Mimi estaba helada, rota. No había ido a aquel encuentro con esperanzas o ilusiones, todo lo contrario, tenía cero expectativas en aquel acercamiento, pero debía reconocer que no se esperaba para nada aquello, y que cojones, le había jodido, le había jodido muchísimo porque por muy fuerte que quisiera aparentar, estaba rota por dentro, Ana seguía ocupando un importante lugar en su corazón y sí, estaba enamorada de ella. Pero no un enamoramiento banal, no, estaba enamorada hasta las trancas, tanto que dolía. Ana se había marchado por dos años sin decirle nada y aun así, ese sentimiento perduraba haciéndola vulnerable ante cualquier cosa relacionada con ella
-Voy a ir un momento al baño- susurró el tal Miguel sacando a Mimi del enorme trance en el que estaba inmersa
-¿Por qué haces esto, Ana?- preguntó de la nada con la mirada dura puesta sobre la canaria
-¿El qué?- preguntó un tanto confusa
-No te hagas la tonta, sabes que no lo eres- afirmó la rubia
-Mimi... todo esto no es algo fácil de entender....-
-¿Por qué cojones vienes aquí a contarme tu puta infancia de mierda tratando de victimizarte y poder buscarle sentido a la mayor cagada de tu vida? Es que encima tienes los santos ovarios de traerme a eso y prácticamente comeros la boca delante de mí- exclamó exasperada señalando el lugar por donde el psicólogo se había marchado
-Mimi- la advirtió Ana –Si estoy aquí es porque quiero, porque te quiero y quiero explicarte...-
-Y una mierda, has venido aquí a cumplir una misión humanitaria "Salvar a Mimi de la puta depresión en la que la hundió una canaria muy maja"- bufó –Has venido para sentirte bien contigo misma, contarme tus mierdas e intentar ablandarme porque no te gusta que la gente te guarde rencor ¿Te crea cargo de conciencia?- Mimi comenzaba a retarla con la mirada
-Tengamos la fiesta en paz- trató de apaciguar el ambiente la morena –De verdad que creí necesario explicarte todo Mimi... a mí me llevó dos años entender que soy una puta débil que no sabe vivir por sí misma y que necesita siempre de alguien hasta ahogarse-
-¿Me estás queriendo decir que era tu puto salvavidas? ¿Que prácticamente me utilizaste para no estar sola? ¿Qué jugaste conmigo y cuando te aburriste te marchaste?- Mimi parecía a punto de romperse en mil pedazos
-No es eso, es más com...- Ana fue interrumpida por la rubia
-Ni te molestes Ana, me pasé dos años llorando por ti y mientras tú estabas por ahí tirándote a ese ser... que madre mía, tienes un gusto de mierda con los tíos ehh, deberías plantearte en serio lo de hacerte bollera- La manera en la que la mirada de Ana fulminó a la granadina parecía de película, una de esas bélicas en las que se desata la tercera guerra mundial
La canaria tuvo que cerrar los ojos y tomar aire profundamente para no contestar a aquel cometario y no seguir enzarzando la situación
-Me voy, paso de aguantar esto más- Suspiró Mimi viendo como Miguel volvía de su visita al baño
-No me vas a poder evitar por siempre, he venido para quedarme y me vas a tener que ver en más de una ocasión, bueno, quizá vas a tener que vernos- aclaró algo desafiante, la actitud de la rubia la estaba crispando de sobre manera
Mimi la miró una última vez a la canaria con cierto rencor y salió del bar dando un ligero portazo
-¿Todo bien?- preguntó Miguel acariciando el brazo de Ana
-Sí- murmuró una Ana derrotada, Miguel inquirió con la mierda, la conocía lo suficientemente bien como para saber que no estaba siendo del todo sincera –Es Mimi... no se lo ha tomado nada bien...- suspiró

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Here by Choice · {Warmi}
FanfictionAna era una chica fría, triste, distante... hasta que conoció a la persona que ocuparía sus pensamientos por el resto de sus días; Mimi, la rubia sacaría a los demonios de la vida de Ana y lograría enamorarla sin darse cuenta de que la morena la ena...