Aunque supiera odiar no te odiaría,
si me enseñaste a ver en mil colores,
pintándoles las luces a mis noches
y dibujaste auroras a mi vida.
¡Pinceles son tus manos!
Madrugadas,
delimitando mi cuerpo amanecido,
¡Al fragor de la pasión
de tantas noches!
Te fuiste tras ¿Quién sabe que horizonte?
Donde brillaba el sol, mas anhelante;
dejaste en el adiós
todas las hojas,
que en otoño coronaron tu partida.
Tu mano, saludando hasta perderse
¡Fué puñal hundiéndose en el alma!
Mas ¡Dolor de amor, es casi gozo!
Al saberte feliz...En la distancia.
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Vos en mi
PoetryPoemas que se desbordan al son de algún recuerdo. Sensaciones que quedaron suspendidas en el tiempo. El amor, ese eterno tirano, que nos transforma la vida, es el protagonista principal de estos recuerdos puestos en palabras.