11 y cuarto de la mañana un lunes acababa de terminar la hora de historia y la profesora me pidió que me acercase a su mesa mientras el resto de mis compañeros podían irse tranquilamente al patio sin ninguna preocupación.
-Sientate Alyssa.-Dijo mientras ella hacia lo mismo que yo.
-Has bajado mucho tus notas, estoy muy sorprendida, ¿hay algo que te preocupe?-Dijo en un tono calmado mientras me clavaba su mirada, realmente parecía estar preocupada.
Yo me limité a negar con la cabeza rápidamente, no le iba a contar la situación que tenía en casa que al final quisiese o no admitirlo si repercutía en mis estudios.
-Está bien...-Prosiguió nada convencida.-Hay un alumno de 2 de bachillerato que es muy bueno en la asignatura hablaré con él para que te eche una mano, ¿está bien?
-De verdad, no necesito ayuda... Solo centrarme un poco más... Sí, exacto es solo eso.-Puse mi mayor cara de pena, me sentía realmente avergonzada ya, no necesitaba un tutor.
-Ni el mejor de tus argumentos hará que cambie de idea señorita Adams, me niego a perder a una de mis alumnas más brillantes.-Se puso de pie y cerró su gran cuaderno de estampado floral.
Apreté mis labios con mucha fuerza y mis puños también, no me podía creer esto.
-Mañana te informaré sobre todo.-Dijo mientras una gran sonrisa se mostraba en su rostro y salía de clase dejándome sola.
Me senté en mi sitio al final de la clase junto a la ventana tras haber suplicado a las conserjes que me dejasen quedarme en clase porque supuestamente necesitaba estudiar y en la biblioteca hacia demasiado frío. Saqué mi libro de historia y lo abrí por una página al azar y posé mi codo sobre el apoyando mi cara sobre mi mano dirigiendo mi mirada hacia el campus, no tardé en divisar a los chicos allí de pie todos en corro junto a las gradas.
Tomé la última galleta del paquete que quedaba sobre mi mesa, volví mi mirada de nuevo hacia mis amigos para apartarla y volver a fijarla rápidamente en ellos, estaba claro que no me había dado tiempo a procesarlo, estaban Emma y Noah peleándose, dándose empujones, pero no empujones pequeños sino grandes demasiado fuertes Zach tomó por los hombros a Emma mientras Jack tomó de la mano a Noah para apartarla, esta seguía tratando de avanzar hacia la chica castaña pero el de rizos perfectamente definidos no lo permitiría y así fue, no la dejó ni acercarse un solo centímetro más aunque para ello tuviese que agarrarla por la cadera y levantarla para llevársela hacia el otro lado del campus y poder alejarlas.
-Dios, ¿habrá pasado algo con lo de Zach...?-dije en un pequeño susurro tratando de escucharlo yo sola, pero... ¡Zasca! Alguien entró por la puerta en ese mismo instante.
—¡Alyssa! ¡Llevo un buen rato buscándote no había quién te encontrase! ¿Dónde estabas?—exclamó Nora aun acercándose a mi.—No te vas a creer todo lo que ha pasado...
—¿Emma y Noah?
Ella se limitó únicamente a asentir en silencio, parecía chocarle la idea de que supiese exactamente lo que pensaba contarme.
—¿Algo de Zach?
—¿Cómo...?—preguntó desconcertada.
—Lo he visto desde aquí, Nora. Parecía que iban a matarse...—resoplé y continué hablando rápidamente.—¿Qué ha sido exactamente?
La chica de rasgos finos y bronceados que la hacían parecer que acababa de venir de un viaje a cualquier isla tropical, cosa que envidio soy tan blanca que se podría colorear sobre mi, se acomodó sentándose sobre mi mesa.
—Estabamos tan tranquilamente debatiendo sobre que excursión deberíamos realizar si la de la nieve o la de la playa, no sé si me explico.
Asentí y esta prosiguió mientras sus pies como un péndulo se balanceaban sobre el aire.
—Noah dijo que prefería ir a la de la nieve porque no le va mucho la playa, ya sabes...
—Es estúpida, tiene un cuerpazo y no hace más que quejarse, ¡lo que daría yo por tener esas caderas!
—Ya la conoces, dudo que cambie aunque se lo digamos mil y una veces al día. Bueno, bueno que me voy del tema, ¡para de interrumpir que se me olvida por donde voy!
Reí al verla quejarse sobre aquello lo cual era muy irónico porque ella siempre me interrumpía a mi.
—Zach comenzó a decirle que tendría que dejar que la ayudase con el ski, ya que el es un dios en todos los deportes de nieve y ella es un pato, Emma debió de molestarse y lo veo lógico era su novio y lo pilló liándose con su supuesta mejor amiga, y ahora estaba tonteando en toda regla delante de sus narices, diciéndole lo mismo que a ella le decía siempre.
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ᴡʜʏ ᴅᴏɴ'ᴛ ᴡᴇ ᴛʀʏ?
RomanceAlyssa Adams una joven adolescente de 15 años, se ve obligada a dejar su ciudad natal Seattle y mudarse a Los Ángeles con sus padres. ¿Será fácil para ella empezar de 0? No se permiten copias ni adaptaciones.