el ceño y podría jurar que iba a decir algo cuando el timbre sonó, me levanté rápido y lo miré por el rabillo del ojo y seguía agachado y con la cabeza ligeramente hacia abajo.