Los sentimientos de un ninja errante (parte cuatro)

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-no pienso comer asi - dijo un poco asustada y enojada.

-lo siento, pero ya sabemos lo que intentaste hacer.

-solo quería irme de aquí, tu no lo entenderías porque no estás en mi lugar - desesperada, se sentía acorralada.

-tranquila, si todo sale bien no faltara mucho para eso - dijo sonriendo.

-¿a qué te refieres? - Pregunto dudosa - ¿acaso ellos solo planearon secuestrarme por un motivo? - pensó.

-oye - se escuchó la voz de otro de los secuestradores desde la puerta - para comer no hace falta hablar entendiste - le dijo al joven.

Espero unos minutos callado hasta que al fin noto que su secuaz salió de su rango auditivo - tranquila, yo no soy tan rudo como mis compañeros.

-¿y si es asi porque trabajas con ellos? - ese chico estaba haciendo que Uzume empezara a dudar en si era un aliado o enemigo.

-no es que fuera por decisión propia - dijo el chico con un toque de tristeza, pero sin sacarle la sonrisa a la chica al frente suyo.

-decisión...propia - repitió dudosa.

-mi padre y mi madre lograron estabilizar sus vidas económicamente. Juntos construyeron una gran cabaña, la cual usaban para alquilar y asi lograr subsistir en la vida. Pero tras la tercera gran guerra shinobi gran parte del pueblo donde ellos Vivian fue arrasado y con él la cabaña. Mi padre cayó en la depresión y mi madre en la tristeza. Esa cabaña lograron construirla debido a que sus padres, mis abuelos, ahorraron durante mucho tiempo y asi en su muerte dejarles una herencia a sus hijos...

Uzume estaba atenta a la narración del chico, pudo notar que no había mentira en su hablar. Sus palabras sonaban sinceras.

-mi madre estaba embarazada de mí. Vaya carga que es fui puesto que cuando mi padre se enteró de un futuro hijo se desesperó aún más ya que sabía que no tenían el dinero para ello. Asi que en medio de su desesperación mi padre decidió pedir prestado dinero a gente equivocada, claro que él no lo sabía, asi que con el pasar de los años "esa gente" reclamo el dinero. Reclamo más dinero del que habían prestado. Mi padre por su parte se negó a pagar más de los que le habían dado, como consecuencia una fatídica noche esa gente fue y le dejo claro a mi padre las consecuencias... - una pequeña lagrima se le tendía a escapar.

-acaso ellos...

-lo mataron enfrente mío y de mi madre - dijo finalmente el chico.

-entonces... ¿Por qué estas con ellos?

-si no lo hago harán que mi madre se reúna con su esposo allá arriba. Además unas semanas luego de la muerte de mi padre mi madre se enteró que estaba embarazada de otro niño, mi hermanito. Yo tuve la desgracia de ver morir a mi padre y mi hermano la desgracia de estar creciendo con la falta de su padre y de mí, su hermano, no está en mis planes que él también tenga que vivir con la falta de una madre.

A Uzume se le escapo una lagrima. Ella creía que él era solo otro secuestrador sin alma y corazón, pero no él era un simple chico cargando en su espalda los recados de su padre.

-tus lagrimas me conmueven - dijo el chico limpiando las lágrimas de Uzume - tranquila, ellos me dijeron que no debíamos hacerte daño. Volverás con tu abuelo y cuando yo page las deudas de mi padre volveré con mi hermanito. Por el momento solo hay que ser fuertes y esperar.

-vaya tal parece que el niñato no es tan fiel como me habéis dicho.

-decepcionante - respondió a su secuaz.

- Kitsune, yûrei yo... - quiso decir el joven al ver que escucharon su conversación con Uzume - creo que están confundiendo las cosas.

Uzume sentía el terror nuevamente circular su piel. Al lado de ese chico se sentía más segura, pero ante los dos sujetos que aparecieron no.

Por buen caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora