Here by Choice · {Warmi}

Capítulo IX

Mimi llevaba cinco semanas destrozada, con el ánimo por los suelos, tras su discusión con Ana no habían vuelto a hablar, sí es cierto que su charla con Miriam la había ayudado y la había animado a disculparse y a tratar de arreglar las cosas, pero Ana no había cedido

Sin embargo, las cosas con Vicky se habían afianzado y enfriado a partes iguales, pasaban más tiempo juntas pero no era un tiempo de calidad

Mimí sabía que Vicky la quería, que hacía las cosas por su bien, por eso le había pedido perdón por su actitud y habían arreglado las cosas. Y ese había sido el problema, que al afianzar la relación, Mimi se había dado cuenta de que Vicky no era la persona con la que quería compartir su vida, esa persona ya tenía nombre y ya ocupaba su corazón; era Ana

Pero Ana no quería ni verla... ¿Por qué le salía todo tan mal?

Esa mañana se despertó con los ojos llorosos, como cada mañana desde la discursión, se dio una ducha para despejarse, se puso un pijama de franela y se enzarzó en las mantas del sofá con una tarrina de helado de chocolate en la mano

-A este paso coges los 200kg en dos semanas- habló Ricky preocupado, no es que Mimi estuviese gorda, ni de coña, estaba perfecta, pero no se estaba cuidando... y eso le preocupaba

-Déjame en paz Ricky- murmuró cansada

-Eres Miss dramas, rubia...- suspiró derrotado –Esta noche salimos, y vas a salir porque lo necesitas- Mimi negó y Ricky asintió insistente –No aceptamos un no por respuesta

Y fue así, como tras almorzar y ver una peli todos juntos, los tres chicos que en aquel piso vivían, comenzaron a prepararse para salir junto con Agoney, quien ocultaba sus verdaderas intenciones

A las 22:30 de la noche, ya subidos al coche del canario, este puso rumbo a casa de su mejor Amiga, nadie lo sabía, realmente no lo sabían, iban distraídos hablando de cosas sin sentido, por eso, al llegar al portal se sorprendieron

**

Sin ser consciente Ana se dirigió al salón, se sentó en el sofá y se cubrió con una manta, no encendió la tele, no miró su móvil, se quedó atónita mirando a la nada, sumergida en sus pensamientos mientras lloraba en silencio

Por, eso, el sonido del timbre la sobresaltó

Desganada, abrió la puerta tras el insistente llamado

-¿Ana?- la cara de Agoney se descompuso al ver a su amiga

-Ana... ¿pero qué...?- Agoney estaba desencajado al ver la imagen de su amiga

Tenía la cara congestionada, los ojos rojos e hinchados y la nariz roja, tenía una gran marca en el cuello y arañazos, y la camisilla que llevaba permitía ver alguna marca roja en su pecho y en sus brazos, donde también se notaban unos profundos arañazos. Agoney bajó su mirada y vio leves marcas en sus piernas

Ana lloró con fuerza al ver la mirada de su amigo recorrer su cuerpo, sus sollozos resonaron por el edificio y Agoney se lanzó a abrazarla

-Ana... ¿Qué pasa?- su tono era de preocupación, con una mano acariciaba su pelo y con la otra acariciaba su espalda mientras que la canaria enterraba la cara en el cuello de su amigo, no supo cuánto tiempo estuvieron así, pero se estaba empezando a angustiar al no saber que le pasaba a su amiga

-Pero maricón... ¿Bajas o qué, que la rubia se nos desespera...?- Ricky frenó sus palabras al ver la estampa

Ricky, Agoney, Mimi y Miriam habían decidido salir esa noche porque realmente no tenían nada mejor que hacer, iban a ir solos pero Agoney decidió hacerle una visita a Ana para al menos disculparse por la discusión de esa mañana