CAPÍTULO 3

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Se acabó el primer día de clase, no se me hizo tan largo como yo esperaba que iba a ser, menos mal. Iba mirando el teléfono de camino a casa, con la esperanza de no volver a liarme con las calles, cuando escuche un ruido detrás mia, como si alguien corriese hacia mi.

—¡Eh!— Gritó alguien detrás mia, me giré inmediatamente para ver de quien se trataba.

—¿Eh, hola?— Le dije confundida, era Corbyn.

No sabía el por qué de todo esto, estaba demasiado confundida como para poder sacar conclusiones.

—¿Te vas a casa ya?- Se puso a mi altura mientras andaba junto a mi.

—Eso tenía en mente, ¿por qué?

—Voy contigo.— Cogió mi mochila y la cargó.

—La puedo llevar yo, tranquilo.— Me puse de puntillas para intentar volver a cogerla, pero no llegaba y la tenía agarrada tan fuertemente que era imposible.

—¡Una pena, intento fallido, enana!— Rió y continuó caminando dejandome atrás.

—¡Soy alta, estoy por encima de la media!— Refunfuñé.

Caminamos poco más y llegamos a mi casa.

—Vivo aquí, ¿puedes devolverme la mochila?— Le tendí la mano para que me la devolviese.

—¡Asi que tu eres la nueva!— Se apresuró a decirme.

— ¿Eh? Claro, ¿no te ha quedado claro esta mañana en clase?—Guardé el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón.

—No es eso, idiota. Te digo que eres mi nueva vecina.— Señaló su casa que estaba junto a la mia.

—¿Estás de coña, verdad?— Dije boquiabierta, no me lo podía creer.

—Me temo que no.— Me devolvió mi mochila.— Te vengo a buscar mañana a las 8:10, ¿vale?

—Espera, ¿¡qué!?.—Colgué mi mochila sobre uno de mis hombros.

—Hasta mañana, ¡qué no se te peguen las sabanas o tendré que colarme por tu ventana!— Dijo ya desde su puerta, sonriente, haciendo un gesto con su dedo indice típico militar cuando ya han acatado una orden.

Entró dando un portazo, sin darme la oportunidad de rechazar su oferta. Este chico es alucinante. No acepta un no por respuesta, ya me ha quedado bastante claro.

                       ×××××××××

Estaba sentada en mi cama junto a mis apuntes de Filosofía cuando mi mirada se distrajo en el momento en el que divisé a Corbyn y Jack en la casa de al lado, en la habitación del rubio. ¡Mierda! Así no hay quien estudie. En ese mismo instante recordé al chico del skate de esa misma mañana. ¡Jack! Si, estoy segura de que era él, ahora si lo estaba al 100%.

Debí de quedarme mirandoles muy descaradamente porque notaron mi presencia, abrieron la ventana y lanzaron una bola de papel hasta la mía así llamando mi atención. ¡Dios qué estúpida!

—¿¡Alyssa eres la vecina de Corbyn!?— Preguntó el chico de rizos definidos.

Mis hombros se encogieron al igual que mis ojos al comenzar a reir.

—Me dijo que sus nuevos vecinos eran muy pesados y tal...

En ese momento Corbyn le tiro del pelo haciendo que retrocediese hasta su cama.

—¡Mentira! No le hagas caso, es imbécil.— Dijo el chico de ojos claros mientras tapaba la cara de Jack con su almohada para así evitar que se fuese más de la lengua.

—Tranquilo, te acostumbrarás.

Bajé las escaleras y salí hacia la casa del chico que se encontraba a unos cuantos pasos, llamé y bajó Corbyn, de un rápido tirón me hizo correr hasta su habitación.

—¿Te quedarás un rato?— Preguntó Daniel.

¿De dónde demonios habían salido Jonah, Zach y él? Solo tardé un par de minutos en llegar aquí.

—Claro, venía porque no os escuchaba muy bien.— Rasqué mi nuca nerviosa.

—No comemos.— Dijo Jonah mientras pasaba su brazo por encima de mi hombro haciendome sentar junto a él en la cama.

Jack nos miró bastante mal, como si le molestase mi presencia.

—Ahora vendrán Noah, Nora y Emma la novia de Zach.— Añadió Daniel.

—¿Zach tiene...?

—Si, una pena está pillado, más suerte para la próxima.— Bufó Jack sentado sobre la mesa de estudio.

Este chico hace nada estaba perfectamente cuando me gritó por la ventana. No lo entiendo.

En ese mismo momento entraron las tres chicas anteriormente nombradas. Nora y Noah me saludaron animadamente mientras la cara de otra chica no contenía otra cosa más que frustración, lo más probable es que se enterase de lo que había pasado con su novio en clase.

—Hola.— Me dijo en tono cortante mientras colocaba uno de sus oscuros mechones tras su oreja y se dirigía corriendo hacia Zach como para dejarme claro que estaban juntos.

No me dió tiempo ni a reaccionar cuando la madre de Corbyn se hizo paso en la habitación con un montón de comida y bebidas para todos.

—¡Gracias!— Exclamé agradecida a aquella mujer de aspecto tan agradable.

En ese mismo momento todos comenzaron a reir y yo miré confundida a mi alrededor.

—Que chica más agradable, ¿tu eres...?— Se dirigió a mi con una amplia sonrisa.

—Alyssa, Alyssa Adams.

—¿Tu eres nuestra nueva vecina?- Dejó las cosas en el suelo para que pudiesemos abalanzarnos sobre ellas sin problemas.

Asentí con una pequeña sonrisa.

—Me gusta.— Les dijo a todos, como para darles la aprovación de que sería una buena integrante para el grupo.

ᴡʜʏ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴡᴇ ᴛʀʏ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora