Segunda vuelta

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Hoy llegás a habitar, de nuevo mi presente,

y veo que la luna, te ha teñido las sienes,

por esto es que te acerco mi tímida propuesta,

y si el tiempo me ayuda, puede que la contemples.

Te ofrezco ser la amiga, con la que cuentes siempre

y te tienda la mano, sin preguntar siquiera;

o la estrella dormida, que ilumine serena,

cuidando tu descanso si amenaza tormenta.

La lánguida sonrisa, pendiendo amargamente,

de la pálida herida que dibuja tu boca,

donde ayer me perdiera, con ansias casi locas.

Para vos ¡lo que quieras!

Lo que más necesites:

Una mano, una almohada,

 una voz al oído, en mitad de un concierto

aquella que te invite, a pasear por mis versos,

que no son otra cosa, que pobres sentimientos.

Y si surgen las ganas, no hace falta explicarte,

estoy también acá, si pensás que estás listo

y crees que es posible, volver a enamorarte.


Vos en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora