El agua tibia recorría cada centímetro de mi piel lentamente. No paraba de pensar en lo que iba a hacer esta noche. Era mi primera fiesta y estaba bastante nerviosa, ni si quiera sabía como iría vestida. Apoyé mi mano derecha sobre la baldosa húmeda, gracias a todo aquel vapor concentrado en aquel baño. Cogí la toalla y me cubrí con ella dejando mi oscuro y rizado pelo sin toalla chorreando por todas partes, puse mis pies sobre la alfombrilla y dando pequeños pasitos con ella me coloqué frente al espejo con las manos apoyadas en el lavabo. Definitivamente el suelo mojado no era el mayor de mis problemas. Pegué tal chillido que podría asegurar que se ha escuchado en todas las casas del vecindario, la ventana de mi baño da a la cocina de Corbyn, pero lógicamente esta cerrada. Estaba sola y desahogarme con aquel grito me vino bien, pero no arreglaría mi aspecto.
-¿¡Por qué coño es tan díficil arreglarse!?- Grité de nuevo esta vez posicionando ambas manos en mi cara así tapándola.
Cogí el cepillo que se encontraba en la estantería más alta del baño gracias a mi madre. Seguramente lo vio tirado y fue donde primero le pilló dejarlo. Desenredé mi pelo con dificultad mientras veía mis ojos en el espejo, más que azules parecían rojos gracias a que pasé toda la noche leyendo. ¡Fantástico!
Cogí mi teléfono y puse mi playlist de Spotify, comenzó a sonar This feeling de The Chainsmokers Ft. Kelsea Ballerini. Dios amo esta canción demasiado, mi única reacción fue comenzar a cantarla medio gritando, soy así.
Salí corriendo hasta mi habitación aun enrollada en la toalla y al llegar me dejé caer sobre la cama, exhausta, agotada. En ese mismo instante mi móvil comenzó a sonar, iluminandose mi pantalla y dejándome ver la hora. ¡Dios, ya eran casi las 7! Solo me quedaban 2 horas. Contesté la llamada poniéndola en altavoz como siempre suelo hacer.
-¡Alyssa!¿Qué hacías que no cogías el teléfono?
Era Zach, sonaba a que ya estaban todos los chicos juntos.
-¿Cómo?
-¿Estás bien?
-Claro que lo estoy, ¿por qué debería no estarlo?- Pregunté confundida, ¿de qué demonios estaba hablando este chico?
-Se escuchó un grito procedente de tu casa.
No, no, no me lo puedo creer.
-¿Un grito, qué dices?- Me hice la tonta, no podría soportar que supiese que yo era la causante de ese estruendo.
-Venía de tu casa Alyssa.-Dijo en tono serío.
-Pues ni idea, igual venía de la casa de los Smith.-Ellos son la familia que están viviendo al otro lado de la casa de Corbyn.
-Ehhh...-No colaba.
-¡Zachary!
-Esta bien, esta bien... No te enfades, tigresa.-Dijo para picarme y claramente lo consiguió.
-¡Ahg!-Refunfuñé molesta.
-Por cierto n...-le colgué antes de que pudiese seguir cabreandome más, ya tenía bastante con arreglarme, que es lo mismo que: Misión Imposible.
Abrí la puerta de mi armario, con la esperanza de ver algo medianamente interesante, pero nada, acabé tirando literalmente toda la ropa de mi armario sobre la cama. Nada que no había manera de encontrar nada en esa leonera. Dejé caer mi peso sobre el suelo junto a la cama y, ¡zasca! Me clavé algo en el culo.
-¡Auch!- Me levanté rápidamente para ver de que se trataba.
-¡Oh!¡Me encanta!-Dije hablando sola, como siempre. Levanté aquellos vaqueros para comprobar que estuviesen impolutos y no fuesen nada más que parte de los delirios a causa de mi desesperación.
Hacía meses que no veía estos vaqueros, me queban espectaculares, definitivamente los que mejor. Eran de color azul claro y eran tipo boy, simplemente los amo. Como siempre tuve que ponerme un cinturon para que no se me cayesen, odio que se me caigan y siempre me pasa igual, de culo y piernas bien pero la cintura... Siempre es un problema. Arriba me puse una camiseta entallada corta rosa pastel para que no se viese cuando me pusiese el jersey gris corto, que al ser el pantalón de tiro alto quedaba de lujo. Levanté todo lo que había en el suelo para poder visualizar todos mis zapatos. Las ví, mis vans old skool rosas pastel como mi top, ¡perfectas!
Iba a salir de mi habitación cuando vi todo aquellos desordenado. Mi madre me matará...
Cerré la puerta con pestillo para que no pudiese entrar y salí derrapando hasta el baño.
Alisé mi pelo, y este quedo hasta la mitad de mi espalda o quizá un poco más, pinté mi linea del agua de color azul marino, directamente parecia negro, puse rimel un poco de brillo y lista.
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ᴡʜʏ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴡᴇ ᴛʀʏ?
RomanceAlyssa Adams una joven adolescente de 15 años, se ve obligada a dejar su ciudad natal Seattle y mudarse a Los Ángeles con sus padres. ¿Será fácil para ella empezar de 0? No se permiten copias ni adaptaciones.