CAPÍTULO 15

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Estaba mareada, demasiado mareada diría yo. Me agarré al brazo de Jonah de camino al baño golpeandole levemente sin querer con mi mochila negra de cremalleras doradas.

—No creo que debas estar sola cambiándote.

—¿Por qué?—Le miré fijamente pero al instante desvié mi mirada hacia el suelo avergonzada.

—No tiene pinta de que te encuentres muy bien aun.

—¡Lo estoy, lo juro!

Se echó a reir al ver mi expresión de niña pequeña, por qué demonios tenía que tener esa sonrisa, esa puta sonrisa tan bonita.

—Eh, ¿me escuchas?

—Sí, sí.—Mentí, no sabía de qué coño me estaba hablando, perfecto.

—No, no me estabas escuchando.—Alzó sus cejas.

—Vale... Lo admito, me aburres cuando hablas.—Dije riendo, pero el frunció su ceño asi que intenté retener el aire quedando roja.

—¿Podemos hablar Alyssa?—Dijo mientras se apoyaba sobre la pared justo al lado del baño.

—¿De qué?—No quería hacerme la tonta, claro que no quería, quería hablar de lo que había sucedido pero en ese instante no se me pasó que pudiese ser eso.

—Sobre...—Comenzó a decir hasta que una voz interrumpió todo ese silencio.

—¡Me estoy meando!—Dijo Noah mientras se posicionaba entre nosotros y cruzaba sus piernas.—¡Dios santo!¿Aun no te cambiaste? Anda quita que eres una lenta.—Me dió un pequeño empujón aumentando más la distancia entre Jonah y yo.

××××

Cogí uno de los cojines y lo abracé como si no hubiese un mañana, ya no soportaba estar yo sola en ese sofá sin nadie a mi lado a quien poder pellizcar o con quien taparme la cara cuando sonaba algo extraño, me levanté y me puse a los pies del sofá donde todos se encontraban para continuar viendo la película, Emma seguía dandose espacio con Zach y estaba pegada a Jessica, parecía que nadie más que ella sabía lo ocurrido, Zach y Noah se cruzaban las miradas de vez en cuando pero enseguida las apartaban avergonzados.

—Pasad las palomitas—Dijo Jack desde la otra punta haciendo gestos para que se percatasen de que realmente quería y no era por interrumpir, aunque no hubiese nada que interrumpir.

Las palomitas en aquel momento le pertenecían a Jonah y yo me encontraba justo a sus pies, estaba tan pendiente de la película abrazando a mi almohada que ni me percaté de cuando este se levantó para darle el bol al chico de rizos y menos de cuando volvía y se posicionaba detrás mia cuando estaba en tensión, posicionó sus manos sobre mis hombros haciendo una ligera fuerza sobre ellos para sobresaltarme, y joder si lo hizo.

—¡Ahg!—Chillé mientras me giraba a verle y le pegaba un buen manotazo en el muslo.—¡Gilipollas, te odio!

Todos comenzaron a reir sin importar las imágenes espeluznantes que estaban siendo reproducidas en la gran pantalla de cine que tenía Jessi en el salón de su casa.

—No tiene gracia...—Carraspeé mirando mal a todos y cada uno de los allí presentes.

Crucé mis piernas y me dispusé a mirar de nuevo a la película, pero Jonah no tardó en pasar su brazo por encima de mis hombros sentandose a mi lado en el suelo, ¿qué pretendía?

—Iros a un hotel.—Dijo Jack de mala gana, como siempre que debía referirse a algo que tenía que ver conmigo.

Jonah limitó a dedicarle una sonrisa burlona y bajar su brazo a mi cintura y aferrarme más a él.

Jack continuó mirando todo aquel panorama, película, Emma, Jessica, Daniel que había desaparecido en la cocina hace rato, Zach, Noah, Nora, Corbyn, Jonah y a mi ni se molestaba en mirarme, lo evitaba, pero le pillé viéndome cuando Daniel se hizo de notar con una gran sandía entre los brazos.

—Jessica, ¿dónde están los cuchillos?—Dijo mientras flexionaba sus rodillas levemente para poder apoyar sobre ellas aquella pelota verde a rayas de tono más oscuro y volver a cogerla esta vez en condiciones.

Mis ojos se abrieron como platos y me eché a reir mientras golpeaba con mi mano el suelo con fuerza, tiendo a hacer cosas estúpidas cuando me rio, estaba a punto de llorar por ello, ¿de dónde había sacado una sandía tan grande a aquellas horas? Miré la pantalla de mi teléfono, eran casi las 7 de la mañana.

ᴡʜʏ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴡᴇ ᴛʀʏ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora