Comienzo de historia (parte dos)

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-escuchen campesinos enclenques – bramo un formidable hombre, quien estaba acompañado de lo que parecía ser su banda. Con esas palabras los pocos habitantes de ese pueblo se le quedaron viendo – por el poco dinero que nos producen y lo costoso de su cuidados... - hiso una pequeña pausa, luego sonriendo maliciosamente – decidimos que lo mejor sería aniquilarlos y saquear estas tierras.

Todos los habitantes quedaron intimidados por la banda, eran muchos y todos estaban armados. Su líder en especial era el más morrudo y fuerte. Era conocido como Oni el monstruo debido a su increíble destreza a la hora de batallar. Ninguno de sus enemigos ha nunca podido hacerle suficiente frente.

Viendo que nadie parecía oponer fuerza a su proclamación – ven muchachos les dije que estos campesinos no se opondrían, mejor dicho no podrían oponerse.

-si jefe – dijeron al unísono los integrantes de la banda. Todos y cada uno confiaban plenamente en las palabras y fortaleza de su jefe.

-no creas que lo permitiremos – se oyó la voz de un anciano provenir detrás de donde la multitud de campesinos. Los habitantes sorprendidos por las palabras dirigieron la mirada al viejo dejándole paso.

-vaya vaya pero que tenemos aquí. Por lo visto eres un viejo con agallas. ¿Cómo te llamas? – pregunto Oni mientras miraba a su banda.

-Owatatsumi... hemos trabajado en estas tierras por años, nuestros ancestros y ahora nosotros. No pienses ni por un momento que dejaremos que gente de tu clase se atreva a invadir estas tierras.

-vaya eres un viejo charlatán ¿no?

Todos los de la banda comenzaron a reírse del pobre anciano que decidió enfrentar a Oni. Claramente no tenía oportunidad contra su líder.

-hare que tu boca no vuelva a abrirse viejo – grito Oni mientras se movía rápidamente en dirección de Owatatsumi. Sujetándolo del cuello dejo a todos los campesinos asombrados y aterrados. Su velocidad fue increíble, tanto que no notaron su movimiento – veo que asi no eres tan hablador ¿eh? Todos a su alrededor comenzaron a tomar una distancia prudente de Oni, puesto que el hombre sujetado del cuello ya podía tomarse como hombre muerto.

Oni estaba a punto de golpear a su víctima cuando noto que una joven se acercaba a él con intención de matarle. Sin mucho esfuerzo ni sudor dio una patada a la chica mandándola a volar lejos - ¿Quién es esa chica viejo? Parece ser que de todos los habitantes ella es la de mayor valor o será que... - mirando a sus súbditos – vean muchachos una nieta tratando de salvar a su querido abuelo – volviendo la mirada al hombre que tenía agarrado del cuello - ¿me equivoco?

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Caminando iba un azabache, la noche fría soplaba vientos sobre su rostro. Su cabello, medio largo, ya casi le llegaba al ojo. Pronto ya no será necesario que mantenga ese ojo suyo cerrado. Ciertamente no le importaba, pero cuando empezó su viaje dejaba ese ojo a la vista de todos y llamaba mucho la atención. Más de un inconveniente tuvo ya que su ojo revelaba su identidad. Ya todos sabían que había otro rinnegan entre los mortales. Un ojo que se suponía pertenecía a una leyenda de entre los ninjas, cuya primera aparición provoco estruendos entre las naciones. Incluso una guerra se produjo y esos ojos fueron participe. Casi terminando la guerra nació otro de esos ojos, pero a diferencia de los anteriores este era diferente...

Miro a la luna pensando en lo lejos que estaba ahora de esa persona – ya no hay vuelta atrás – se dijo asi mismo. Decidiendo que sería suficiente caminata busco una cueva cercana donde pasar la noche. Sin tardarse mucho encontró una. Entrando en esta noto que era espaciosa y las paredes no estaban húmedas, sin duda un buen sitio. Salió de la cueva en busca de un árbol, desenfundo su katana y de unas rápidas y agiles estocadas desprendió algunas ramas. Volvió su katana a su funda y con su brazo derecho recogió las ramas llevándolas a la cueva - katon: goukakyuu no jutsu – menciono para prender alguna de las ramas. Las demás las guardaría para mitad de noche cuando las que puso ahora fueran cenizas.

-lo siento Sasuke, no habrá una próxima vez – oyó una voz proveniente del interior de la cueva. Se levantó rápidamente asustado, raramente lo estaba. Vio como una figura conocida se le acercaba. Pelo negro con mechones a los costados, una coleta, los mismos ojos de siempre – siempre te amare...

Despertó todo sudado, miro rápidamente hacia todos lados – ¿un sueño...? – acerco su mano a su cara y noto que tenía todo el rostro empapado en sudor. Ese sueño no era sorpresa, lo venía atormentando desde hace unas cuantas noches y sus ojeras eran la prueba concreta de eso – pero ¿porque? – se preguntó. Porque tenía esos sueños raros que impedían su descansar. Acaso no se libró de todas las ataduras que el dolor le tenía a su corazón. Ahora llevo su mano a su frente – fiebre eh – su cuerpo estaba medio temblar. Miro a un lado y noto que las ramas que guardo para cuando la fogata se apagase aún estaban. Lo que indicaba que gran parte de la noche la pasó sin el resguardo de las cálidas llamas de una fogata. Eso explicaba la fiebre ¿pero y el sueño?

Cansado y sin firmeza en su caminar decidió ignorar todos sus síntomas y continuar con su viaje sin rumbo. Por lo que recordaba cerca de ahí debería de haber un pequeño pueblo de campesinos dedicados a la agricultura. Sin duda no tendría problemas en ocultar su identidad. La gente normal estaba ajena a la vida shinobi. Sería un lugar donde podría recuperar fuerzas - ¿llegare? – dijo Sasuke. Su cuerpo le pesaba, no tanto como sus parpados pero le pesaba. Sasuke siempre fue de tener picos psicológicos, pero nunca le afectaron de la forma en la cual le afectaban ahora. Su vida... una miseria asegurada. Solo el haber conocido a algunas personas le mantenía el espíritu.

Se detuvo cuando por fin diviso el pueblo que buscaba, sin duda era ese. Pero algo no andaba bien, más bien la gente no parecía bien. Estaban todos agrupados asustados y en el medio un hombre sosteniendo del cuello a otro más anciano. Sin dudar mucho, sin importarle el peso de su cuerpo, sin importarle la falta de sueño salió corriendo en esa dirección.

.......................................................................................................................................................................- ¿me equivoco? – dijo Oni dirigiendo un kunai al cuello del viejo. Pero en vez de tener un cuerpo muerto en sus manos solo sostenía el aire - ¿Dónde se metió el viejo? – grito enojado.

-no importa donde vaya gente como tu siempre encuentro – se oyó la voz del azabache.

Todos miraron la ubicación de esa voz y se encontraron a un chico con capa sujetando al anciano que debería de haber muerto.

-¿Quién eres? – pregunto amenazante hacia el azabache.

-por lo visto alguien más rápido que tu – tal vez sus palabras sonaron muy confianzudas, pero Sasuke estaba realmente no estaba subestimando a su enemigo. Un hombre morrudo con kunai en mano y un garrote en su espalda, sostenido por que sabe quién. Sus proporciones musculares eran irreales, por un momento Sasuke creyó que en frente tenia a cierto raikage. No solo eso, noto que más atrás había un grupo de hombres aparentemente estaban con el raikage copia – esto no será nada fácil – dijo en voz baja. Su estado físico apenas le daba para mantenerse en pie y su falta de sueño le harían lento en una batalla y para colmo su enemigo parecía ser rápido pese a su musculatura que no parecía estorbarle en lo absoluto – sí. Esto será interesante...  

Por buen caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora