CAPÍTULO 17. ¿Ahora Soy Collins?

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Salgo de la camioneta y entró al instituto donde Enrique me espera con una de sus tan esperadas sonrisas traviesas, sonrió y me acerco a él, me da un tierno beso en la mejilla.

– Hola hermosa.–  toma mi mano y entramos.

Unas cuantas personas nos miran con sorpresa y algunas chicas con el ceño fruncido pero las ignoro y sigo mi camino.

– Se puede saber ¿por qué se están agarrando de la mano?–. La voz de mi esposa Camí llega detrás de nosotros.

– Se dice hola Emm o Emma y Enrique.

– Ajá sí.– hace un ademán.

Enrique y yo compartimos una mirada y luego hablo.

– Tengo que hablar algo contigo.

– Ok.

Me acerco más a Enrique quedando frente a él.

– Nos vemos después ¿si?.

Él asiente y se inclina ligeramente.

– Claro.

Veo como duda en darme un beso o no, pero finalmente me da uno en la mejilla. Sonrío y me voy con Camí al salón de clases.

Ya dentro nos sentamos en los puestos de atrás.

– ¿Que es lo que me vas a decir?.– pregunta Camila poniendo sus codos sobre el la silla.

Escucho la voz del profesor pero la ignoro.

– Bueno... Pues... Enrique me pidió ayer que fuéramos novios.– sus ojos se abrieron exageradamente.

– ¡¿Que?!.– grita fuerte y todos los demás nos miran confundidos.

– Camila, porque no me sorprende que usted siempre interrumpa las clases.– dice el profesor cruzando los brazos en su pecho.– ¿hay algo que quiera compartir con la clase?.

– No profe. Lo siento.

– ¿Y usted señorita Collins?.– frunzo el ceño.

¿Por que me dijo Collins si él sabe perfectamente cual es mi nombre y apellido?.

– Yo no soy Collins.

– Tengo entendido que sus padres nos pudieron que cambiaramos tus apellidos.

¿Que? Se que ese apellido es de Esteban... ¡Oh por Dios! Será que ya cambiaron mis apellidos legalmente por los suyos, eso sí es muy malo.

Miro mi alrededor notando que todos tienen sus ojos en mí.

– Lo siento profe.– él profesor asiente y se dirige al tablero, los ojos de los demás siguen mirándome.– dejen de mirarme ¿o acaso es que les debo algo?.– digo de malas.

Todos dejan de mirarme y ruedo los ojos.

– Oye ¿por qué tus padres cambiaron tus apellidos?.– pregunta Camí.

– Estoy muy segura que fueron Angélica y Esteban quienes lo cambiaron.– digo molesta y negando ligeramente.

– Que mala onda amiga.

– Sí, lo sé.

Ella mira al frente y comienzan a escribir lo que el profesor ya a escrito en el tablero.

– Espera, oye al fin no me dijiste que le respondiste a Enrique.

Sonrió.

– ¿Tu que crees?.

– Hay Dios, yo te dije que él esta enamorado de tí, pero eso es un sí, ¿verdad?.

– Sí.

CONFUSIÓN AL NACER. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora