Distancia

61 26 15
                                    


Aunque supiera odiar no te odiaría,

si me enseñaste a ver en mil colores,

pintándoles las luces a mis noches

y dibujaste auroras a mi vida.

¡Pinceles son tus manos!

Madrugadas,

delimitando mi cuerpo amanecido, 

¡Al fragor de la pasión

de tantas noches!

Te fuiste tras ¿Quién sabe que horizonte?

Donde brillaba el sol, mas anhelante;

dejaste en el adiós

todas las hojas,

que en otoño coronaron tu partida.

Tu mano, saludando hasta perderse

¡Fué puñal hundiéndose en el alma!

Mas ¡Dolor de amor, es casi gozo!

Al saberte feliz...En la distancia.


Vos en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora